24.6.08

Soluciones ortodoxamente capitalistas a la crisis capitalista

“La inflación, motivada en buena parte por el precio del petróleo y la especulación sobre las materias primas (alimentarias) parece resistirse a políticas monetarias tan contrarias como las del Banco Central Europeo y la Reserva Federal. Cuando más sube el precio del petróleo, más se enriquecen las haciendas por efecto de los impuestos que gravan el crudo y más se empobrecen los contribuyentes.

¿Por qué no crear un fondo de estabilización del precio del petróleo con el dinero que se sobreingresa con los impuestos -cuando se supera el precio del barril incorporado a los presupuestos de cada país- y se devuelve a los afectados directos como desgravación a la actividad productiva? ¿Por qué no se dificulta la especulación en los mercados de futuros alimenticios, exigiendo un afianzamiento mayor de las cosechas que se compran a plazo, y que influyen decisivamente en el precio posterior de las mismas? No se trata de intervenir en los mercados o de limitar la libertad de compra, sino de que al menos los especuladores asuman riesgos.

Ambas propuestas exigen el acuerdo del conjunto de la UE: no pueden aplicarse en un solo país. Hay una tercera medida, ésta sí de matriz nacional, para paliar las dificultades de las familias sobreendeudadas por los costes hipotecarios motivados por el espectacular aumento del Euríbor: ampliar el plazo de pago de las hipotecas con un periodo de carencia (mediante el cual se pagarían los intereses pero no se amortizaría el capital).

A pesar de la renuencia manifestada ya por algunos banqueros, ¿no es mejor esto que las entidades financieras se llenen, como antaño, de viviendas que los morosos no han podido pagar?

Ábrase el debate sobre éstas o cualquier otra medida. Todo mejor que esta parálisis que amenaza la idea de Europa como utopía factible.” (JOAQUÍN ESTEFANÍA: La Europa impotente. El País, ed. Galicia, Economía, 23/06/2008, p. 27)

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