“La banca necesita 62.000 millones más para financiarse. Hasta ahora bancos y cajas sólo han captado 20.000 millones
Mayo terminó con alegrías. Incluso parecía que, por fin, los mercados financieros se empezaban a abrir y se veía la luz al final del túnel. Había motivos para la ilusión porque entre el 2 de abril y el 14 de mayo, bancos y cajas de ahorros españoles consiguieron financiación por 17.000 millones de euros en los mercados. (…)
Pero esta situación dista mucho de ser tranquilizadora porque las entidades españolas necesitan conseguir 62.000 millones más hasta fin de año para hacer frente a los vencimientos. Es decir, diferentes instituciones les prestaron dinero que este año tienen que devolver. La banca lo ha cedido a sus clientes con lo que ahora tiene que emitir otros activos para pagar a sus deudores. Según José Luis Olivas, presidente de Bancaja, bancos y cajas necesitarán 175.000 millones para pagar los vencimientos y prestar a los clientes. Conseguir este dinero no parece una misión fácil porque los mercados siguen secos, con un Euríbor disparado al 5,40%. (…)
Miguel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, apuntó el problema al reconocer, en la presentación del Informe Anual, que "continúan bloqueadas las colocaciones entre inversores institucionales". (…)
¿Qué pasa si los mercados siguen secos y las entidades necesitan esos 62.000 millones? Tienen varias posibilidades. La primera es pagar más a los inversores para convencerles de que compren su papel. Otra posibilidad es acudir al Banco Central Europeo (BCE) donde siempre les prestarán dinero al 4% (por ahora), pero a plazos muy cortos. La presión del sector no ha logrado que el BCE preste dinero a uno o dos años de plazo.
Acudir al BCE es seguro, pero tiene un problema reputacional. "En España está demonizado, aunque sea normal en otros mercados", reconoce un ejecutivo bancario. De hecho, ninguna entidad admite que acude a la entidad que dirige Jean-Claude Trichet. (…)
A estas alturas, que el mercado atraviesa por dificultades importantes es ya una verdad extendida y aceptada. Y uno de los síntomas más claros del mal funcionamiento del mercado es la dificultad de encontrar financiación para emisiones con la máxima calificación de solvencia, la triple A. Ni con los mejores avales se encuentra dinero dispuesto a aceptar riesgo. Por mínimo que éste sea.
Esta situación preocupa a las cajas de ahorros. Sin embargo, como dice un ejecutivo bancario, "ser una entidad española (banco o caja) ya es un problema para levantar financiación; y si eres una caja mediana o pequeña, peor. Los inversores internacionales han dividido en dos a las entidades: de las que se fían y de las que no. Las calificaciones ya valen para poco".
Con este panorama se explica la preocupación de Miguel Martín, presidente de
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