"Y es que el sector financiero, y más concretamente, algunas cajas de 
ahorros, no todas, han tenido que recurrir al capital público para 
sobrevivir, lo que ha provocado que España solicitase a Europa una 
lí¬nea de crédito de más de 40.000 millones de euros.
 Pero la factura 
que ha pasado Bruselas por este préstamo es demasiado elevada, según 
afirman todas las fuentes consultadas. Y no es por el tipo de interés 
que se debe pagar por él. Es por la condicionalidad impuesta.
"La Unión Europea es el acreedor y por lo tanto es el que marca las 
reglas", declara un directivo de una destacada entidad financiera. Otro 
ejecutivo se queja de que por un grupo de entidades con necesidades de 
capital, menos del 40% del sector, España "está completamente vigilada. 
Ha perdido su autonomía. Los hombres de negro vigilan todos nuestros 
movimientos".
Se ha pasado de 53 entidades financieras hace dos años y medio a 12 
en la actualidad. El tamaño medio de las entidades ha pasado de 33.000 
millones de euros a 106.000 millones. Mientras que la capacidad 
instalada se ha reducido en un 14%, con 6.500 oficinas menos.
"Es la mayor reestructuración de la historia y posiblemente sea la 
mayor que se haya hecho en el mundo jamás", afirmaba el sábado Ángel 
Ron, presidente de Banco Popular, en una entrevista con CincoDías. Y 
añadía que ya se detecta "que hay menos actores dispuestos a dar 
crédito. 
Si tienes al 40% del sistema con unas necesidades de 
racionalización del 60%, eso está expulsando al cliente. Lo que ves es 
que hay gente con necesidades de crédito solvente que tú no puedes 
atender, ¿por qué?, porque somos muy pocos actores prestando dinero".
Y es que algo más de 40.000 millones de euros en ayudas públicas para
 la banca se van a llevar algo más de 40.000 empleos en el sector. El 
secretario general de Comfia, además, recalca que por primera vez en 
años ha estallado la conflictividad en el sistema financiero, lo que 
también tendrá su repercusión en la atención que recibe el cliente.
Por primera vez también desde hace unos 20 años las salidas de los 
trabajadores en las cajas se realizan sin pacto con los sindicatos, de 
forma traumática y con las indemnizaciones casi mínimas. En las 
entidades nacionalizadas no se aplica la reforma laboral, pero se le 
acerca mucho.
 Ejemplo: Bankia, con un ERE que afecta a 5.000 empleados, 
ha ofrecido 22 días por año trabajado con un tope de 14 meses, y una 
rebaja del salario que puede llegar en algunos casos al 50%. El grupo 
financiero, no obstante, tiene previsto mejorar ligeramente esta oferta,
 pero no cuenta con "mu¬cho margen de maniobra", según palabras de sus 
directivos.
Lejos han quedado ya los despidos de oro. Todo por un exceso de 
apalancamien¬to y por un exceso de viviendas en construcción, la burbuja
 inmobiliaria, se quejaba el jueves un directivo financiero que 
posiblemente tenga los días contados en el sector."        (Cinco Días, 16/12/2012)
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