"En ese sentido, ya en los primeros años de la crisis cerca de 40
empresas fueron recuperadas por los trabajadores y puestas a funcionar
de forma cooperativa, como afirma la Confederación de Cooperativas de
Trabajo Asociado (COCETA).
Entre ellas podemos contar emprendimientos
como la empresa de robotización Zero-Pro de Porriño (Pontevedra), o la
de muebles de cocina Cuin Factory en Vilanova i la Geltrú (Barcelona),
en la que el antiguo jefe participó activamente en la cooperativización y
donde todos los recuperadores se impusieran un salario igualitario de
900 euros.
También con apoyo del propietario, se autogestionó en
Sabadell la metalúrgica Talleres Socar, reconvertida en la cooperativa
Mec 2010.
Pero, quizás, la iniciativa más impactante y conocida sea la puesta en marcha por los ex empleados del periódico de tirada nacional Público, que dejó de editarse en papel el 23 de febrero de 2012 y dejó al 90 % de sus trabajadores en la calle.
Fueron esos mismos trabajadores los que
constituyeron la cooperativa Más Público, que trata de obtener apoyo
social y financiero para seguir publicando el periódico en formato
mensual.
Sin embargo, pese a estas experiencias, no puede decirse que la vía de la recuperación de empresas se haya vuelto algo habitual o extendido: los trabajadores, en las situaciones de cierre, siguen prefiriendo masivamente hacerse con las prestaciones que comporta un Estado del Bienestar cada vez más menguante y en discusión.
Las dificultades de la
figura jurídica de la cooperativa en el Derecho español, así como la
casi ausencia de previsiones al respecto en la Ley Concursal, junto a
cierta pasividad alimentada por las décadas de universo burbujil y
conformista, probablemente fundamentan estas limitaciones de la
estrategia recuperadora.
Lo que sí parece cada vez más común es el creciente recurso del cooperativismo de muchos desempleados que, ante la situación de anomia productiva y de falta de expectativas de volver a ser contratados, recurren a la posibilidad de capitalización de la prestación por desempleo para la conformación de emprendimientos autogestionarios.
Los
ejemplos son innumerables (como la cooperativa de electricidad renovable
Som Energía, creada en diciembre de 2010) y, en algunos casos, muestran
evidentes vínculos con los movimientos sociales (como los relativos a
la conformación de experiencias a la imagen y semejanza de la
Cooperativa Integral Catalana, o los del ámbito libertario, como la
gráfica Tinta Negra). De hecho, de enero a marzo de 2012, se produjo la
creación de unas 223 cooperativas nuevas en el Estado Español.
No hay duda. Nuevos caminos están siendo recorridos por la sociedad española, para bien y para mal. Y, entre ellos, el camino de la autogestión empieza a ser cada vez más común." (Colectivo Burbuja, 11/12/2012)
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