" Luchando desde la esquina roja, el exasperado presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Luchando desde la esquina azul, el presidente argentino Javier Milei.
Los dos líderes y sus esquinas están inmersos en una crisis diplomática que está abriendo una brecha importante entre Madrid y Buenos Aires.
Milei propinó un duro golpe durante un mitin de partidos de extrema derecha en Madrid el pasado fin de semana, insultando a la esposa de Sánchez. El Gobierno español respondió retirando a su embajador en Buenos Aires y exigiendo a Milei que se disculpara públicamente, a lo que el líder libertario se ha negado.
Como consecuencia, Madrid ha retirado formalmente a su embajador, rompiendo así las relaciones diplomáticas con Argentina. Milei, por su parte, acusa al gobierno español de estar implicado con personas que pretenden dar un golpe de Estado contra él.
Desde un café con vistas al Río de la Plata y con un alfajor de miel y nueces en la mano, POLÍTICO analiza la crisis transatlántica.
¿Cómo empezó la pelea Sánchez-Milei?
Para arrancar su campaña electoral europea, el partido español de extrema derecha Vox organizó un mitin en Madrid el domingo e invitó a algunos de los líderes populistas más conocidos del mundo. Entre los asistentes se encontraban la francesa Marine Le Pen y el populista argentino Milei, que pronunció un discurso rimbombante en el que calificó al Partido Socialista español de influencia "maldita y cancerígena" en la sociedad.
Durante su discurso, Milei ridiculizó el reciente descanso que Sánchez se tomó para reflexionar sobre si quería seguir siendo presidente del Gobierno, una decisión provocada por la apertura de una investigación, aparentemente infundada, por tráfico de influencias contra su esposa, Begoña Gómez.
"Tienes una mujer corrupta... Y has tardado cinco días en pensártelo", le espetó Milei.
Sus palabras indignaron al Gobierno español, que retiró a su enviado a Buenos Aires y exigió a Milei que se disculpara públicamente.
Sin embargo, en lugar de dar marcha atrás, el Gobierno argentino redobló la apuesta. El ministro del Interior, Guillermo Francos, dijo el lunes que Sánchez debía disculparse porque su Gobierno había insultado primero a Milei.
Francos parecía referirse a los recientes comentarios del ministro español de Transportes, Óscar Puente, en los que sugería que Milei "consumía sustancias" y le llamaba "alguien muy malo que había llegado muy lejos".
Cómo Milei alimenta la lucha
Ahora, de vuelta en Buenos Aires, Milei parece decidido a subir la temperatura.
"No hay ninguna circunstancia en la que vaya a pedir disculpas", dijo en una entrevista televisada el lunes. "Hoy todo el mundo habla de los casos de corrupción de su mujer y saben que [Sánchez] está implicado en su tráfico de influencias".
"Saben que incluso ha presionado al juez implicado en el caso", añadió, sin aportar pruebas que respalden sus afirmaciones.
Milei añadió que su presencia en el mitin de Vox era una venganza porque Sánchez había apoyado al político de centro-izquierda Sergio Massa en las elecciones argentinas del año pasado.
"No sólo hizo campaña por Massa, sino que utilizó todos los ataques de su campaña contra mí", dijo Milei. "Dijo que yo deliraba, que estaba loco, y advirtió que pasarían un montón de cosas [si era elegido], pero ni una sola de ellas ha pasado".
Milei alegó que Sánchez estaba utilizando ahora el enfrentamiento para beneficiar a la oposición argentina que pretende desbancarle.
"¿Quién es el totalitario aquí? Está utilizando sus problemas personales para favorecer a un movimiento que aspira a dar un golpe de Estado", dijo.
¿Cómo está jugando en Buenos Aires?
Mientras el enfrentamiento con Sánchez domina las portadas de los principales diarios argentinos, la opinión pública reacciona con un desconcertado encogimiento de hombros.
Con la llegada del invierno en el hemisferio sur, los programas matinales del martes dedicaron poco tiempo a la crisis diplomática, optando en su lugar por aconsejar a los telespectadores que se protegieran del frío abrigándose y tomando mate caliente.
Aunque Milei sólo lleva seis meses en el cargo, los argentinos ya están acostumbrados a que su presidente se pelee con líderes políticos de todo el mundo.
El año pasado, Milei llamó "imbécil" al Papa Francisco y dio a entender que era el representante del diablo en la tierra. En marzo, Colombia expulsó a diplomáticos argentinos después de que Milei se refiriera al presidente Gustavo Petro como "asesino terrorista". Poco después, dijo que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador era un "ignorante".
Luis, un oficinista de 34 años que prefirió no dar su apellido, calificó la última refriega como un quilombo (lío) innecesario.
"Milei es un loco, no lo puede evitar", dijo. "No es que no tengamos problemas en casa... Pero es un showman, y supongo que nos entretiene".
¿Por qué lo hace?
Hay una razón por la que abundan las comparaciones entre Milei y el expresidente de Estados Unidos Donald Trump: Ambos políticos prosperan con el drama y son hábiles utilizándolo para distraer la atención de asuntos inconvenientes.
Desde que asumió el cargo el año pasado, Milei ha logrado reducir la hiperinflación en Argentina mucho más rápido de lo previsto, impresionando incluso a sus críticos más duros y desmintiendo a aquellos que predijeron un caos económico, similar a los temores sobre el colapso de la moneda y el aumento de los rendimientos de los bonos provocados por la ex primera ministra Liz Truss en el Reino Unido.
Pero las medidas de austeridad del presidente han sacado a cientos de miles de argentinos a las calles para protestar, y las encuestas indican que aproximadamente la mitad del país se opone a sus políticas. Con sólo 45 escaños en el Congreso, de 329, Milei no tiene el poder asegurado.
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Por esa razón, columnistas políticos como Carlos Pagni, de La Nación, ven el escándalo de Sánchez como típico de un "gobierno monotemático" que no se basa en cuestiones políticas sino en la furia de sus partidarios.
Esa furia sólo puede mantenerse encontrando constantemente nuevos enemigos con los que enemistarse y contra los que movilizar a las bases.
¿Qué dice esto sobre el equilibrio de poder entre América Latina y la UE?
Tras las últimas declaraciones de Milei, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, anunció el martes la retirada definitiva del embajador de su país en Buenos Aires.
El paso marca una ruptura en las relaciones: Cuando termine la crisis, España deberá nombrar un nuevo representante.
Albares añadió que el Gobierno español analizará la visita a España del 21 de junio que ha anunciado Milei, aunque no dijo si Madrid bloquearía la entrada al país del presidente argentino.
Milei calificó la medida de "disparate que uno espera de un socialista arrogante".
Sin embargo, los últimos acontecimientos podrían tener un impacto económico considerable. Con 18.000 millones de euros en activos en Argentina, España es el segundo mayor inversor extranjero en el país, lo que significa que una ruptura duradera probablemente perjudicaría la ya delicada situación financiera de la nación.
Sánchez ha insinuado que tratará de plantear el conflicto en Bruselas, pero no está claro si la UE podría ofrecer algo más que una simple condena de las palabras de Milei. Este fin de semana, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, hizo precisamente eso al declarar que "los ataques contra familiares de dirigentes políticos no tienen cabida en nuestra cultura: Los condenamos y rechazamos, especialmente cuando proceden de socios".
Milei, por su parte, parece decidido a estrechar sus lazos con los líderes populistas de extrema derecha europeos, a los que considera una base de apoyo adicional.
"Mi viaje a España ha demostrado que soy el mayor exponente mundial de la libertad", presumió el lunes. "Estoy en otra liga".
Milei y sus aliados en el continente parecen alineados en torno a un pacto comercial clave entre la UE y el bloque sudamericano de países del Mercosur: Consideran insostenibles las exigencias de la UE para sellar el acuerdo, especialmente en materia de requisitos de sostenibilidad. España ha sido tradicionalmente el principal aliado de Mercosur en el acuerdo.
Durante una reciente visita a Bruselas, Diana Mondino, Ministra de Asuntos Exteriores de Argentina, subrayó que sellar el tan esperado acuerdo era una prioridad, pero también dejó claro que Buenos Aires buscaría socios comerciales en otros lugares si las dos partes no llegaban a un acuerdo.
Aunque algunos partidos de extrema derecha europeos se oponen frontalmente al acuerdo, otros coinciden con Milei en que la UE pide demasiado.
Dado que se espera que aumente el apoyo a los partidos populistas en las próximas elecciones al Parlamento Europeo, es posible que Milei lleve su campaña a Bruselas. ¿A qué líder de la UE se dirigirá entonces?" (Aitor Hernández-Morales , POLITICO, 21/05/24)
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