4.6.24

La izquierda debe defender el territorio, sus industrias, sus comercios y sus habitantes, frente a las necidades del capital especulativo... se requiere una coalición táctica entre los trabajadores y la burguesía productiva frente al capital extractivo... En una ciudad del norte de España se están disputando el poder real dos tendencias políticas antagónicas que no hace tanto tiempo iban de la mano... A un lado aparece la vieja burguesía comercial e industrial, ligada al tejido productivo de la ciudad, que está en declive, pero que aporta buena parte de los puestos de trabajo... Por otra, está el sector hostelero y el de la construcción, cuya agenda ha quedado ligada al turismo y a los procesos especulativos, y que está en auge, puesto que la ciudad atrae a cada vez más visitantes, pero también compradores de segundas residencias... La idea que ambas fuerzas tienen de cómo debe ser una ciudad es muy distinta. La burguesía comercial e industrial quiere evitar que se convierta en un monocultivo del sector turístico, y plantea modelos en los que las instituciones públicas intervengan para limitar los pisos turísticos, apoyen al comercio local y mantengan la actividad industrial existente. La otra facción busca transformar la ciudad a través de la libertad de horarios, la promoción del mayor número posible de eventos y la ampliación de las épocas festivas para que el turismo sea mayor... En esa pelea, las asociaciones de vecinos y los sindicatos, las fuerzas de izquierda, cada vez más se acercan a la burguesía comercial e industrial, ya que comparten intereses, en cuanto a la defensa del tipo de trabajo y de la forma de vida. Esta cercanía señala una alianza política, ya que reúne a quienes defienden las necesidades del territorio y de sus habitantes frente a quienes anteponen las necesidades del capital. Esta pelea por defender el territorio es una de las constantes de la política contemporánea (Esteban Hernández, Juan Laborda)

Esteban Hernández @HdezEsteban

En una ciudad del norte de España se están disputando el poder real dos tendencias políticas antagónicas que no hace tanto tiempo iban de la mano. Es un asunto que merece atención, porque señala de manera bastante clara cambios ideológicos que reflejan el nuevo eje a partir del cual la política real se está llevando a cabo.

 A un lado de esa línea aparece la vieja burguesía comercial e industrial, ligada al tejido productivo de la ciudad, que está en declive, pero que aporta buena parte de los puestos de trabajo y que da servicio a los habitantes de la ciudad. Por otra, está el sector hostelero y el de la construcción, cuya agenda ha quedado ligada al turismo y a los procesos especulativos, y que está en auge, puesto que la ciudad atrae a cada vez más visitantes, pero también compradores de segundas residencias, frecuentemente madrileños, que la eligen por su benigno clima veraniego. 

La idea que ambas fuerzas tienen de cómo debe ser una ciudad es muy distinta. La burguesía comercial e industrial quiere evitar que se convierta en un monocultivo del sector turístico, y plantea modelos en los que las instituciones públicas intervengan para limitar los pisos turísticos, apoyen al comercio local y mantengan la actividad industrial existente. La otra facción busca transformar la ciudad a través de la libertad de horarios, la promoción del mayor número posible de eventos y la ampliación de las épocas festivas para que el turismo sea mayor. 

Una de las mayores reivindicaciones de los industriales y comerciantes es la de reducir el espacio a las firmas de contenedor (Amazon, Uber o Airbnb), así como a las grandes empresas y franquicias. En esa ciudad, Starbucks inaugurará este verano un local. El anuncio no ha generado mucha expectación: "Todos sabemos que tomarse un café en Starbucks es de paletos de ciudad. Hay sitios aquí donde tomar un café mejor y más barato". 

En esa pelea, las asociaciones de vecinos y los sindicatos, las fuerzas de izquierda, cada vez más se acercan a la burguesía comercial e industrial, ya que comparten intereses, en cuanto a la defensa del tipo de trabajo y de la forma de vida. Esta cercanía señala una alianza política, ya que reúne a quienes defienden las necesidades del territorio y de sus habitantes frente a quienes anteponen las necesidades del capital. Esta pelea por defender el territorio es una de las constantes de la política contemporánea, en sus más variadas expresiones.

10:18 a. m. · 2 jun. 2024 154,3 mil Reproducciones 

 
Juan Laborda @JuanLabordah

(1) Estimado Estebán dentro de los análisis sobre la financiarización y el aumento de poder de mercado de las empresas, destaca este paper de Barkai publicado en The Journal of Finance. Lo que dices está aquí académicamente demostrado onlinelibrary.wiley.com
Declining Labor and Capital Shares

 (2) El aumento de los beneficios puros (extracción de rentas), consecuencia del aumento de poder de mercado, debido a la financiarización (esta es la hipótesis en la que estoy trabajando académicamente), está afectando negativamente al capital productivo y al factor trabajo.

 (3) El choque de esas dos burguesías en la ciudad del norte va de eso. Por eso se requiere una coalición táctica entre los trabajadores y la burguesía productiva frente al capital extractivo. La izquierda debe buscar esa coalición táctica (no sé si sus líderes lo entenderán)!

 11:38 a. m. · 2 jun. 2024 7.054 Reproducciones

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