11.7.24

Piense lo que uno piense de Manuel López Obrador, no cabe duda ya de que es uno de los políticos más brillantes de nuestros tiempos. Y ademas de izquierdas… Ha mantenido niveles de aprobación en torno al 60% a lo largo de los años más difíciles de la historia reciente, con una pandemia y su duro impacto social y económico seguido de una inflación galopante... El populismo de izquierdas de AMLO ha cerrado las puertas a una derecha dura en el Partido de Accion Nacional... ¿Qué puede la izquierda europea aprender de AMLO? AMLO habla del pueblo mexicano como un sujeto político nacional de clase... Hablar la lengua poética de la calle. Es importante también utilizar el lenguaje del pueblo... Utilizar el estado (nación) al viejo estilo. AMLO defiende un desarrollismo retro en el cual el estado es el vehículo central. Ha recuperado la petrolera Pemex y la eléctrica estatal CFE como monopolios en el sector energético. Nacionalizó el litio. Rechaza las asociaciones entre el sector público con el privado... Crear un partido de alcance nacional. Morena , el Movimiento de regeneración nacional creado por AMLO y otros, apostando por una izquierda populista, es el único movimiento político con una base a lo ancho del país... Aunque el populismo de AMLO no condena a los ricos per se ( es su punto más débil), ha construido un enemigo de clase que califica como la mafia del poder, creada en la llamada era neoliberal. A lo largo de su presidencia, no ha bajado el tono de los ataques contra esta élite fifí (pija). A la vez que elogia al pueblo en un sentido unificador, carga incansablemente contra los poderes economicos y sus representantes en los medios de comunicación... AMLO convirtió la batalla contra la corrupción y el despilfarro en el frente principal de sus movilizaciones del pueblo. Hizo alarde de su propia vida frugal y defendio la austeridad natural del pueblo mexicano. Logró elevar su popularidad con medidas de recortes de las administraciones públicas, incluso durante la pandemia. En sus últimos dos años, abrió el grifo del gasto público. Pero al canalizarlo a través de pensiones, programas de ayudas para niños escolarizados, becas y subsidios para las familias pobres, no fue percibido como un gasto innecesario... Elegir proyectos muy visibles y emblemáticos de inversiones en infraestructura para generar una sensación de modernización...Dirigir proactivamente la agenda de noticias. Fueron objeto de burla al inicio. Pero las llamadas mañaneras de AMLO, las conferencias de prensa dominadas por los largos monólogos, presidenciales , resultan muy eficaces para establecer la agenda mediática del día y llegar a los titulares con el mensaje presidencial (Andy Robinson)

 "Piense lo que uno piense de Andres Manuel López Obrador no cabe duda ya de que es uno de los políticos más brillantes de nuestros tiempos. Y ademas de izquierdas… Creó un partido, Morena, de la nada. Ha mantenido niveles de aprobación en torno al 60% a lo largo de los años más difíciles de la historia reciente, con una pandemia y su duro impacto social y económico seguido de una inflación galopante. Claudia Sheinbaum , su candidata en las elecciones presidenciales mexicanas del pasado dos de junio arrasó, haciéndose con con el 60% de los votos, 30 millones, 20 millones más que la contrincante conservadora, Xóchitl Gálvez. El populismo de izquierdas de AMLO ha cerrado las puertas a una derecha dura en el Partido de Accion Nacional (PAN) – asesorada por Vox y los integristas de El Yunque- que ha sido vapuleada en las elecciones. ¿Qué puede la izquierda europea aprender de AMLO?

He aquí ocho lecciones.   

1) Hablar del “pueblo” en un sentido unificador. AMLO habla del pueblo mexicano como un sujeto político nacional de clase. Esto puede ser el privilegio de una izquierda populista latinoamericana, ya que la gran mayoría de mexicanos son pobres y pueden ser movilizadas colectivamente contra una élite oligarquica. Es decir que cuando más de uno de cada tres votantes es pobre (cobra menos de siete euros al día) y el 60% sufre carencias sociales básicas, es fácil unificar el pueblo por su interés colectivo de clase. Europa no es así. Pero tras cuatro décadas de neoliberalismo, las sociedades europeas se parecen cada vez más a la mexicana: una mayoría marginada económicamente frente a una elite obscenamente rica. Aunque sea en la retórica, el pueblo se convierte en un sujeto viable para un populismo de izquierda. A fin de cuentas, el concepto del pueblo como creador de la democracia -‘la democracia la tenemos gracias a un pueblo que quiere ser libre’, dijo AMLO ayer en su conferencia matutina- procede de las revoluciones contra el antiguo régimen del siglo XVIII en Europa. Y como propone Yanis Varoufakis, hemos vuelto a aquellos tiempos aunque sea ya tecno feudalismo. No conviene resaltar las diferencias entre los diversos integrantes de este sujeto popular de transformación social -la cuarta transformación, en el lenguaje de AMLO, siguiendo la independencia, la democracia y la revolución.”-, sino lo que tienen en común. AMLO reconoce los derechos diferenciales de los pueblos originarios, por ejemplo. Pero suele citar a los indígenas como el origen de la bondad y la sabiduría del pueblo mexicano. “Las idiosincrasias del pueblo mexicano, lo que nos hace especial son nuestros pueblos prehispánicos”, dijo el otro día. Es un discurso unificador para todos menos los ricos. Incluso la plurinacionalidad, como se ha demostrado en Bolivia con Evo Morales y Luis Arce,  puede ser incorporada  a un discurso que define al pueblo como sujeto de la política de clase. Hablar del “pueblo español” o el “pueblo alemán ” es un campo de minas para la izquierda.  Pero AMLO y otros lideres de la izquierda latinoamericana como Lula , Gustavo Petro o Hugo Chávez, han demostrado que el concepto puede incluir a todas las victimas de la extrema injusticia social de nuestros tiempos. Hay que cultivar la autoestima de una ciudadanía atomizada y deshumanizada por el neoliberalismo para ayudarle asi a ser un sujeto colectivo de cambio progresista y transformación social. “El pueblo mexicano está muy politizado;  es el pueblo con mas conciencia política tal vez del mundo”, dijo AMLO el otro día.

2) Hablar la lengua poética de la calle. Es importante también utilizar el lenguaje del pueblo. Eso lo hace López Obrador con destreza, entrelazando su narrativa con refranes y dichos populares. “Es una bola de machuchones” dice para referirse a los empresarios ricos reunidos a puerta cerrada. “Son unos marrulleros” dice de la oposición conservadora. Al igual que Lula en Brasil, incluso se burla de las clases instruidas con frases gramaticalmente incorrectas procedentes de su tierra de Tabasco. “No sabe hablar”, dicen en los restaurantes del barrio chic de Polanco, sin darse cuenta de que el pueblo en los barrios crea su propio lenguaje. Tal vez su edad avanzada -70 años- ayuda.

3) Utilizar el estado (nación) al viejo estilo. AMLO defiende un desarrollismo retro en el cual el estado es el vehículo central. Ha recuperado la petrolera Pemex y la eléctrica estatal CFE como monopolios en el sector energético. Nacionalizó el litio. Rechaza las asociaciones entre el sector público con el privado. “El distintivo del gobierno que yo represento es la apuesta por la inversión pública sin concesiones ni entrega de servicios públicos a las empresas privadas’, dijo la semana pasada tras la espectacular victoria electoral. No es del todo cierto -recortó la inversión pública en sus primeros años de presidente-, pero el mensaje está claro y la clave de AMLo es el mensaje más que la medida.

4) Crear un partido de alcance nacional. Morena , el Movimiento de regeneración nacional creado por AMLO y otros, apostando por una izquierda populista, es el único movimiento político con una base a lo ancho del país. Claro, eso es fácil de decir. AMLO lo ha logrado con algunas tácticas francamente discutibles como fichar a líderes locales del partido de la dictadura perfecta, el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Pero la base de Morena es activista.

5) La retórica es importante. Aunque el populismo de AMLO no condena a los ricos per se ( es su punto más débil), ha construido un enemigo de clase que califica como la mafia del poder, creada en la llamada era neoliberal. A lo largo de su presidencia, no ha bajado el tono de los ataques contra esta élite fifí (pija). A la vez que elogia al pueblo en un sentido unificador, carga incansablemente contra los poderes economicos y sus representantes en los medios de comunicación. “La metáfora del “botín mal repartido” se convierte en una jugada magistral que pone al descubierto las debilidades de aquellos que intentan manipular la democracia en su propio beneficio”, resume la tuitera @artemisalopezc elogiada por AMlO en su mañanera esta semana.

6)La austeridad es un concepto de izquierdas. AMLO convirtió la batalla contra la corrupción y el despilfarro en el frente principal de sus movilizaciones del pueblo. Hizo alarde de su propia vida frugal y defendio la austeridad natural del pueblo mexicano. Logró elevar su popularidad con medidas de recortes de las administraciones públicas, incluso durante la pandemia. En sus últimos dos años, abrió el grifo del gasto público. Pero al canalizarlo a través de pensiones, programas de ayudas para niños escolarizados, becas y subsidios para las familias pobres, no fue percibido como un gasto innecesario. Los ataques de la derecha por un supuesto populismo clientelar (“votaron para llenar la panza”, espetó un columnista en un diario) salieron por la culata. En este sentido , son importantes los gestos, como vivir en un apartamento relativamente sencillo, abstenerse de usar la residencia presidencial (Los Pinos fue reconvertido en un museo), vender el avión presidencial, recortar los sueldos de altos funcionarios, utilizar un coche utilitario (Volkswagen Jetta) en la toma de posesión.

7)Elegir proyectos muy visibles y emblemáticos de inversiones en infraestructura para generar una sensación de modernización. El Tren Maya, que recorre 1500 kilómetros del pobre sureste; la nueva refinería en Tabasco; el proyecto de ferrocarril y carretera conocido como el Transístmico para enlazar al Pacífico y el Atlántico; el puente de la Concordia sobre un embalse en Chiapas. Han sido blancos de grupos de defensa socioambiental. Pero al margen de si son necesarios o no, hay que admirar el papel político de estas obras que, al terminarse según el calendario, demostrarán que el dinero público no se había desviado o despilfarrado. “Antes el dinero desapareció; ahora podemos ver los resultados con nuestros propios ojos”, dijo una trabajadora en Oaxaca sobre el proyecto transístmico.

8) Dirigir proactivamente  la agenda de noticias. Fueron objeto de burla al inicio. Pero las llamadas mañaneras de AMLO, las conferencias de prensa dominadas por los largos monólogos, presidenciales , resultan muy eficaces para establecer la agenda mediática del día y llegar a los titulares con el mensaje presidencial. Celebradas a las siete de la mañana en la sede presidencial al lado del Zócalo, dan la ventaja del tiempo al gobierno frente a los medios del poder empreario bancario. López Obrador ha actuado de forma más discutible en el resto de su poltica de comunicación al privar de fondos públicos a medios críticos como la revista Proceso, a la vez que fomenta nuevos medios afines en redes sociales. Pero AMLO ha entendido que una política de comunicación agresiva en defensa de las políticas gubernamentales es esencial para romper el monopolio mediático de la derecha."             (, La Vanguardia, 11/06/24)

No hay comentarios:

Publicar un comentario