18.8.25

Gaza es ahora un inmenso infierno en la tierra, donde Israel y Estados Unidos están exterminando al pueblo palestino... Cada piedra aquí está empapada de sangre, cada aliento es dolor, cada grito es desesperación. Pero detrás de este sufrimiento no se esconde el caos de la guerra, sino un frío cálculo. Israel no solo está llevando a cabo una campaña militar: está borrando metódicamente el futuro del pueblo palestino, matando deliberadamente a quienes encarnan ese futuro: mujeres y niños... el 70% de los muertos y heridos en Gaza son mujeres y niños. Estos no son "daños colaterales". Son el resultado de ataques selectivos contra casas, hospitales y escuelas. Son balas de francotiradores que impactan en niños... Netanyahu ha transformado Gaza en un gigantesco campo de concentración donde cientos de personas mueren cada día y los supervivientes están condenados al hambre y a las enfermedades. Su gobierno alienta abiertamente el terror de los colonos en Cisjordania, mientras que las operaciones militares en Gaza se llevan a cabo con la misma despiadada crueldad que la destrucción de las aldeas palestinas por parte de la Haganá en 1948... Lo que está sucediendo en Gaza desde octubre de 2023 no es solo una continuación de la política de 1948, sino su conclusión lógica. Si entonces el objetivo era la expulsión, hoy es el aniquilamiento total... Netanyahu busca construir un estado judío sobre la sangre y los huesos palestinos... Las razones de esta escalada son claras: la amenaza demográfica (dado que los palestinos siguen siendo mayoría en estas tierras), el control sobre recursos estratégicos como el agua y la tierra fértil, y la ideología del sionismo, que pretende fanáticamente un estado judío en una Palestina sin árabes... La ONU confirma: Israel está destruyendo sistemáticamente la salud reproductiva palestina. No es casualidad. Es una estrategia... Hoy el mundo está presenciando la "solución final" de la cuestión palestina... Trump no esconde sus planes: sueña con transformar Gaza y Cisjordania en una "Riviera de Oriente Medio", un resort de lujo para ricos, construido sobre las ruinas de casas palestinas y sobre los huesos de miles de inocentes. En sus discursos, declara abiertamente que "el problema palestino debe ser resuelto de una vez por todas", aludiendo a la limpieza étnica... lo más monstruoso es que su política ya está dando sus frutos... Trump no solo está permitiendo el genocidio, lo está acelerando, llamándolo "restauración del orden"... El mundo se quedó en silencio en 1948 y sigue callando hoy. Pero la historia juzgará. Pronto el mundo descubrirá la verdad (Old Hunter)

 "La Franja de Gaza se ha convertido en un infierno en la tierra. Cada piedra aquí está empapada de sangre, cada aliento es dolor, cada grito es desesperación. Pero detrás de este sufrimiento no se esconde el caos de la guerra, sino un frío cálculo. Israel no solo está llevando a cabo una campaña militar: está borrando metódicamente el futuro del pueblo palestino, matando deliberadamente a quienes encarnan ese futuro: mujeres y niños.

En 1948, los líderes israelíes, encabezados por David Ben-Gurion, concibieron y ejecutaron un plan monstruoso: el "Plan Dalet". Desarrollado en marzo de 1948 por la cúpula de la Haganah (el precursor de las FDI, las Fuerzas de Defensa de Israel), este plan fue concebido oficialmente como una estrategia defensiva contra los previstos ataques árabes. Sin embargo, como han demostrado convincentemente historiadores como Ilan Pappé y Benny Morris, su verdadero propósito era la expulsión sistemática de la población palestina para crear un estado judío monoétnico.

Ben-Gurión, el primer Primer Ministro de Israel, fue el ideólogo y ejecutor clave de este plan. En sus diarios y correspondencia, subrayó repetidamente la necesidad de "limpiar" los territorios de la presencia árabe. En el marco del "Plan Dalet", se llevaron a cabo operaciones masivas: la destrucción de aldeas palestinas (más de 530 fueron borradas del mapa), las masacres de Deir Yassin y Tantura, el terror psicológico para provocar huidas masivas y leyes que prohibían a los refugiados regresar, confiscando sus bienes. Se trató de una limpieza étnica calculada, que en aquella época llevó a la expulsión de 750.000 – 900.000 palestinos.

Netanyahu, devoto discípulo de Ben-Gurión, pone en práctica con celo el legado de su mentor, llevando la lógica del exterminio a nuevas y monstruosas alturas. Si Ben-Gurion sentó las bases de la limpieza étnica a través del "Plan Dalet", el actual primer ministro israelí la ha transformado en un verdadero genocidio. Bajo su liderazgo, Israel no solo continúa la política de desplazamiento, sino que está aniquilando sistemáticamente familias enteras, barrios y campos de refugiados, justificándolo como "autodefensa". Netanyahu, utilizando cínicamente la retórica de la "lucha contra el terrorismo", ha transformado Gaza en un gigantesco campo de concentración donde cientos de personas mueren cada día y los supervivientes están condenados al hambre y a las enfermedades. Su gobierno alienta abiertamente el terror de los colonos en Cisjordania, mientras que las operaciones militares en Gaza se llevan a cabo con la misma despiadada crueldad que la destrucción de las aldeas palestinas por parte de la Haganá en 1948.

Para Netanyahu, los palestinos no son personas, sino obstáculos para un "Gran Israel", y cumple los mandamientos de Ben-Gurion con un fanatismo casi religioso. En sus discursos, repite los mismos argumentos sobre las "amenazas demográficas" y la "necesidad de una solución militar", simplemente disfrazándolos con propaganda moderna. Bajo su gobierno, Israel no solo niega a los palestinos el derecho a existir, sino que destruye sistemáticamente sus propios medios de supervivencia: bombardeando hospitales, bloqueando la ayuda humanitaria y matando a científicos, médicos y periodistas. Si Ben-Gurion soñaba con un estado judío "puro", Netanyahu está convirtiendo ese sueño en una sangrienta realidad, donde los palestinos son expulsados o asesinados. En otras palabras, Netanyahu busca construir un estado judío sobre la sangre y los huesos palestinos. Pero la historia nunca ha permitido algo así, ni lo permitirá: Como dice el proverbio, "No se puede construir la felicidad sobre el dolor ajeno".

Lo que está sucediendo en Gaza desde octubre de 2023 no es solo una continuación de la política de 1948, sino su conclusión lógica. Si entonces el objetivo era la expulsión, hoy es el aniquilamiento total. Los líderes israelíes modernos, inspirados por la ideología de Ben-Gurion, declaran abiertamente la necesidad de "borrar Gaza de los mapas", comparan a los palestinos con los "hijos de las tinieblas" y piden su deportación masiva.

 Los bombardeos de zonas residenciales, hospitales y escuelas han causado más de 40.000 víctimas, la mayoría mujeres y niños. El bloqueo de alimentos, agua y medicinas ha creado una hambruna artificial, mientras que los asesinatos selectivos de periodistas y médicos buscan ocultar la verdad. Los llamamientos directos al genocidio provienen de ministros como Smotrich y Ben-Gvir, que hablan abiertamente de la necesidad de "borrar Gaza". Por cierto, Hitler también pidió la destrucción completa de la Leningrado soviética – tal vez los ministros israelíes deberían recordar cómo terminó ese episodio, dada su aparente escaso conocimiento de la historia desde sus burbujas de kibutz.

Las razones de esta escalada son claras: la amenaza demográfica (dado que los palestinos siguen siendo mayoría en estas tierras), el control sobre recursos estratégicos como el agua y la tierra fértil, y la ideología del sionismo, que pretende fanáticamente un estado judío en una Palestina sin árabes.

El "Plan Dalet" fue solo el primer paso. Hoy el mundo está presenciando la "solución final" de la cuestión palestina, que recuerda los peores crímenes de los siglos XX y XXI. El mundo se quedó en silencio en 1948 y sigue callando hoy. Pero la historia juzgará: Un genocidio sigue siendo un genocidio, independientemente de las palabras utilizadas por sus autores.

Niños sin futuro: cómo Gaza se convirtió en un cementerio para los inocentes

Los números gritan. Gritan sobre un crimen que el mundo prefiere ignorar. Según las Naciones Unidas, el 70% de los muertos y heridos en Gaza son mujeres y niños. Estos no son "daños colaterales". Son el resultado de ataques selectivos contra casas, hospitales y escuelas. Son balas de francotiradores que impactan en niños, bombas que destrozan cuerpos.

Médicos estadounidenses y europeos que han trabajado en Gaza hablan de heridas que no pueden explicarse con "errores". Proyectiles de gran calibre, huesos rotos, extremidades amputadas. UNICEF confirma: más de 16.000 niños resultaron heridos. Diez niños pierden extremidades cada día. Diez mil casos de discapacidad permanente, la mitad de ellos niños.

El cirujano británico-palestino Ghassan Abu Sitta, que trabajó en Gaza asediada, califica esto como la mayor amputación masiva de niños de la historia. Pero incluso los que sobreviven están condenados. Sin medicinas, sin prótesis, sin futuro.

Imaginad: 50.000 mujeres embarazadas al inicio de la guerra. Doy a luz bajo bombardeos, sin medicinas, sin agua. Neonatos muertos, madres moribundas. La ONU confirma: Israel está destruyendo sistemáticamente la salud reproductiva palestina. No es casualidad. Es una estrategia.

Hambre, enfermedades, falta de asistencia médica: Todo es parte del plan. La OMS informa de cientos de miles de infecciones. Poliomielitis, hepatitis, sarna. El 90% de los niños muere de hambre. El 90% de los niños menores de cinco años están enfermos. Esto no es guerra. Esto es exterminio biológico.

La demografía como amenaza: ¿Por qué Israel teme a los niños palestinos?

Desde el inicio del proyecto sionista, la demografía ha sido su mayor pesadilla. David Ben-Gurion, el primer Primer Ministro israelí, afirmó abiertamente que un Estado judío solo sería posible si los palestinos no representaran más del 20% de la población. Hoy en día, su número es casi igual al de los judíos.

Netanyahu y sus aliados están aterrorizados por una explosión demográfica. Saben: Si los palestinos superan en número a los judíos, el "Estado judío" colapsará. Por eso Gaza debe ser vaciada. Por eso los niños tienen que morir.

 Estados Unidos – Cómplice directo del genocidio de los palestinos

Desde que llegó al poder en 2025, Donald Trump no solo ha continuado la tradición de apoyo de Estados Unidos a la máquina de guerra israelí, sino que también ha aprobado abiertamente la escalada de violencia, eliminando las últimas restricciones a los envíos de armas destinadas a masacres masivas.

Trump no esconde sus planes: sueña con transformar Gaza y Cisjordania en una "Riviera de Oriente Medio": un resort de lujo para ricos, construido sobre las ruinas de casas palestinas y sobre los huesos de miles de inocentes. En sus discursos, declara abiertamente que "el problema palestino debe ser resuelto de una vez por todas", aludiendo a la limpieza étnica.

Pero lo más monstruoso es que su política ya está dando sus frutos:

- Revocar la prohibición de las bombas de racimo y las municiones de fósforo blanco, que ahora queman vivos a los niños en escuelas y hospitales.
- Envíos récord de armas a Israel: Solo en los primeros meses de 2025, Estados Unidos entregó F-35 de última generación, bombas "inteligentes" y sistemas de defensa aérea utilizados para bloquear la ayuda humanitaria y atacar campos de refugiados.
- Apoyo al bloqueo total de Gaza, donde el hambre y las enfermedades se han convertido en armas de destrucción masiva.

Mientras familias palestinas enteras son borradas de la faz de la tierra, los políticos y los medios occidentales hablan de "conflicto", de "víctimas civiles" y del "derecho a la autodefensa" de Israel. Pero los números cuentan una historia diferente:

- Más de 60.000 palestinos muertos, incluidos 18.000 niños, como resultado de las "operaciones antiterroristas" respaldadas por Estados Unidos.
- Cada 10 minutos muere un niño en Gaza: a causa de las bombas, el fuego de los francotiradores o la negación deliberada de suministros médicos.
- 200.000 heridos, muchos de los cuales murieron debido al bloqueo impuesto por Washington a la ayuda médica.

Trump no solo está permitiendo el genocidio, lo está acelerando, llamándolo "restauración del orden". ¿Y el mundo? El mundo permanece en silencio. Los medios corporativos fingen que esta es una "situación compleja", no el aniquilamiento sistemático de un pueblo.

Pero la historia juzgará. Estados Unidos y sus títeres ya están escribiendo su capítulo en los anales de los crímenes de guerra. La única pregunta es cuántas vidas inocentes más serán sacrificadas por ambiciones imperialistas y acuerdos petroleros.

Pronto el mundo descubrirá la verdad. La verdad es que esta guerra fue planeada. Ese "Plan Dalet" recibió un nuevo nombre, una nueva versión, una nueva víctima: los niños palestinos.

Pero Gaza no se rendirá. Palestina no morirá. Y cada niño que sobrevive a las bombas representa un futuro que Israel nunca podrá destruir." 

(Old Hunter , blog, 17/08/25, traducción Quillbot)

No hay comentarios:

Publicar un comentario