15.11.25

Las energías renovables le ahorran a la economía española 23.000 millones de euros... Producen más de la mitad de la electricidad que necesita el país (han supuesto el 56,8% de toda la producción eléctrica nacional en 2024), han aportado este curso pasado a las arcas del Estado cerca de 1.500 millones de euros en impuestos, mantienen 125.000 puestos de trabajo (más de 80.000, empleo directo) y ahorran. Ahorran emisiones de gases de efecto invernadero (en 2024 evitaron la emisión de 69,6 millones de toneladas de CO2e) y ahorran recursos económicos: más de 23.000 millones de euros en un año. ¿Su coste, el coste «en subvenciones» del parque renovable nacional? 3.129 millones de euros. Estos son los datos (Antonio Barrero F.,)

 "La Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) acaba de presentar su último Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España. El informe (de casi 160 páginas) ha sido elaborado por la consultora Deloitte, recoge todas las magnitudes clave del sector (datos consolidados al cierre de 2024), dedica un capítulo específico en esta edición, por primera vez, al biogás y al biometano y analiza, por fin, y también por primera vez en esta edición, el gasto sanitario evitado (menos humo en el aire, gracias a las renovables, se traduce en menos enfermedades –y menos bajas laborales– por problemas respiratorios o cardiovasculares). Son muchos en fin los datos que pone sobre la mesa el Estudio de APPA Renovables, pero quizá los más gruesos son los relativos al ahorro. A saber: las fuentes de energía renovable (el Sol, el viento, el agua, la biomasa) le han ahorrado al país más de 23.000 millones de euros en 2024.

Deloitte desglosa la cuenta así

 El aprovechamiento de las fuentes de energía renovable –para la generación eléctrica, la producción de calor o el transporte- le ha permitió al país evitar en 2024 la importación de 25,4 millones de toneladas equivalentes de petróleo en combustibles fósiles. España no ha importado esa enorme cantidad (más de 25 millones de toneladas) de carbón, petróleo o gas porque los servicios que antes prestaban esos combustibles (la susodicha producción de electricidad, calor o movimiento) ahora los prestan las energías renovables: movemos vehículos con electricidad o biocombustibles; producimos calor con biomasa, biogás o biometano -o con electricidad-; y generamos energía eléctrica con el Sol, el agua o el viento, electricidad que luego empleamos de mil modos distintos. Y ello ha supuesto en 2024, según Deloitte, un ahorro económico equivalente de 14.729 millones de euros. Respecto al año anterior (2023), las energías renovables han incrementado las «importaciones evitadas» en un 3,2% en términos energéticos, porque ha habido más potencia renovable instalada (más parques eólicos y solares) y por ello más energía renovable (autóctona) a nuestra disposición, energía pues que no ha habido que importar.

¿Consecuencia primera? Los miles de millones que hubiesen acabado en las naciones que le venden a España petróleo o gas se quedan en la economía patria, a diferencia de los miles de millones que sigue empleando el país en importar esos combustibles (según el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, España importó el año pasado productos energéticos por valor de… 58.527 millones de euros, es decir, que si bien es cierto que han sido muchas las importaciones evitadas con la producción renovable, no lo es menos que aún queda mucho trecho por recorrer en pos del horizonte de la soberanía energética (los principales vendedores de petróleo y gas a los que España ha comprado esos productos en 2024 han sido, por cierto, Argelia, Rusia, Estados Unidos, Nigeria, Arabia Saudí).

Pero estábamos hablando del ahorro que sí producen las energías limpias
El otro gran ahorro que han producido las energías renovables en la España de 2024 (la analizada en este último Estudio Macro de APPA) es el relativo a los derechos de emisión. El productor de electricidad (Iberdrola, Endesa, Naturgy) que, en vez de “en-placar” rayos de Sol o turbinar el viento en un aerogenerador, eligió en 2024 quemar gas, diésel o carbón para producir esa energía eléctrica, produjo también CO2, y eso –emitir CO2– requiere de un derecho, que tiene un precio.

El productor tiene que comprar ese derecho, ergo lo tiene que pagar, y por supuesto que ese pago lo acaba repercutiendo en el precio del kilovatio hora que compra el usuario final, vamos, que ese “quien contamina paga” acabamos costeándolo los consumidores y usuarios… Lo paga el usuario final o se lo acaba ahorrando si no hay que repercutirlo porque resulta que el generador fue un productor de energía renovable, su producción no emitió CO2 y por eso no tuvo que comprar ningún derecho y no tuvo que pagarlo, ni repercutirlo en su producto. ¿Ahorro país? 4.541 millones de euros, según Deloitte.

Y el tercer gran ahorro que han producido en 2024 las energías renovables en España ha sido el referido al gasto sanitario: 4.345 millones de euros en gasto sanitario evitado. “El uso de combustibles fósiles –destaca Deloitte en el informe de APPA– emite contaminantes, como dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y otras partículas en suspensión, los cuales están estrechamente vinculados a enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Al disminuir estas emisiones –señala el Estudio Macro–, las energías renovables contribuyen a mejorar la calidad del aire y a reducir la incidencia de asma, bronquitis y otras afecciones respiratorias”.

Deloitte destaca en el Estudio Macro de APPA que la contaminación atmosférica incide «en la mortalidad prematura, en los ingresos hospitalarios por enfermedades y en los costes sanitarios asociadas a la calidad del aire».

Por otra parte -añaden los autores del informe-, aunque el CO2 no es directamente tóxico, su contribución al cambio climático genera impactos en la salud «como, por ejemplo, olas de calor o malnutrición. «De acuerdo con las estimaciones sobre el impacto de los gases contaminantes en la mortalidad prematura, en 2024 las energías renovables habrían evitado aproximadamente -concreta la consultora- 23.198 muertes prematuras» (Deloitte cita sendos estudios de Silva, West, Selin y Jacob -2017. Global premature mortality due to anthropogenic outdoor air pollution and the contribution of past climate change; y Buonocore, Luckow, Spengler, Biewald, Burtraw y Levy: 2014. Health co-benefits of carbon standards for existing power plants).

La consultora, que lleva casi veinte años firmando Estudios Macro para el sector renovable (no solo para APPA, sino también para la Asociación Empresarial Eólica, por ejemplo) concreta así que el «coste sanitario/social evitado en España derivado de las renovables» ha ascendido a 4.345 millones de euros en 2024.

En total, la economía nacional se ha ahorrado en 2024 gracias a la producción renovable 23.615 millones de euros, según el Estudio Macro 2024 de APPA.

El informe en todo caso también revisa el otro plato de la balanza, el de los costes de las renovables. Y el guarismo es también muy concreto. Las energías renovables le han costado en 2024 a los usuarios del sistema eléctrico nacional 3.129 millones de euros, cantidad que hemos abonado a esas tecnologías en concepto de primas o subvenciones (los gobiernos Aznar y Zapatero establecieron unas ayudas -coloquialmente denominadas privas- a esas tecnologías para que, aparte del precio de mercado se les añadiese una subvención por kilovatio hora producido en tanto en cuanto eran tecnologías que no emitían, y no emiten, CO2).

Pues bien, esas primas, que han percibido durante años la solar fotovoltaica, la eólica, la termosolar y otras tecnologías, poco a poco van expirando (las ayudas tenían fecha de caducidad) y de ahí que ahora solo supongan esos 3.129 millones de euros, cantidad muy menor en comparación con todos los ahorros susodichos. «Las renovables son la mejor inversión que ha hecho este país en las últimas décadas«, decía hace unos días, en el acto de presentación del Estudio Macro 2024 de APPA, el presidente de la Asociación, Santiago Gómez Ramos.

En todo caso, y de vuelta al otro plato de la balanza -presume el sector-, desde el punto de vista fiscal, las renovables han percutido un «impacto positivo» de (han pagado en impuestos) 1.457 millones de euros en 2024, cantidad que Deloitte concreta: 482 M€ en Impuesto sobre Sociedades, 84 M€ del gravamen temporal energético, 319 M€ en otros tributos (de carácter local y/o autonómico) e impuesto a la generación eléctrica (572 M€). Eso, desde el punto de vista fiscal. Desde el punto de vista social, el sector ha empleado a 126.574 personas en 2024 (más de ochenta mil empleos directos).

En lo que se refiere al PIB nacional, el sector de las energías renovables ha aportado globalmente en 2024 (aportación directa) más de diez mil millones de euros. O setenta mil millones de euros de aportación en el último quinquenio, según los datos recabados por Deloitte. "

(, Energías Renovables, 11/11/25)

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