"Yang Ping (杨平) es un destacado académico y editor de la comunidad intelectual y cultural de China. Es fundador, presidente honorario y editor jefe de la publicación china de Wenhua Zongheng (文化纵横), una revista líder del pensamiento político y cultural contemporáneo en China. Desde su fundación en 2008, esta publicación se ha convertido en una de las plataformas de pensamiento más importantes del país. Asimismo, fundó la revista Estrategia y Gestión (战略与管理) en 1993.
La llegada del segundo mandato del presidente Donald Trump, en adelante, Trump 2.0, ha sido un torbellino. En poco más de 100 días, su gobierno ha reducido drásticamente los servicios de administración pública, anunciado una rápida retirada de Ucrania, iniciado una nueva y agresiva guerra arancelaria y traicionado a sus aliados tradicionales en Europa. Las nuevas políticas de Trump han sumido a Estados Unidos y al mundo en el caos.
¿Cómo debemos interpretar las formas de gobierno de la era Trump 2.0? ¿Qué factores subyacentes explican su comportamiento aparentemente arbitrario? ¿Qué impacto tendrá esta era en China y el mundo? ¿Cómo cambiará el mundo a consecuencia de esto? Estas son preguntas urgentes y apremiantes para una población global sumida en la ansiedad.
El período comprendido entre el primer mandato de Trump en 2016 y el inicio de la era Trump 2.0 en 2024 ha dejado claro que su base política está compuesta por amplios sectores marginados de la sociedad estadounidense y por los nuevos movimientos sociales conservadores de derecha impulsados por estos grupos marginados. Trump no surgió de la nada, ni actúa por capricho. Más que la causa, es el producto de este poderoso movimiento ideológico. Para comprender la lógica subyacente a las acciones de Trump, hay que partir de su base social y del movimiento ideológico que lo sustenta.
Esta nueva ola de conservadurismo de derecha, ampliamente extendida en las sociedades occidentales, se diferencia del neoconservadurismo tradicional estadounidense. Se caracteriza por una clara postura antiliberal, con manifestaciones externas como la oposición a la inmigración, el relativismo de género y el libre comercio. Sin embargo, sus rasgos subyacentes reflejan sentimientos antiglobalización, antidemocráticos y antisistema. Ya no busca la universalidad de los valores liberales occidentales ni cree en las promesas de una utopía liberal. Se repliega hacia Estados Unidos bajo la consigna de America First [Estados Unidos primero]. Además, sus valores de comportamiento han regresado en gran medida a las tradiciones cristianas, particularmente a los fundamentalismos del cristianismo blanco.
El ascenso arrollador del nuevo movimiento conservador de derecha surge de la expansión desenfrenada del capitalismo de libre mercado. En los últimos 30 años, desde el fin de la Guerra Fría, hemos presenciado una imparable expansión global del capital y los valores individualistas bajo el estandarte del liberalismo. La codicia de la burguesía estadounidense ha alcanzado niveles sin precedentes, lo que ha exacerbado la desigualdad de ingresos, erosionado la moral social y desmantelado el tejido de las comunidades. En este contexto, la sociedad necesitaba urgentemente un movimiento de protección social para contrarrestar las fuerzas del mercado. El nuevo conservadurismo de derecha es un síntoma de esta necesidad de protección social.
Desde la perspectiva de la economía política marxista, el capitalismo se caracteriza por patrones cíclicos de expansión y contracción. La acumulación excesiva se generaliza debido a la sobreproducción, lo que conduce a una disminución de la tasa media de ganancia y a la alteración del equilibrio interno del capitalismo. En la era de la globalización, donde las fronteras nacionales se desdibujan constantemente, este movimiento cíclico se manifiesta como una expansión rápida y desequilibrada en todos los rincones del mundo, impulsando así el ascenso de nuevas potencias y el declive de las potencias tradicionales. La nueva ideología conservadora de derecha es un rasgo característico del ocaso de las potencias capitalistas tradicionales.
El nuevo conservadurismo de derecha es una ideología social que emerge durante el declive del capitalismo liberal. Su aparición y desarrollo siguen ciertos patrones. En primer lugar, surge a escala mundial: es producto de la expansión global del modo de producción capitalista. En segundo lugar, es duradero: mientras persistan la brecha de riqueza y la desintegración comunitaria causadas por el capitalismo liberal, perdurará la ideología del nuevo conservadurismo de derecha. La escala e influencia de esta ideología son inversamente proporcionales a deficiencias de gobernanza del capitalismo liberal. En tercer lugar, tiene características locales: el nuevo conservadurismo de derecha se combina con la historia y las condiciones nacionales de diferentes países, dando lugar a ideologías con rasgos distintivos. En cuarto lugar, posee características propias de su época. Por ejemplo, hoy, la nueva derecha en Europa no puede oponerse abiertamente al sistema democrático porque la democracia al estilo occidental se ha vuelto políticamente correcta y negarla tendría un costo significativo.
Dada la naturaleza prolongada de la ideología del nuevo conservadurismo de derecha, la era Trump es apenas su comienzo. Por ello, es extremadamente urgente y necesario analizar su relación con el mundo y con China.
El orden mundial experimentará una drástica reorganización y el caos se convertirá en la norma frente a la nueva ideología conservadora de derecha. Como sus valores son antiliberales, las alianzas lideradas por Estados Unidos y basadas en los valores liberales occidentales se dividirán y las relaciones entre amigxs y enemigxs en el mundo occidental se transformarán. Los aliados tradicionales de Estados Unidos buscarán una autonomía estratégica y romperán con la dependencia. Algunas potencias intermedias de Occidente formarán nuevas alianzas. Al mismo tiempo, el nuevo conservadurismo de derecha que emerge a nivel mundial intentará establecer una coalición de valores de derecha, en particular entre los nuevos movimientos de derecha en Estados Unidos y Europa, lo que forjará rápidamente conexiones espirituales y materiales profundas.
En este contexto, los países del Sur Global se verán marginados por la nueva derecha estadounidense, ya que sus preocupaciones en torno al desarrollo y la seguridad no serán priorizadas. Esta dura realidad obligará a algunos países del Sur Global que antes seguían al Norte Global a buscar nuevos caminos. Más aún, a medida que la ideología del nuevo conservadurismo de derecha se expanda por el planeta, las reglas y normas que han regido al mundo desde el fin de la Guerra Fría serán quebrantadas (o incluso completamente destruidas). Frente al estrecho nacionalismo de “Estados Unidos primero”, las reglas globales existentes dejarán de funcionar en gran medida, y resultará difícil establecer un nuevo sistema internacional. La eficacia de organismos internacionales como la Organización Mundial del Comercio y la Organización Mundial de la Salud disminuirá de manera significativa.
Bajo la influencia de la ideología neoconservadora de derecha, los países occidentales se ven dominados por el nacionalismo y el populismo, lo que hace altamente probable los conflictos entre naciones y grupos étnicos. En tal entorno internacional, no es difícil imaginar que las contradicciones y conflictos desemboquen en guerra. Para China, el ascenso del nuevo conservadurismo de derecha también presentará desafíos significativos, al mismo tiempo que ofrecerá numerosas oportunidades nuevas.
En primer lugar, bajo la influencia de la nueva ideología conservadora de derecha, las relaciones externas de China experimentarán ajustes profundos. Si la administración Trump continúa viendo a China como su principal competidor estratégico, entonces la Unión Europea (UE), que anteriormente priorizaba los valores como su primer principio diplomático, se distanciará de EE. UU. y reajustará sus relaciones con China por su propio interés. De manera similar, los aliados asiáticos de EE. UU., como Japón y Corea del Sur, también ajustarán sus relaciones con China en respuesta a que Estados Unidos persiga estrictamente sus propios intereses nacionales.
En segundo lugar, la naturaleza de la confrontación entre China y el Norte Global liderado por Estados Unidos cambiará de manera significativa. El eje se desplazará de la lucha ideológica, centrada en los conceptos occidentales de “democracia, libertad y derechos humanos”, hacia una lucha en torno a los intereses nacionales, caracterizada por la política de “Estados Unidos primero”. Como el nuevo conservadurismo de derecha es antiliberal y xenófobo, ya no posee una pretensión de universalidad y, por lo tanto, pierde de manera considerable su atractivo para la humanidad. En consecuencia, la contradicción principal de la lucha ideológica de China en la política internacional pasará de ser una disputa de valores a estar centrada en los intereses nacionales.
En tercer lugar, la defensa por parte de China de una “comunidad de futuro compartido para la humanidad” constituye una respuesta profunda al creciente anhelo de la sociedad humana por nuevos valores universales en tiempos de gran agitación. Con el lanzamiento de la “Iniciativa para el Desarrollo Global” (IDG), la “Iniciativa para la Seguridad Global” (ISG) y la “Iniciativa para la Civilización Global” (ICG), China ha propuesto un conjunto de valores capaces de reemplazar el decadente orden liberal occidental y de trazar un nuevo rumbo para la sociedad humana. En un momento en que el nuevo conservadurismo de derecha se extiende en Estados Unidos, China debería impulsar con más fuerza el concepto de la “comunidad de futuro compartido para la humanidad” y ofrecer interpretaciones político-económicas y filosóficas de sus profundas connotaciones teóricas. Este concepto debe ser teorizado y sistematizado para ganar corazones y mentes en esta era de agitación.
Por último, en un momento en que las relaciones entre amigxs y enemigxs atraviesan cambios drásticos, China debería mantener al Sur Global como su principal orientación estratégica, unir a la mayoría de los países del Sur Global y conformar un frente unido en esta nueva era. El razonamiento detrás de ello no es complicado. Estados Unidos no renunciará a su intención estratégica de contener a China, y la Unión Europea vacilará debido a sus valores liberales. Solo el Sur Global, en especial aquellos países que buscan desprenderse del mundo unipolar dominado por Estados Unidos, podría ser aliado de China en la construcción de un nuevo sistema internacional multipolar. La diferencia respecto a la estrategia de los “Tres Mundos” de Mao Zedong radica en que la estrategia actual de China no se limita a delinear una vasta zona intermedia en medio de la rivalidad entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Busca liderar a las naciones del Sur Global en el esfuerzo por crear un mundo multipolar, igualitario y ordenado.
La llegada de la era Trump 2.0 marca el inicio de una gran era de caos, con una agitación que no hará más que intensificarse y superar constantemente nuestras expectativas. Por ello, debemos estar preparadxs." (Yang Ping, Tricontinental)
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