17.1.25

En la derecha no se valora el buen gobierno, la transparencia y la verdad, sino que, pase lo que pase, seas capaz de negarlo para salir indemne con descaro... Por eso el PP tributó un homenaje a Mazón... Todo sienta precedentes. Que Ayuso ganara las autonómicas tras aprobar un protocolo que condenó a la muerte a más de siete mil ancianos en plena pandemia marcó el camino. También que despeñara de un quinto al líder de su partido, Pablo Casado, después de que este desvelara los negocios de su hermano en el tráfico de mascarillas... Ayuso es la líder indiscutible de la derecha, por encima de Feijóo o Moreno Bonilla, porque tiene un sistema de medios que dependen de ella. Líder de la derecha hasta sus confines porque supera a Abascal en el manejo de un argumento populista tan extremo como desee... Pero, además de todo esto, Ayuso concita la admiración de la masa social de derecha, una que en Madrid empieza a confundirse con el sentido común, porque es capaz de eclipsar con su arrogancia a la realidad más cruda... De ahí que la respuesta de Nacho Cano —amigo, protegido, momia cultural con un singular manejo de lo hortera— responda amenazando al presidente del Gobierno ante el quebranto de la ley laboral por el que es investigado. No es una anécdota, es el modelo... lo esencial de todo este caso, no es sólo que la pareja de Ayuso esté investigado por estafar a Hacienda, sino que en esa estafa, tanto como en el resto de confusas relaciones societarias y movimientos de capitales, estaba presente, de una u otra forma, el presidente de Quirón Prevención, compañía que obtiene unos cuantiosos beneficios del modelo de privatización sanitaria bajo el mando de Isabel Díaz Ayuso... En otro tiempo, en otro lugar, los protagonistas de este esperpento primero lo hubieran negado todo. Después, tras conocerse las pruebas, hubieran fingido que ellos tan sólo pasaban por allí. Aquí y ahora, sin embargo, el modelo Ayuso logra no sólo que este caso no les afecte, sino que además les faculta para convertirlo en un arma arrojadiza contra Moncloa. Y lo más importante, les permite indignarse y manejar el agravio cuando alguien intenta someterlos a las reglas comunes (Daniel Bernabé)

 "El aplauso es un gesto cultural que tributamos para mostrar agradecimiento o rendir homenaje en público. Cuando posee una duración e intensidad especiales, el aplauso se transforma en ovación. Justo esto, ovacionar, es lo que el PP hizo con Carlos Mazón el pasado domingo.

Creo que hay cosas que conviene no dejar pasar y esta ovación es una de ellas. ¿Qué pretendía premiar el PP? Sabemos que Mazón y su equipo actuaron de la peor manera posible al gestionar la dana del 29 de octubre: con irresponsabilidad, opacidad y mentiras. Pero a pesar de las pruebas, a pesar de las masivas manifestaciones pidiendo su dimisión, siguen en el cargo como si nada. Por eso el PP tributó un homenaje a Mazón.

En la derecha no se valora el buen gobierno, la transparencia y la verdad, sino que, pase lo que pase, seas capaz de negarlo para salir indemne con descaro. Todo sienta precedentes. Que Ayuso ganara las autonómicas tras aprobar un protocolo que condenó a la muerte a más de siete mil ancianos en plena pandemia marcó el camino. También que despeñara de un quinto al líder de su partido, Pablo Casado, después de que este desvelara los negocios de su hermano en el tráfico de mascarillas.

Ayuso es la líder indiscutible de la derecha, por encima de Feijóo o Moreno Bonilla, porque tiene un sistema de medios que dependen de ella. Líder de la derecha hasta sus confines porque supera a Abascal en el manejo de un argumento populista tan extremo como desee. Administra una comunidad postrada al servicio de poderosos intereses empresariales. Además sirve de referencia al pujante movimiento reaccionario.

Pero, además de todo esto, Ayuso concita la admiración de la masa social de derecha, una que en Madrid empieza a confundirse con el sentido común, porque es capaz de eclipsar con su arrogancia a la realidad más cruda. De ahí que la respuesta de Nacho Cano —amigo, protegido, momia cultural con un singular manejo de lo hortera— responda amenazando al presidente del Gobierno ante el quebranto de la ley laboral por el que es investigado.

No es una anécdota, es el modelo. El modelo Ayuso marca que una minoría está exenta de cumplir las más elementales normas comunes. Si a nivel social esta minoría puede ser identificada como el conglomerado económico que la sustenta, a nivel individual es todo aquel que pueda esgrimir con éxito algún grado de cercanía con la presidenta madrileña. Mientras, el resto aplaude y baila el burrito sabanero.

Todo el mundo, incluso los damnificados, sabe cómo funciona esta aristocracia con olor a entresijos. El sistema clientelar, al menos, repartía dádivas, mientras que al modelo Ayuso le sobra con repartir ilusiones. Casi todos consienten porque aspiran a ser como ellos. A más desigualdad, más ganas de trepar a costa del de al lado. La celebrada emancipación de los sinvergüenzas.

Por todo esto, el mandarín de la corte de Sol, Miguel Ángel Rodríguez, se permite adelantar, desde hace meses, las decisiones judiciales sin que nadie parezca muy preocupado. Entre sus atribuciones está la de amenazar a periodistas, mentir en el Tribunal Supremo y fabricar bulos con los que proteger a su jefa y allegados. De momento, declarará antes el Fiscal General que el comisionista que vive con Ayuso en dos pisos de lujo pagados de manera opaca. 

Con lo de García Ortiz podemos perder el tiempo que quieran. Explicar que el juez Hurtado no ha tenido en cuenta el testimonio de dos periodistas de la SER y elDiario, que explicaron en sede judicial cómo consiguieron el correo sobre el que se centra la investigación por revelación de secretos horas antes de que lo pidiera por vía interna el fiscal general. O decir, simplemente, que ya sabemos lo que hay.

Ayuso ha anunciado una comparecencia, el miércoles 15, para deleitarnos con sus opiniones al respecto de que, para salvar a su pareja y por tanto a ella misma, su aparato de las tormentas haya puesto en funcionamiento una “auténtica caza de brujas” que está poniendo en “verdadero peligro” la “autonomía del Ministerio Fiscal, pieza fundamental de la justicia democrática”, según la Unión Progresista de Fiscales.

La investigación contra García Ortiz, una que como tantos otros casos últimamente se sustenta más en la zarzuela que en lo procesal, le valió a Ayuso para adelantar este martes, ante la corona de micrófonos que siempre la rodea, que todo se trata de una operación que “ha urdido el presidente del Gobierno” en su contra al estilo del "Watergate", “dinamitando el Estado de derecho”.

Y no, hay cosas que no deberíamos dejar pasar. A Alberto González Amador, que el mandarín de Miguel Ángel Rodríguez calificó de hombre honorable y brillante, se le está investigando no por orden de Pedro Sánchez, sino en dos piezas abiertas por la justicia, después de una investigación de la Agencia Tributaria, por fraude contra Hacienda, falsedad documental y corrupción en los negocios.

Fraude fiscal, facturas adulteradas y negocios turbios que no se dieron en el sector de la automoción o la remolacha azucarera, sino en el sector sanitario, en el que la pareja de Ayuso operaba como comisionista. Ese fraude tuvo lugar sobre unas ganancias de dos millones de euros, por una operación en la que estuvo implicado Fernando Camino, presidente de Quirón Prevención, compañía clave para entender el negocio de la privatización sanitaria en Madrid.

González Amador no sólo multiplicó por cuatro su facturación con Quirón desde que empezó a ser pareja de Ayuso, sino que, unos meses después de cerrar aquel fabuloso trato, compró una sociedad a la mujer de Camino por medio millón cuando su valor no llegaba a los tres mil euros. Esta manera de proceder se asemeja a la que repitieron en otros cambalaches, según la investigación de Hacienda, tomando como base acuerdos entre Quirón y las empresas de González Amador para la realización de análisis a plantillas, como ya les contamos con detalle en infoLibre.

La cuestión, y aquí viene lo esencial de todo este caso, no es sólo que la pareja de Ayuso esté investigado por estafar a Hacienda, sino que en esa estafa, tanto como en el resto de confusas relaciones societarias y movimientos de capitales, estaba presente, de una u otra forma, el presidente de Quirón Prevención, compañía que obtiene unos cuantiosos beneficios del modelo de privatización sanitaria bajo el mando de Isabel Díaz Ayuso.

En otro tiempo, en otro lugar, los protagonistas de este esperpento primero lo hubieran negado todo. Después, tras conocerse las pruebas, hubieran fingido que ellos tan sólo pasaban por allí. Aquí y ahora, sin embargo, el modelo Ayuso logra no sólo que este caso no les afecte, sino que además les faculta para convertirlo en un arma arrojadiza contra Moncloa. Y lo más importante, les permite indignarse y manejar el agravio cuando alguien intenta someterlos a las reglas comunes. Esto, y no otra cosa, es lo que votan, es lo que aplauden, es lo que consienten."

(Daniel Bernabé, InfoLibre, 14/01/25) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario