"El Gobierno de Mariano Rajoy se resiste, de momento, a solicitar la ayuda financiera que permitiría al Banco Central Europeo (BCE) iniciar el programa de compra de deuda
que rebajaría de forma significativa la prima de riesgo y mejoraría la
liquidez del sistema. Inversores y analistas esperan una decisión.
Sobre
todo porque apostaron a que el Ejecutivo cedería antes de que terminara
octubre. Pero cuatro meses después de que Mario Draghi, presidente del
BCE, anunciara a finales de agosto un salvavidas para los países en
apuros, que incluye una bazuca para comprar deuda pública de forma
ilimitada, el Gobierno aún juega a evitar el rescate, a esconderse de
él.
“Si en julio alguien preguntaba si España estaría en la situación que
está ahora en materia de financiación, nadie habría apostado a que
ocurriría esto”, aseguraba el viernes José Manuel González Páramo,
exmiembro del BCE, a Bloomberg. (...)
España acumula una deuda que ronda los tres billones de euros, con b,
—tres veces el PIB—. Empresas y familias deben unos dos billones y el
sector público otros 800.000 millones. El interés que se paga por este
dinero marca la diferencia entre sobrevivir o caer al abismo. Los 775
puntos de julio no eran soportables. Pero la situación ha cambiado.
En las últimas semanas la prima de riesgo se ha relajado.
El viernes cerró en 393 puntos básicos tras ceder unos 50 puntos en las
últimas semanas porque en breve llegará el dinero de Bruselas —unos
37.000 millones— para sanear los bancos con problemas. (...)
Pero el sector privado sigue seco, altamente endeudado y con dificultades para financiarse, lo que lastra su competitividad. (...)
“Es verdad que (las empresas) pierden competitividad, que afecta a
las exportaciones, pero una prima de riesgo alta afecta sobre todo a la
capacidad productiva del país, a la propia economía", reflexiona. “Pagar
un tipo por encima del crecimiento nominal de la economía es elevado.
España debería pagar un interés del 2%-3%”, desliza.
Rebajar la prima hasta los 200 puntos parece una quimera sin la
intervención del BCE. ¿Podrá evitar el Gobierno el rescate? “Hay
argumentos en contra y a favor. La situación es ahora más estable que en
verano y se podrá negociar mejor.
Pero el día que España pida el
rescate perderá capacidad de negociación en Europa en un momento en el
que se están discutiendo los Presupuestos europeos 2014- 2020”, explica
Fernández-Villaverde. (...)
Si España pide la ayuda, ésta deberá ser aprobada por unanimidad por
cada uno de los parlamentos europeos —cuestión relevante, según insisten
en el Gobierno—. Hasta ahora Alemania y otros socios del norte (Holanda
y Finlandia) se habían mostrado reticentes a que España recurriera al
mecanismo del BCE.
Habrían frenado con sordina el rescate español, según
fuentes europeas. Mientras, Francia e Italia intrigaban para acelerar
la ayuda española y levantar un cortafuegos ante los crecientes riesgos
sobre sus economías. Pero en las últimas semanas Alemania parece haber
flexibilizado su postura. (...)
La decisión está ahora en manos de Rajoy. España podría aguantar
salvo que se produzca un nuevo ataque especulativo sobre su deuda. Eso
pasaría si las agencias de calificación cuestionan su capacidad para
pagarla. (...)
A pesar de todo, el Gobierno estudia cómo escapar del rescate que
exigiría duras condiciones: una vuelta de tuerca al mercado laboral,
reforma de las pensiones, nueva subida del IVA….
“Si no terminamos de
pedirlo puede cumplirse la profecía autocumplida en sentido positivo:
los mercados piensan que como España va a pedir el rescate compran
bonos, como compran bonos, mejora la situación y como hay más acceso a
los mercados España no necesita pedir el rescate”, zanja Cano." (
Jesús Sérvulo González
, El País, Madrid
2 DIC 2012)
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