"Si Isabel Díaz Ayuso puede pastorearnos con sus tonterías es porque sabe que le prestamos atención y porque los viejos no le importan a nadie. Si pudo dejar morir a 7291 ancianos sin cuidados paliativos y sin atención hospitalaria a nadie le importa si comen con solo seis euros al día. Y de que eso le salga gratis la culpa la tenemos todos, incluso tú, que me estás leyendo
Isabel Díaz Ayuso ha vuelto a conceder a la empresa FEMAR la alimentación en las residencias de mayores y de menores tutelados. El contrato incluye una asignación de 6,48 € para los ancianos para que por día tengan desayuno, comida, merienda y cena. Sí, 6,48 euros. No es un error. Con ese dinero puedes comprar un litro de leche, un paquete de galletas, un paquete de arroz, un bote de tomate frito y unas latas de atún de las más baratas. Y apáñatelas todo el día. Todos los días del resto de tu vida. Esa es la alimentación que Isabel Díaz Ayuso considera aceptable para los más vulnerables, para quienes no importan, para los viejos que se acabarán muriendo de pena en apartaderos que se parecen más a leproserías que a unas residencias del primer mundo. Total, se iban a morir igual.
El trilerismo de Ayuso y su jefe de gabinete es de categoría porque consigue desviar la atención siempre hacia donde ellos quieren. Hay que reconocerles un valor superior en esa estrategia de desvío de la opinión pública hacia las causas que más les interesan opacando todas las que les pueden perjudicar o simplemente no les son las más propicias. Igual que casi nadie conoce el caso de Ana Millán, como escribía ayer Ignacio Escolar, pocos conocen las condiciones deplorables de la atención a nuestros mayores y menores tutelados. Madrid es una trituradora de todas aquellas noticias que perjudican a la pervivencia del poder establecido.
El negocio Madrid tiene que seguir adelante y para ello es preceptivo activar todos los resortes necesarios, desde el poder judicial a los medios regados de publicidad institucional, para que Ayuso como pepera consorte continúe en el poder facilitando a unos pocos seguir haciendo ingentes cantidades de dinero y a cambio poder vivir en áticos de dudosa procedencia. No tenemos nada que hacer en al menos una década quienes creemos en la justicia social y en la igualdad de oportunidades en una región destinada a ser solo para unos pocos con la mano de obra del sur de Madrid o el norte de Toledo. No hay previsiones halagüeñas en el corto plazo para recuperar nuestra comunidad no porque Ayuso sea invencible, porque ella no es más que una pieza prescindible de una maquinaria muy superior, sino porque Madrid lleva siendo durante años un botín demasiado sustancioso como para permitir que se ponga en riesgo con políticas redistributivas. Por eso harán lo que haga falta, lo que sea, incluso tamayazos mediante, para mantener a buen recaudo los millones de euros que genera la capital para los más ricos.
La lástima es que eso funciona así porque aquellos que nunca podrían vivir por sus propios medios en un residencia privada no levantan la voz cuando ven cómo se maltrata y malnutre a los pobres ancianos que también seremos algún día. Porque la mayoría de la población madrileña necesitará en algún momento un Estado asistencial que la proteja cuando no sea capaz de asistirse por sus propios medios, porque llegará el día en que seas tú el que coma esa bazofia de 6,48 euros por al día. Aunque no sea por empatía, aunque solo sea por evitar que tú un día lo sufras ,es difícil comprender que se toleren estas aberraciones a Ayuso sin que acabe avergonzada en cada paseo por la calle. Para que eso se produzca existe un autoengaño aspiracional que hace creer a muchos de sus votantes que ellos algún día podrán pagarse una residencia privada. Habrá quien lo logre, la mayoría comerá bazofia y puede que lo merezca.
Es bastante probable que no hayas escuchado nada sobre la aberración que es alimentar a los ancianos de las residencias con 6,48 euros al día pero que sí que hayas escuchado a la lideresa hablar de un gobierno de España de tintes norcoreanos. Puede que consideres que toda la culpa es de los medios, pero también es tu responsabilidad por no preocuparte por las cosas que de verdad importan y prestar atención a gilipolleces de primer orden. Si Isabel Díaz Ayuso puede pastorearnos con sus tonterías es porque sabe que le prestamos atención y porque los viejos no le importan a nadie. Si pudo dejar morir a 7291 ancianos sin cuidados paliativos y sin atención hospitalaria a nadie le importa si comen con solo seis euros al día. Y de que eso le salga gratis la culpa la tenemos todos, incluso tú, que me estás leyendo."
(Antonio Maestre , eldiario.es, 07/12/24)
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