"(...) El
endeudamiento privado tiene implicaciones graves a nivel
macroeconómico. Si no se resuelve, la salida de la crisis se hará más
lenta y costosa por varias razones. Para empezar, si todos los agentes
privados se dedican a descargar deudas se desata lo que ha denominado
una crisis de hojas de balance.
Esta crisis no tiene ningún mecanismo de
ajuste que permita corregirla y es 100 por ciento pro-cíclica. En
parte, esto explica por qué la política monetaria y fiscal es incapaz de
revertir la crisis.
En esta crisis de hojas de balance, el desapalancamiento es la clave.
Las empresas dejan de invertir y prefieren quitar presión a sus hojas de
balance. Los hogares reprimen el consumo porque prefieren reducir
endeudamiento corriente en todos los renglones: tarjetas de crédito,
autos, bienes de consumo, etcétera.
El renglón clave es el crédito hipotecario: pero aquí el poder de
negociación está del lado de los bancos y es difícil encontrar el
mecanismo de desapalancamiento. Es más, con la llegada de la crisis, el
valor de los activos inmobiliarios tiende a bajar y eso hace que el
consumo se recorte todavía más.
Si antes de la crisis la apreciación de
los bienes raíces era un catalizador del consumo, al estallar la burbuja
todo el proceso se revierte. Lo que era una caja de ahorro se convierte
en un pesado lastre.
El circuito se cierra al llegar a los bancos. El crecimiento de la
cartera vencida les envía una clara señal: deben limpiar sus hojas de
balance. De este modo, el sector bancario endurece las condiciones para
otorgar créditos y con ello se frena todavía más el ritmo de actividad a
nivel macroeconómico.
La conclusión es clara: restructurar la deuda privada es importante
desde el punto de vista macroeconómico. ¿Cómo deben compartirse los
costos de este proceso?
Es
evidente que los costos deben ser soportados de manera equitativa entre
deudores y acreedores, porque aquí tenemos un caso de responsabilidad
compartida.
Si ahora se dice desde el poder que los deudores no debieron
aceptar endrogarse con los bancos, hay que responder que los bancos
tampoco debieron ofrecer el río de crédito que descargaron sobre las
economías europeas.
No hay que olvidar que los bancos tenían interés en
que aumentara el endeudamiento privado y su modus operandi les permite
jugar un papel clave en los orígenes y evolución de la burbuja. Ellos
son, como diría Minsky, protagonistas centrales en la inestabilidad
financiera. (...)
La restructuración de la deuda privada debe pasar por una reducción en el monto del principal, recalendarización de los esquemas de pago y reducciones en las tasas de interés. Esto debe acompañarse de moratorias de pagos y, desde luego, en moratorias de las ejecuciones de juicios hipotecarios (lanzamientos).
La banca tiene que asumir una parte del costo de la restructuración. Poco importa que sean bancos nacionales o internacionales. (...)" (Alejandro Nadal, La Jornada, en Jaque al neoliberalismo,02/04/2014)
La restructuración de la deuda privada debe pasar por una reducción en el monto del principal, recalendarización de los esquemas de pago y reducciones en las tasas de interés. Esto debe acompañarse de moratorias de pagos y, desde luego, en moratorias de las ejecuciones de juicios hipotecarios (lanzamientos).
La banca tiene que asumir una parte del costo de la restructuración. Poco importa que sean bancos nacionales o internacionales. (...)" (Alejandro Nadal, La Jornada, en Jaque al neoliberalismo,02/04/2014)
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