"(...) Hace justamente un año, el Fondo de Reestructuración Ordenada
Bancaria (FROB) sorprendió a la ciudadanía anunciando que se disponía a
realizar un análisis pormenorizado de aquellas operaciones irregulares
pergeñadas en las entidades nacionalizadas (Bankia, CatalunyaBanc y por
ahí), para llevar ante la Justicia a quienes se hubieran enriquecido
ilegalmente con ellas.
Los responsables del Fondo decían haber activado
“un protocolo de detección de las operaciones que podrían ser
sospechosas, estando ya trabajando con los servicios de auditoría
interna de las entidades afectadas”.
El anuncio fue recibido como una
bocanada de aire fresco en el corrupto lodazal que nos inunda. Había
gente con mando en plaza que parecía dispuesta a mirarle los bajos a la
pandilla de sinvergüenzas que se enriquecieron en los años del boom
inmobiliario. Incluso un servidor dedicó al asunto el artículo
correspondiente al domingo 8 de septiembre de 2013 (“El FROB contra los
saqueadores de las Cajas”).
Desde entonces, una cortina de silencio ha
caído sobre tan bienintencionado proyecto. Cada vez que el experto de
Vozpopuli ha preguntado en el FROB por la marcha de las investigaciones,
no ha recibido más que respuestas evasivas. Silencio, la están
peinando.
En realidad, el propio FROB ya dio muestras de sus
reales intenciones cuando, en el propio anuncio de marras, septiembre
pasado, habló de “revisar las operaciones hechas durante los últimos 5
años”, un tope sorprendente que hacía sospechar sobre las intenciones
últimas de Economía y del Gobierno, toda vez que las mayores tropelías
se perpetraron en los años gloriosos de la burbuja inmobiliaria, es
decir, antes de 2008.
De Guindos dijo el viernes, en pleno escándalo del
“tarjeteo opaco”, que fue la auditoría interna de Bankia (ex Caja
Madrid) la que detectó hace meses el chanchullo y lo puso en
conocimiento, el 26 de junio pasado, de su principal accionista, el FROB
(dependiente de Economía), que a su vez dio aviso a Anticorrupción, que
ha sido quien finalmente ha pinchado el globo del escándalo.
El
ministro alardeó de que hay “unas 20 operaciones de posible
irregularidad que se han remitido a la Fiscalía”, cuando el propio FROB
anunció hace un año “tener detectadas 90 operaciones irregulares” de las
que, de momento, solo han salido dos a la luz: las tarjeras pecaminosas
de Caja Madrid, y las dietas de infarto de Modesto Crespo, ex
presidente de la CAM. Una miseria comparada con la multitud de
operaciones fraudulentas que llevaron a la mayoría de las Cajas a la
quiebra.
La
operativa era fácil: se trataba de reunir varios equipos de expertos,
no demasiado numerosos -antiguos ejecutivos bancarios, inspectores del
BdE o similares-, y ponerlos a trabajar con el material facilitado por
el FROB sobre todas las operaciones llevadas a fallidos en los últimos
15 años, que son las que metieron en pérdidas a la cuenta de resultados
vía provisiones y terminaron por comerse los recursos propios de las
entidades.
Ver qué tipo de garantías sobre tales operaciones se tomaron,
cuáles se han ejecutado y cuáles no y por qué. Qué favores se hicieron y
a quién. Los españoles tenían, tienen, derecho a saber qué es
exactamente lo que se ha tenido que comer el FROB al nacionalizar las
Cajas, y de dónde viene cada una de esas operaciones.
Derecho a saber
quién se ha enriquecido de forma fraudulenta con la quiebra de las
entidades. Y aquellos préstamos que tuvieran “bicho” dentro, llevarlos
directamente al fiscal para que procediera a poner a los responsables,
al dante y al tomante, frente a sus responsabilidades, caminito de Soto
del Real en los casos que fuera menester.
El FROB llegó a
contactar con muchos expertos en banca, no pocos de ellos prejubilados,
para contarles sus planes y mostrarles su deseo de integrarlos en esos
equipos. De la iniciativa nunca más se supo.(...)
Parte importante de los fallidos de las Cajas y del gran boquete que ha
sido necesario financiar con los 100.000 millones concedidos a España,
se han ido por el desagüe de las plusvalías que un ramillete de listos
se han metido en el bolsillo. ¿Dónde está ese dinero? ¿Adónde ha ido a
parar? ¿Ha pagado los correspondientes impuestos?
La respuesta a estas
preguntas hubiera sido fácil si de verdad el FROB, es decir Economía, es
decir el Gobierno de la nación, hubiera querido desenmascarar a los
pocos que se han enriquecido a costa del empobrecimiento de muchos,
cumpliendo la promesa realizada hace poco más de un año de perseguir,
mediante la creación de los equipos aludidos, todas las operaciones con
visos de fraude que obran en su poder. (...)" (De cómo el FROB se olvidó de los saqueadores de las Cajas, de Jesús Cacho en vozpopuli.com, en Caffe Reggio, 05/10/2014)
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