1.3.15

Los griegos no fueron ni noqueados ni humillados... resisten. Son un ejemplo para Europa. Están librando una batalla por todos

"(...) En este primer asalto el objetivo de los sectores más reaccionarios del gobierno alemán, encabezados por su Ministro de Finanzas Schäuble, era dejar fuera de juego al nuevo Gobierno Griego haciéndole responsable del fracaso de unas negociaciones que podrían haber llegado a obligar a Grecia a salir del Euro, cuestión esta en la que coincidían con los sectores más extremos de Sryza que son, precisamente, los que han criticado el acuerdo.

Hay que recordar que en plena vorágine negociadora cuatro de los cinco miembros del Consejo asesor de Economía del gobierno Alemán (Lars Feld, Christoph Schmidt, Isabel Schnabel y Volker Wieland) hicieron pública su posición que se puede resumir en que la salida de Grecia del euro reforzaría al euro sistema, a la vez que manifestaban que la política de austeridad y consolidación fiscal no había fracasado. Opinión muy extendida en los medios conservadores alemanes y en la población alemana bombardeada por la propaganda. (...)

Pero más allá de seguir en pie, de no haber caído en la lona al primer asalto, -cuestión, por otra parte, nada despreciable- la pregunta que hay que hacerse es si el Gobierno Griego ha logrado algo. Veamos:

En primer lugar ha logrado recuperar el control sobre la elaboración del presupuesto griego. Algo básico para un gobierno que pueda calificarse como tal. Hasta ahora el anterior Gobierno Griego de Nueva Democracia y PASOK tan solo venía aplicando las órdenes que el Eurogrupo le dictaba en relación con las decisiones de gastos e ingresos públicos. 

Por su parte, la Troika enviaba regularmente una lista de comprobación de que todo lo que había impuesto se estaba cumpliendo. A partir de ahora será el Gobierno Griego el que proponga cómo alcanzar las obligaciones y sus compromisos presupuestarios. (...)

De acuerdo con las declaraciones públicas del nuevo Gobierno, cabrá esperar que primará el impulso de aquella inversión pública con mayor capacidad de impulsar la actividad económica y, con la reconstrucción del maltrecho Estado del Bienestar (3 millones de griegos han sido expulsados del sistema público de salud), acabar con aquellos gastos corrientes improductivos cuyo único cometido era sostener las estructuras clientelares de Nueva Democracia y del PASOK.

 Y desde el punto de vista de los ingresos, la lucha contra el fraude fiscal permitirá iniciar la recuperación de los ingresos públicos como fase previa a una profunda reforma fiscal progresiva menos sustentada en impuestos indirectos que agravan la caída de la demanda  (...)

En segundo lugar y en este sentido, dentro de los limitados márgenes que tiene el nuevo Gobierno Griego, son positivas las manifestaciones hechas por el Eurogrupo  de que “tendrá en cuenta las actuales circunstancias económicas para fijar el objetivo del superávit fiscal primario contenidas en el actúal programa”. El Gobierno Griego quiere situarlo por debajo del 2%. 

Éste superávit se situaba en un 3% y, para el próximo año 2016, en un 4,5%. La obtención de un mayor margen fiscal, si bien aún muy reducido, podría permitir incrementar la capacidad de Grecia para dedicar una mayor parte de su gasto público a las necesidades de los griegos y al crecimiento económico en lugar de al pago de la deuda.  (...)

Y en tercer lugar, Grecia también necesita medidas inmediatas de carácter humanitario: éste es el sentido de la restitución del salario mínimo a los niveles anteriores a las imposiciones de la Troika (el Gobierno Griego tiene intención de seguir adelante con la restitución progresiva del salario mínimo que, como muy bien explicó Varoufakis a sus colegas del Eurogrupo, no tiene influencia directa alguna en el incremento del gasto público); del restablecimiento del equilibrio en la relación de fuerzas de las instituciones del mercado de trabajo; de la recuperación de servicios básicos como la salud y la educación… medidas todas ellas que impulsarán, además, la creación de empleo. 

 Y cómo propone Syriza, Grecia debe dotarse de un sistema más sólido y progresivo de impuestos, que se apoye menos en la imposición indirecta y que sea capaz de gravar la renta y la riqueza. El nuevo gobierno también deberá luchar, sancionar y erradicar la corrupción y crear órganos independientes que fiscalicen las cuentas públicas y aumenten la credibilidad de los compromisos en materia fiscal.

 Los acreedores griegos deben reconocer la voluntad de cambio del Gobierno de Tsipras, si no quieren terminar de perder, ellos sí,  toda la credibilidad que aún les queda, porque todo apunta a que la postura de Alemania y de sus socios ideológicos (no les llamemos cómplices, acólitos ni secuaces… aunque lo merezcan) no está guiada por conceptos económicos sino por la ideología que sustenta las políticas de austeridad fracasadas.  (...)

El Gobierno Griego no ha ganado este primer asalto, pero tampoco lo han hecho los sectores más dogmáticos de las políticas de austeridad a ultranza que reclamaban una acción ejemplarizante que pusiera al Gobierno Griego al borde del precipicio para humillarlo y noquearlo. Ni está noqueado ni ha quedado humillado.

 Algún economista dice –irónicamente- que Tsipras ha logrado poner de acuerdo a todos los miembros del Eurogrupo. Tal vez sea cierto… para el descrédito de esos miembros. Pero lo que no ofrece dudas es que la dignidad del Gobierno Griego y la solvencia técnica de sus negociadores sí ha logrado la admiración y el apoyo de cientos de economistas y de millones de ciudadanos europeos en todos los estados miembros, Alemania incluida.

Que Alemania, al frente del Eurogrupo, podía aplastar a los griegos… eso ya lo sabíamos ¡Menudo descubrimiento! Pero resisten. Son un ejemplo para Europa. Están librando una batalla por todos. (...)"             (Declaración de la Junta Directiva de Economistas Frente a la Crisis EFC, 24/02/2015)

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