28.3.24

Se pueden aplicar políticas fiscales expansivas (aumentar gasto público y reducir impuestos) al mismo tiempo que baja el déficit y la deuda. Esto es lo que no entienden (o no quieren entender) los economistas convencionales. Ellos sólo entienden la austeridad como vía para cuadrar las cuentas. Y lo peor de todo es que nunca les sale bien. Pero no es magia, es economía (Eduardo Garzón)

Eduardo Garzón @edugaresp

A los economistas convencionales les cuesta entender esto: 1) en España el gasto público sube al mismo tiempo que el déficit público sobre el PIB baja, y 2) la recaudación sube al mismo tiempo que la presión fiscal sobre el PIB baja. Pero no es magia, es economía 

En 2023 la recaudación del IRPF ha subido casi un 10%, y la del IS un 9%, más que la inflación, básicamente por más empleo, más beneficios y más salarios. La recaudación del IVA y de los impuestos especiales ha subido menos que la inflación, por las reducciones impositivas.

 Y, sin embargo, la recaudación sobre el PIB ha bajado dese el 38,3% al 38%. ¿Cómo es posible? Pues fácil, porque el PIB ha crecido todavía más que la recaudación. Ya son dos años en los que la presión fiscal baja en España (habrás escuchado lo contrario por ahí...).

 En realidad, la presión fiscal subió varios puntos porcentuales entre 2019 y 2021, acercándose al nivel europeo, pero en 2022 y 2023 ha vuelto a bajar algo, ampliando de nuevo la brecha con Europa. La derecha habla siempre de esos primeros años, pero nunca de los últimos.

 Aunque a la derecha le parezca mal aumentar la presión fiscal, desde la izquierda llevamos muchos años exigiendo su aumento por mayores impuestos a grandes empresas y fortunas, y un descenso en impuestos injustos como el IVA. Sólo así se hace más justo el sistema tributario.

 Con respecto al déficit público, más de lo mismo: el gasto público no ha dejado de crecer y, sin embargo, el déficit sobre el PIB no ha dejado de bajar. Porque el PIB ha crecido más que el gasto. Por cierto, el déficit ha bajado más de lo previsto en cada año (no dan una...).

 En consecuencia, la deuda pública sobre el PIB también sigue bajando. Desde el año 2021 la deuda ha bajado desde el 125,3% al 107,7%. Esto es para los pesados que no paran de decir que la deuda pública está subiendo. Pues no, está bajando y lleva así 3 años.

 De nuevo, aclaro que la reducción per se del déficit público no es algo bueno. De hecho, mientras tengamos tasas de paro tan elevadas y necesidades sociales por cubrir, celebrar que el déficit baja es un error. Necesitaríamos más gasto (y déficit) para atender dichas necesidades.

 Pero aquí la clave es señalar que se pueden aplicar políticas fiscales expansivas (aumentar gasto público y reducir impuestos) al mismo tiempo que baja el déficit y la deuda. Esto es lo que no entienden (o no quieren entender) los economistas convencionales.

 Ellos sólo entienden la austeridad como vía para cuadrar las cuentas. Y lo peor de todo es que nunca les sale bien. Porque recortar gasto público y elevar impuestos destroza la economía, y así el déficit público sobre el PIB crece. Eso es la austeridad autoderrotada.

12:24 p. m. · 27 mar. 2024 29,1 mil Reproducciones

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