"(...) Caldas duda de que la Toika –cuyos técnicos llegaron el
jueves a Lisboa para la primera valoración del nuevo presupuesto–,
acepte el programa del nuevo Gobierno luso.
Las agencias de calificación
de deuda ya han insinuado que el giro anti austeridad puede ser
castigado en sus ratings. “ Costa sabe que tendrá que negociar duro y su
éxito puede depender de lo que pase en España; un gobierno de
izquierdas en Madrid sería una ayuda enorme”, dijo Caldas.
Pero la anti
austeridad en un sólo país (o incluso dos o tres) difícilmente dará
resultados sin un cambio de toda la estrategia europea. Esto requeriría
que países acreedores como Alemana u Holanda bajen sus gigantescos
superávit por cuenta corriente –el 8% del PIB en el caso alemán– para
facilitar una expansión de la demanda en toda Europa.
EL APOYO DE ESPAÑA
En estos momentos, la caída del precio del
petróleo ha ayudado a equilibrar las cuentas eternas de los países
periféricos pero la expansión de la demanda interna en Portugal o España
difícilmente no generará problemas externos otra vez.
Según el informe
¿Ha funcionado la austeridad en España? del Centro de Investigación
Económica en Washington (CEPR), la recuperación en España se debe más al
incumplimiento de la meta de reducción del déficit que al éxito de la
devaluación interna y el crecimiento caerá en picado si se vuelve a la
austeridad dura.
Es más, ni se ha empezado a afrontar la cuestión de la
gigantesca deuda periférica. “ Costa sabe que es necesario un plan
europeo de inversión y la creación de deuda europea; por eso ha apoyado
nuestra propuesta”, afirma el economista británico Stuart Holland,
radicado en Coimbra, coautor con el ministro griego Yanis Varufakis de
un plan de reestructuración de la deuda soberana y de emisión de nueva
deuda europea mutualizada.
Mientras tanto ¿será posible avanzar con la austeridad
en un país pequeño como Portugal con o sin el apoyo de España? “Es
posible y necesario que haya un cambio de actitud respecto a los
salarios y las pensiones”, dice Francisco Louça, economista de la
Universidad de Lisboa y ex líder del Bloco de Izquierdas el partido cuyo
voto más creció en las elecciones.
“Pero el cambio será amenazado por
presiones europeas muy ideológicas”. Al igual que en el caso de Grecia,
si se permite que la alternativa prospere hay riesgo de “contagio
político” al otro lado de la frontera extremeña.
Para no provocar un desenlace a lo griego, “debemos dar
pequeños pasos valientes de dignidad y justicia”, dice Manuel Carvalho
del Observatório sobre Crises e Alternativas del CES en Lisboa. Para
empezar, quizás, generar un poco de ilusión juvenil para que esos
estudiantes en Porto al menos no descarten quedarse en el país del fado." (Andy Robinson, 31/01/2016)
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