24.6.16

Las consecuencias del voto a favor del abandono del espacio de construcción europea serán netamente negativas para las sectores populares

"(...) No me detendré en este breve artículo a analizar cómo la opción del Brexit ha triunfado en las zonas rurales ni cómo en las zonas más avanzadas y cosmopolitas lo ha hecho la voluntad de mantener la eurociudadanía. No hablaré tampoco del divorcio entre los trabajadores cualificados y los no cualificados (lo que algunos designan, erróneamente, como el enfrentamiento entre la clase media y la obrera). 

 Tampoco de cómo gran parte de las áreas periféricas e industriales han abandonado el internacionalismo conservándolo para las películas hollywoodienses de amenazas alienígenas y por el contrario han abrazado el nacionalismo chauvinista de la parte más retrógrada, racista e imperialista de la burguesía inglesa. 

Algo que ciertamente habla muy mal de la capacidad de la “izquierda realmente existente” para conectar con los trabajadores y hacer pedagogía y estupendamente de los grandes medios de derecha que, como The Sun o The Daily Mail, llevaban décadas reproduciendo su hegemonía machacando e infectando a los obreros con esos contravalores. No es momento de hablar de esos asuntos que, aunque importantes, ya están siendo señalados por algunos analistas.

 (...) las consecuencias del voto a favor del abandono del espacio de construcción europea serán netamente negativas para las sectores populares. En especial para la clase trabajadora, donde se encuentra la mayoría de la humanidad. Una clase omitida mediáticamente y ninguneada desde la política institucional que se halla fragmentada internacionalmente por diversas fronteras, pero conectada globalmente de facto por el mercado mundial.

No sabemos a qué tipo de acuerdos políticos llegarán las autoridades británicas y eurocomunitarias para amortiguar todos los problemas que acarreará la salida de Reino Unido de la UE (si es que al final se lleva a cabo), pero lo que es seguro es que los grandes negocios, aunque a corto-medio plazo se resentirán, indefectiblemente continuarán. 

Porque el marco de operaciones del capital es mundial y esto, nadie, absolutamente nadie, desde dictadores de diverso signo hasta políticos imperialistas, chovinistas o racistas, podrán evitar.  (...)

Aunque a muchos en la izquierda le cueste reconocerlo, el comercio mundial y las mestizas inversiones de capital allende las fronteras han posibilitado que pese a la lamentable persistencia de las guerras (y los imperialismos), vivamos en un mundo mucho más pacífico que en el pasado. 

Un ejemplo claro de ello es que desde la construcción de la UE, los habitantes de los principales países europeos han disfrutado del periodo de paz más largo de su historia. 

(...)  el voto del 23 de junio por el Brexit quedará consignado en los libros de historia como un paso atrás para la humanidad. Que ese paso atrás sea para hacernos conscientes de los peligros de vivir en el pasado y tomar impulso, dependerá de nosotros.(...)

 Como socialista, marxista e internacionalista digo sí a avanzar en la construcción hacia una humanidad reunida en una polis universal que sea capaz de enfrentar los grandes desafíos que plantea el capitalismo entrelazado con la persistencia regresiva de los estados nación para la raza humana: la desigualdad creciente, el cambio climático, el hambre, las guerras, los refugiados de diversa índole, etc. Por eso digo sí a la Unión Europea.

 Por eso me declaro con más intensidad que nunca como militante del proyecto europeo de integración política, porque pese a todo lo malo que hay que solucionar, las otras opciones son mucho peores y plantean un escenario fértil para las divisiones de la clase trabajadora y por ende, de la mayoría de la humanidad. Por no hablar del reavivamiento de las posibilidades de nuevas y temibles guerras fraticidas.

Por eso con fuerza digo sí a la Unión Europea y a otra Unión Europea, por supuesto. A una que aumente sus elementos progresivos (espacio Schengen que ahora muchos gobiernos burgueses quieren eliminar) unificación legal fiscal, laboral, judicial, sanitaria, medioambiental, etc. 

Sí a la UE como paso intermedio para una unidad política mundial donde todos seamos ciudadanos con plenos derechos políticos y laborales, donde no haya más refugiados ni un “vosotros” y “nosotros” que nos divida y permita que algunos puedan mirar de arriba a abajo a sus congéneres. Porque el socialismo será mundial o no será.

A muchos les parecerá utópica mi propuesta observando lo que nos rodea, pero lo ya no utópico, sino quimérico, es pensar que alguno de los grandes problemas que enfrentamos como especie y que nos afecta en nuestro día a día como individuos se vayan a solucionar sin que estemos unidos. ¿Cómo si no combatiremos el fraude fiscal, la especulación financiera o el cambio climático?

 ¿Cómo reduciremos la jornada laboral para que el paro no siga aumentando ante la utilización capitalista de las máquinas? Nada se solucionará presos en una pleyade de Estados donde la clase dominante nos explotará a su merced como hacen los granjeros con los animales divididos en los pastos y jaulas de su propiedad. 

Por eso es hora de borrar las fronteras que nos amputan como seres humanos, por eso es momento de redoblar fuerzas y construir una Unión Europea más fuerte y avanzada que sea atractiva para los habitantes de todo el mundo. (...)"              (Jon E. Illescas , Rebelión, 25/06/16)

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