26.9.18

Si hay un dato que mejor describe lo acontecido en Argentina en los últimos meses es que la devaluación internanual del peso perforó el techo de los dos dígitos y superó el 100%

"Si hay un dato que mejor describe lo acontecido en Argentina en los últimos meses es que la devaluación internanual del peso perforó el techo de los dos dígitos y superó el 100%. Y ello no solo por las consecuencias económicas que dicho dato conlleva, sino sobre todo por las sociales y políticas. A falta de una debacle mundial a la cual responsabilizar de semejante depreciación, resulta claro que los factores externos no alcanzan para explicarla.  (...)

La historia del último año

La primera devaluación sucedió en diciembre de 2017, apenas dos meses después de que la coalición oficialista Cambiemos sorprendiera a propios y ajenos con su desempeño en las elecciones de medio término; por entonces, con más votos que en 2015, incrementó en 21 su bancada en la Cámara de Diputados y alcanzó el tercio propio en el Senado. 

A esa le siguió la devaluación del mes de abril, empujada por la suba de las tasas de interés de la Reserva Federal norteamericana y agravada por la quita de restricciones a la entrada y salida de capitales especulativos que decidiera el gobierno de Cambiemos al asumir y que hizo del argentino uno de los mercado financieros más desregulados del mundo. 

En mayo, el presidente anunció un acuerdo con el FMI para garantizar la capacidad de pago de los vencimiento de la deuda externa (otra política de Cambiemos) y desde entonces, la demanda de dólares no cesó de incrementarse porque, se sabe, siempre que llega el Fondo el dólar sube. Así llegamos al clímax del 31 de agosto, en el que ya sin techo la divisa norteamericana tocó los 40 pesos argentinos, incrementando su cotización en un 14% en solo una jornada. 

Ese mismo día, Macri anunció un nuevo acuerdo con el FMI, de adelantamiento de los desembolsos, lo que implicó un reconocimiento explícito de que el gobierno no cumplió con los términos del acuerdo original y se veía obligado a pedir una renegociación.

 Un dato más, que no debería ser subestimado: la economía argentina es en los hechos bimonetaria, es decir, apenas el 10% de la población económicamente activa que puede ahorrar, no lo hace en pesos argentinos sino en dólares. ¿Las razones? La sucesión de crisis erosionaron la confianza en el moneda local.   (...)

En suma, la subida de la tasa de interés estadounidense, la crisis brasileña y la sequía son una parte de la explicación de la nueva crisis de Argentina, pero de ninguna manera la agotan. La “pesada herencia” de los gobiernos kirchneristas tampoco. El gobierno no se hizo cargo, hasta ahora, de que en gran medida lo sucedido es un producto de sus propias decisiones.(...)

 Dado que los intentos del Banco Central por contener la subida del dólar significaron una pérdida significativa de reservas monetarias y que Argentina tiene que afrontar nuevos vencimientos de la deuda interna y externa, el presidente anunció un nuevo acuerdo con el FMI, que augura mayores restricciones económicas (...)"                   (María Laura Tagina, Estudios de Pólitica Exterior, 06/09/18)

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