"Tras las elecciones del 28 de abril de 2019, publiqué en CTXT un
artículo en el que intentaba mostrar cómo la identidad nacional se
había ido acoplando a las posiciones ideológicas.
Los partidos de
izquierda obtenían mejores resultados en aquellas comunidades autónomas
en las que la identidad nacional española era más débil; cuanto más
fuerte era la media españolista de la comunidad autónoma, menor era la
ventaja que obtenía la izquierda sobre la derecha. Los resultados del
10 de noviembre confirman la hipótesis de que la identidad nacional es
hoy uno de los principales determinantes del voto.
La gran novedad de estas elecciones ha sido el gran crecimiento de
Vox. En su día defendí en estas páginas que el principal detonante del
crecimiento de Vox era la sensación de ofensa de muchos españoles ante
la crisis catalana.
Dicha crisis contribuyó en buena medida a sacar a la
superficie un nacionalismo español excluyente e intolerante que venía
creciendo desde hace años. Con los resultados de las elecciones del
domingo pasado es fácil mostrarlo.
He analizado los resultados provinciales de Vox el 10-N. Hay, por tanto,
50 observaciones, una por provincia. Para tener un indicador de la
intensidad españolista he tomado los datos de la llamada “escala
Linz-Moreno” en la que se pregunta al entrevistado si se siente sólo
español, más español que de su región, tan de su región como español,
más de su región que español o sólo de su región. En concreto, he
calculado el porcentaje de personas que en cada provincia dicen sentirse
sólo de su región o más de su región que español. La información
procede de la encuesta 3253 del CIS (la postelectoral de las elecciones
autonómicas, municipales y europeas de mayo de 2019).
Lo lógico habría
sido poder hacerlo con la encuesta pre-electoral de septiembre,
realizada con una gran muestra, pero, en una de sus decisiones
erráticas, el CIS optó por no incluir la pregunta. Asimismo, he
calculado, en la misma encuesta, la media ideológica provincial, siendo 1
la extrema izquierda y 10 la extrema derecha en la misma encuesta. (...)
Aunque puede apreciarse claramente que cuanto más derechista es la
ciudadanía de la provincia, mayor es el porcentaje de voto a Vox, cabe
constatar también que hay muchas provincias en la parte central del
gráfico y que en valores moderados de la ideología, entre el 4,5 y el
5,5, se producen grandes variaciones en el voto a Vox, lo que nos indica
que la ideología es un predictor modesto (por ejemplo, Lugo y Murcia
tienen una media ideológica muy parecida, pero en Lugo Vox sólo obtiene
el 8,1% y en Murcia el 28%).
Por lo demás, es fácil darse cuenta en el Gráfico 1 de que las
provincias con una media ideológica más izquierdista son,
principalmente, las pertenecientes a País Vasco y Cataluña, las dos
regiones con mayor conciencia nacional. Parece lógico entonces intentar
explicar la variación provincial en el voto con la variación en la
conciencia nacional. (...)
Para mayor claridad, he calculado el porcentaje inverso al de la
identidad española, es decir, el porcentaje de ciudadanos en cada
provincia que declaran sentirse sólo de su región o más de su región que
de España. La hipótesis es que cuanto más alto sea dicho porcentaje
(cuanto menos españolismo), menor será el apoyo a Vox.
Claramente, la capacidad explicativa de la identidad nacional es
mayor que la de la identidad ideológica. Allí donde más débil es la
identidad nacional española, menor es el voto a Vox. Las dos excepciones
son Murcia y Almería, dos provincias costeras y limítrofes, con fuerte
base agrícola, en las que el apoyo a Vox tiene que ver fundamentalmente
con actitudes xenófobas.
¿Podría ser que la xenofobia explique mejor el voto a Vox que la
identidad nacional? Según puede verse en el siguiente gráfico, la
respuesta es negativa. (...)
El resultado indica que no hay una relación entre el voto a Vox y el
porcentaje de población extranjera. Esto no significa que la inmigración
sea del todo irrelevante, pero, probablemente, el efecto sólo se
produzca si se combina una fuerte presencia de extranjeros con una
identidad nacional española fuerte. (...)
Así como la ideología no parece tener ningún
efecto una vez que se controla por identidad nacional, la inmigración sí
resulta significativa, aunque débilmente, cuando se combina con la
identidad nacional (por sí misma, sin identidad nacional, no funciona).
En resumen, los datos revelan que el voto a Vox depende ante todo de
la identidad nacional y, en menor medida, de la inmigración. La
ideología explica más bien poco.
¿Qué consecuencias políticas se siguen de aquí? Si la identidad
nacional se ha transformado en un factor fundamental de la competición
política en España, la izquierda no puede quitarse de en medio diciendo
que el debate territorial o identitario le perjudica. Cuanto menos habla
la izquierda de la cuestión nacional, más espacio discursivo y
electoral conquista la derecha, es decir, con mayor fuerza se impone la
identidad española excluyente. Y, por supuesto, si la izquierda habla de
la cuestión nacional en los términos en los que lo hace la derecha,
pierde toda esperanza.
Tratar de hablar de los temas clásicos (redistribución, igualdad,
derechos laborales, feminismo, ecología) no va a borrar de un plumazo el
efecto del nacionalismo sobre la política española. Esos temas, sin
duda, deben continuar siendo el cuerpo central de lo que parece será el
nuevo gobierno de izquierdas.
Pero si se quiere cortar el crecimiento de
Vox, de tal manera que se frene la atracción que ejerce en estos
momentos el nacionalismo conservador, la izquierda hará bien en perder
su temor ante este asunto. Debe defender y ofrecer una forma de vivir la
identidad nacional que sea coherente con su ideario.
No puede escudarse
en lugares comunes (“el nacionalismo es burgués”, “las fronteras son un
anacronismo”, “el futuro pasa por Europa”, “las banderas son
excluyentes”), sino que debe invitar a la ciudadanía a experimentar una
identidad española alternativa a la del nacionalismo excluyente que está
absorbiendo la política española como si fuera una bomba de succión. "
(Ignacio Sánchez-Cuenca , profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid. CTXT, 12/11/19)
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