" ¿Cuán radical será la transformación que las monedas digitales
provocarán en los métodos de intercambio y en nuestra visión del dinero?
A la par del avance acelerado de la innovación en herramientas de pago
digital, esta pregunta concita la atención del Foro Económico Mundial y
de otras instituciones internacionales.
Cualquiera sea el resultado del proyecto de moneda digital de Facebook (Libra), ya sirvió de llamado de atención a empresas y autoridades de todo el mundo. Como dijo
Otto von Bismarck: “Si tiene que haber una revolución, hagámosla en vez
de sufrirla”. La pregunta para las autoridades no es si deben intentar
dirigir la revolución de la moneda digital, sino cómo.
La moneda digital
ya es un campo de batalla clave en finanzas, donde empresas
tecnológicas, de procesamiento de pagos y bancos compiten por
convertirse en puerta de entrada a la creciente economía de plataformas.
Los premios para los vencedores pueden ser inmensos. En China, Alipay y
WeChat Pay ya controlan más del 90%
de todos los pagos móviles. Y en los últimos tres años, las cuatro
empresas de pago más grandes que cotizan en bolsa (Visa, Mastercard,
Amex y PayPal) se valorizaron más que las FAANG (Facebook, Apple,
Amazon, Netflix y Google).
En cierto sentido, Libra está llegando tarde a
la fiesta.Las oportunidades que ofrece el dinero digital son claras. En
los países desarrollados, el traslado de dinero es excesivamente
costoso e ineficiente, y los que terminan pagando más suelen ser los que
menos pueden permitírselo. Como sostuve en un informe
para el Banco de Inglaterra (BOE) hace unos meses, la mejora de estos
procesos puede generar importantes réditos y beneficios sociales.En
muchos de los mercados emergentes, en tanto, las necesidades (los
posibles réditos) son todavía mayores, en particular en lo referido a
pagos transfronterizos.
Según el Banco Mundial, el costo promedio de las
remesas internacionales persona a persona es alrededor del 7% del importe. Ya hay en marcha intentos de mejorar los canales de pago principales. Por ejemplo, TransferWise asegura
que redujo el costo promedio de las transferencias transfronterizas
para sus clientes a 0,74%. Pero las rutas menos exploradas siguen siendo
un desafío, por los obstáculos que suponen las normas antilavado y la
mala calidad de los datos.En vista de las inquietudes generadas por Libra, algunos bancos centrales han comenzado a explorar
la opción de emitir monedas digitales propias.
Otros están estudiando
los espinosos desafíos legales y regulatorios que plantea el dinero
digital, para poder proteger la estabilidad monetaria y financiera. Lael
Brainard, gobernadora en la Reserva Federal de los Estados Unidos, sugirió
hace poco que los riesgos de las criptomonedas superan los beneficios.
En cambio, el Banco Popular de China avanza en un proyecto propio,
aunque no con el modelo descentralizado de cadena de bloques “sin
permisos” que imaginan los criptoentusiastas. El BPC quiere usar
criptografía para emitir monedas
destinadas a los bancos tradicionales, que luego se trasladarán a los
clientes dentro del sistema bancario actual de dos niveles.
De modo que si el Banco Central Europeo (u otros) quisieran ser el
primer banco central en emitir dinero digital, sólo tienen que dar el
paso. A los funcionarios puestos a analizar las opciones que presenta el
dinero digital, les ofrecería cinco recomendaciones tomadas de mi
informe para el BOE.
En primer lugar, las autoridades monetarias deben
crear una infraestructura que permita la interconexión de métodos de
pago alternativos.
Cuando los bancos centrales actúan como plataforma de
innovación, el sector privado puede florecer, como demostró el
gobernador del BOE Mark Carney cuando otorgó a empresas de pago no
bancarias acceso al sistema de pagos del BOE. Pero el éxito dependerá de
la facilidad con que nuevos proveedores puedan acceder a la
infraestructura del banco central, lo cual demandará un correcto diseño
de interfaces de programación de aplicaciones para la recepción y el uso
compartido de la información.
En segundo lugar, las autoridades deben
introducir la nueva generación en materia de regulación de métodos de
pago.
Hay que actualizar las normas para dar cuenta de la creciente
complejidad y de los riesgos cambiantes del sistema actual. Conforme el
costo de los pagos se reduzca, el valor de los datos crecerá. Pero las
normas actuales en relación con el uso compartido de datos, la seguridad
y la responsabilidad son más bien rudimentarias.
La avalancha de
ingresantes al mercado da motivos para introducir un modelo de
regulación multinivel (como hizo Singapur) y someter a rigurosa prueba
la resiliencia financiera y los mecanismos de ciberseguridad de las
empresas de pago.
En tercer lugar, los gobiernos deben promover mejoras
en la identificación digital, que es esencial para ampliar la inclusión
financiera, limitar el fraude cibernético y reducir costos.
Algunos
países ya han hecho avances impresionantes en este frente. La India, por
ejemplo, resolvió en gran medida el problema de la identificación con
el programa Aadhaar,
que simplifica enormemente el proceso de conocimiento de los clientes
en las redes. Los países que no tienen una tradición de emitir un
documento de identidad nacional tendrán más trabajo que hacer, pero sus
gobiernos pueden cooperar con el sector privado o usar conjuntos de
datos nacionales de alta calidad ya disponibles, por ejemplo pasaportes y
registros tributarios.
En cuarto lugar, todos los países deben promover estándares de
mensajería más sólidos para mejorar los mecanismos de pago
transfronterizo, reducir costos y evitar fraudes.
En este sentido, las
mejoras en el etiquetado de los emisores y receptores de los pagos son
el equivalente al código postal que ayuda a que las cartas lleguen a
destino.
En quinto (e importantísimo) lugar, las autoridades deben
formular una hoja de ruta para el abandono gradual del dinero físico.
En
Suecia, los pagos en efectivo se redujeron 80%
en la última década, y a muchos otros mercados desarrollados sólo les
faltan cinco o diez años para llegar allí. El pago digital aporta muchos
beneficios, pero la experiencia sueca muestra que sin un plan
coordinado, hay riesgo de que el ritmo de cambio excluya a ciertos
grupos sociales. Cada país necesitará una estrategia para mejorar su
infraestructura para los pagos (incluidas las redes de banda ancha y
telefonía móvil) conforme cambien los hábitos de pago, para que nadie
quede marginado.
La innovación en los métodos de pago avanza a un ritmo
vertiginoso. Puede que algunas ideas no terminen de despegar, y otras
tal vez necesiten una reorientación para volverse comercialmente
viables. Es indudable que cuestiones como el poder de mercado o los
riesgos para la ciberseguridad comenzarán a ser más dominantes en el
debate político.
Pero hecha la suma, es probable que los beneficios
económicos y sociales de un sistema global de pago sin fricciones,
confiable y libre de fraude sean mayores a los riesgos."
(Huw van Steenis, a former senior adviser to Bank of England Governor Mark Carney, is Chair of Sustainable Finance at UBS; Project Syndicate, 13/11/19)
Para conseguir la soberanía financiera y, también, como alternativa a la salida del euro, siguiendo el ejemplo italiano... europeseta electrónica para España:
La propuesta de Garzón, basada en el Trabajo Garantizado:
Cómo aplicar el Trabajo Garantizado en ayuntamientos y autonomías... financiándolo con créditos fiscales municipales
Para Ecuador:
Hacia una "moneda electrónica paralela" para afrontar la crisis... en Ecuador (o en España) ¿Por qué y cómo hacerlo?
Otras propuestas:
El prometedor dinero fiscal
Emitir 'GREUROS'. Entre la salida del Euro, y la aceptación de la austeridad de la Troika, existe una tercera vía que se basa en la recuperación parcial de la soberanía monetaria
Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción, sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.
Los únicos perjudicados, los especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: ‘Europa, 2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467 )
Los artículos de Juan José R. Calaza, Juan José Santamaría y Juan Güell muestran con gran claridad las ventajas de una europeseta electrónica de circulación interna:
- Para entender la europeseta electrónica. Qué es y, sobre todo, qué no es. Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2012/12/02/entender-europeseta-electronica/720458.html
- Para salir de la crisis sin salir del euro: España debe emitir europesetas (electrónicas). Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2011/11/27/salir-crisis-salir-euro-espana-debe-emitir-europesetas-electronicas/601154.html
- Las europesetas electrónicas, complementarias al euro, estimularán el crédito sin efectos colaterales perversos. Enlace: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165815
Juan Torres insiste en que es necesario emitir una moneda complementaria al euro. Sus artículos:
- Marear la perdiz. Enlace: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/02/08/andalucia/1360327224_588117.html
- Hay alternativas, incluso dentro del euro. Enlace: http://juantorreslopez.com/publicaciones/hay-alternativas-incluso-dentro-del-euro/
Más información en: 'Si Grecia, España, o Andalucía emitiesen una moneda digital, respaldada por la energía solar instalada en sus tejados, alcanzarían la soberanía financiera. La de dar créditos a familias y empresas': http://comentariosdebombero.blogspot.com.es/2014/06/si-una-autonomia-o-una-gran-ciudad.html
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