7.5.24

¿Estamos locos? ¿Jugando otra vez a la guerra... a la nuclear? Macron ofrece a Europa su arsenal nuclear como arma de disuasión: "Se puede utilizar [el arma nuclear] cuando nuestros intereses vitales están amenazados"... un escenario posible sería el que Francia pusiese a disposición de Polonia 20 misiles nucleares. Se instalarían en una base polaca. París mantendría el control. “No es ciencia ficción”... justo lo que dice, y hace, Putin: Putin ordena maniobras de sus fuerzas nucleares en respuesta a “las amenazas de Occidente”... informó al embajador británico que la respuesta a un bombardeo con misiles de origen británico en territorio ruso “podría ser el ataque contra cualquier instalación o equipo militar británico en Ucrania y más allá de sus fronteras

 "Francia, única potencia atómica de la Unión Europea, ha puesto sobre en mesa el uso de la fuerza de disuasión para proteger también a sus socios. El presidente Emmanuel Macron cree que su arma nuclear es “un elemento ineludible” en la defensa de Europa y ha ofrecido abrir una reflexión. En Alemania, cuya seguridad se apoya desde la posguerra mundial en el paraguas de Estados Unidos, este debate empieza a abrirse paso ante la amenaza rusa y el posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

Macron ha multiplicado en los últimos días las declaraciones sobre la “dimensión europea” de la disuasión nuclear, seña de identidad de la presidencialista V República y seguro de vida de un país escarmentado entonces por el descalabro ante la invasión alemana de 1940. En Francia es el jefe de Estado, elegido por sufragio universal directo, quien controla el botón nuclear y quien, con sus palabras, garantiza la credibilidad del arma ante los enemigos. De ahí que, cuando se trata de la bomba, cada palabra del presidente, cada silencio, se escrute al detalle.

En un discurso el 25 de abril, Macron definió la disuasión nuclear como “un elemento ineludible de la defensa del continente europeo”. El 26 declaró al grupo de prensa EBRA: “La doctrina francesa es que se puede utilizar [el arma] cuando nuestros intereses vitales están amenazados. Y hay una dimensión europea en estos intereses vitales”. En una entrevista publicada el pasado jueves por el semanario The Economist, precisó: “Por la naturaleza de nuestros intereses vitales y nuestras decisiones, nuestra geografía, contribuimos a la credibilidad de la defensa europea”. (...)

Merchet imaginaba durante una conversación reciente un escenario en el que Francia pusiese a disposición de Polonia 20 misiles nucleares. Se instalarían en una base polaca. París mantendría el control. “No es ciencia ficción”, dice el autor, “es exactamente lo que los estadounidenses hacen desde los años cincuenta con Alemania, Países Bajos, Bélgica, Italia, Turquía”. Ahora bien, añade, “proponer esto no puede hacerse así como así”. Exigiría hacerlo en el marco de la OTAN y obligaría a Francia a ingresar en el llamado Grupo de Planes Nucleares, del que ahora está ausente.

“No se trata de sustituir a los americanos, esto es absurdo”, analiza Merchet refiriéndose a la hipótesis de un paraguas nuclear francés ampliado a Europa. “Se trata de ofrecerlo a nuestros aliados, aunque el seguro principal seguirá siendo EE UU. Se trata de decirles a los aliados: ‘El mundo es complicado, con Trump no se sabe, y nosotros ofrecemos la posibilidad de un seguro complementario”. “Pienso”, afirma el periodista, “que Francia debería proponerlo a sus aliados europeos, especialmente a Alemania, a Polonia u otros”.(...)"             (Marc Bassets, El País, 06/05/24)


"Rusia realizará “en breve” unos ejercicios militares con las fuerzas nucleares no estratégicas, una iniciativa que enmarca en el debate sobre el posible despliegue de tropas occidentales en Ucrania.

 El presidente y comandante en jefe supremo de Rusia, Vladímir Putin, ha ordenado realizar “en breve” un ejercicio militar que involucre a sus fuerzas nucleares no estratégicas, la segunda línea de su arsenal por nivel de potencia y capaz de dar un primer golpe en un hipotético conflicto con Occidente. El Kremlin lo argumenta como respuesta a las propuestas de los líderes occidentales de desplegar tropas en Ucrania. “El ejercicio tiene como objetivo mantener la preparación de las unidades que utilizan armas nucleares no estratégicas para garantizar incondicionalmente la integridad territorial y la soberanía del Estado ruso frente a las amenazas de los altos cargos occidentales”, ha manifestado el Ministerio de Defensa ruso este lunes a través de un comunicado. El anuncio, una señal de advertencia, se produce también después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, planteara el uso de la fuerza nuclear que posee Francia como herramienta de disuasión para proteger a sus socios europeos.

El Kremlin ha vertido la nueva amenaza en una semana simbólica. Putin será investido este martes para un nuevo mandato presidencial, y Rusia celebrará el jueves una fecha sagrada para el país: el Día de la Victoria, el aniversario del triunfo soviético sobre la Alemania nazi.

El portavoz de Putin, Dmitri Peskov, ha concretado que la orden de Putin responde “a las declaraciones de [el presidente francés] Emmanuel Macron, del ministro de Asuntos Exteriores británico [David Cameron] y de los funcionarios estadounidenses”. “Hablaron de su disposición, e incluso de su intención, de enviar contingentes armados a Ucrania, es decir, de exponer a los soldados de la OTAN al ejército ruso. Esta es una escalada completamente nueva de tensión sin precedentes y que requiere atención y medidas especiales”, ha declarado el representante del jefe de Estado ruso.

Las formaciones de misiles del distrito militar sur ruso se coordinarán con la aviación y la armada para “practicar la preparación y el uso de armas nucleares no estratégicas”, ha enfatizado el Ministerio de Defensa. Aunque la doctrina militar oficial del Kremlin prevé emplear sus 6.000 cabezas nucleares solo “cuando la existencia misma del Estado esté en peligro”, el alto mando contempla también la opción de lanzar una bomba nuclear táctica y menos potente para conseguir sus objetivos infundiendo miedo al rival. Esta estrategia, contemplada desde que Putin llegó al poder a principios de los 2000 ante la superioridad tecnológica estadounidense, ha sido llamada “la escalada para la desescalada”.

El presidente francés puso sobre la mesa un tema tabú para la OTAN el pasado febrero: desplegar tropas en el interior de Ucrania. Aunque el Elíseo matizó posteriormente que se trataría solo de asesores militares para el ejército ucranio, Macron volvió a insistir el pasado 2 de mayo en el envío de militares occidentales “si las fuerzas rusas atraviesan el frente y hubiera una petición ucrania, lo que no es el caso hoy por hoy”.

Por su parte, el ministro de Exteriores británico, David Cameron, declaró la pasada semana en una entrevista con Sky News que reforzar a las fuerzas ucranias con soldados de la Alianza Atlántica supondría “una escalada peligrosa”. Sin embargo, Cameron cruzó otra supuesta línea roja del Kremlin al manifestar a la agencia Reuters que Kiev “tiene derecho” a emplear las armas de largo alcance que le ha suministrado Londres contra los objetivos militares enemigos que se encuentran dentro de territorio ruso.

El Ministerio de Exteriores ruso convocó este lunes al embajador de Reino Unido, Nigel Casey, para transmitir a Londres que la respuesta a un bombardeo con misiles de origen británico en territorio ruso “podría ser el ataque contra cualquier instalación o equipo militar británico en Ucrania y más allá de sus fronteras”. (...)"               (Javier G. Cuesta, El País, 06/05/24)

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