19.6.14

La destrucción de la demanda aviva los temores de deflación. Todos quieren un poco de inflación


"La inflación en la zona del euro continuó su senda descendente y alcanzó en mayo el 0,5 por ciento, desde el 0,7% de abril, alejándose cada vez más del objetivo meta establecido por el BCE en 2 por ciento (ver gráfica). Esta nueva caída confirma la perspectiva de una espiral deflacionaria que sería perjudicial para la economía europea.

 Se espera, por tanto, que el Banco Central Europeo actúe este jueves para dar vida a la debilitada economía europea presentando tal vez por primera vez tasas de interés negativas. Incluso las más drásticas medidas como la compra de valores siguiendo el modelo de la Fed están sobre la mesa.

Se espera que el BCE reduzca la tasa de interés al 0,1 por ciento, desde el 0,25 por ciento actual, estableciendo un nuevo mínimo histórico para el costo del dinero. Más audaz resulta un análisis de Societe Generale que sostiene que el BCE establecerá por primera vez una tasa negativa de -0.1 por ciento para castigar a los bancos que depositan el dinero en el BCE en vez de inyectarlo en la economía

Se espera que el BCE aplique una tasa de penalización al dinero que la banca comercial retiene en depósitos al BCE, con el objetivo de que ésta aumente la financiación de empresas. 

La probabilidad de que los nuevos movimientos en las políticas de Mario Draghi aporten propuestas para estimular el hambriento crédito de las pequeñas empresas cobra fuerza. Sin embargo, como bien ha comentado Alejandro, la banca no presta porque el riesgo sistémico aún está presente y porque el fuerte golpe de las quiebras bancarias 2008/2009 puede repetirse.

El temor es que las débiles presiones en los precios podrían provocar una peligrosa espiral deflacionaria, donde los consumidores y las empresas aplazan el gasto ante las expectativas de que los precios bajarán aún más.

 Eurostat dijo que los precios de alimentos, bebidas alcohólicas y tabaco subieron un 0,1% en mayo en comparación con el año anterior, mientras que los precios de la energía se mantuvieron estables, al igual que los precios de los bienes industriales no energéticos. La debilidad de las actuales presiones sobre los precios es una seña de que la recuperación no está afianzada en la zona euro.

La economía de la zona euro apenas creció en el primer trimestre y la caída de la inflación confirma que la región vive una masiva destrucción de la demanda. Si la espiral deflacionaria cobra fuerza no solo se verá amenazada aún más la demanda sino también las débiles concesiones de crédito. Esta secuencia de hechos puede descarrilar la incipiente recuperación y aumentar el peso de la deuda en los países de la periferia del bloque europeo.

El BCE tendrá que salir mañana con toda su artillería pesada y no solo para anunciar los nuevos y esperados descensos en la tasa de interés, sino también para anunciar la compra de activos en gran escala junto a todas las herramientas no convencionales que le permitan atacar al nuevo engendro de la crisis llamado deflación.

 Este engendro fue provocado por las políticas de austeridad y de recortes públicos y ha terminado siendo mucho más dañino que los engendros de la deuda y la inflación combinados. Ahora a nadie le importa la deuda y todos quieren un poco de inflación."           (, El blog salmón, 04/06/2014)

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