"La inflación en la zona del euro continuó su senda descendente y
alcanzó en mayo el 0,5 por ciento, desde el 0,7% de abril, alejándose
cada vez más del objetivo meta establecido por el BCE en 2 por ciento
(ver gráfica). Esta nueva caída confirma la perspectiva de una espiral deflacionaria que sería perjudicial para la economía europea.
Se espera, por tanto, que el Banco Central Europeo actúe este jueves
para dar vida a la debilitada economía europea presentando tal vez por
primera vez tasas de interés negativas. Incluso las más drásticas
medidas como la compra de valores siguiendo el modelo de la Fed están
sobre la mesa.
Se espera que el BCE reduzca la tasa de interés al 0,1 por ciento, desde el 0,25 por ciento actual, estableciendo un nuevo mínimo histórico para el costo del dinero. Más audaz resulta un análisis de Societe Generale que sostiene que el BCE establecerá por primera vez una tasa negativa de -0.1 por ciento para castigar a los bancos que depositan el dinero en el BCE en vez de inyectarlo en la economía.
Se espera que el BCE reduzca la tasa de interés al 0,1 por ciento, desde el 0,25 por ciento actual, estableciendo un nuevo mínimo histórico para el costo del dinero. Más audaz resulta un análisis de Societe Generale que sostiene que el BCE establecerá por primera vez una tasa negativa de -0.1 por ciento para castigar a los bancos que depositan el dinero en el BCE en vez de inyectarlo en la economía.
Se espera
que el BCE aplique una tasa de penalización al dinero que la banca
comercial retiene en depósitos al BCE, con el objetivo de que ésta
aumente la financiación de empresas.
La probabilidad de que los nuevos movimientos en las políticas de
Mario Draghi aporten propuestas para estimular el hambriento crédito de
las pequeñas empresas cobra fuerza. Sin embargo, como bien ha comentado Alejandro,
la banca no presta porque el riesgo sistémico aún está presente y
porque el fuerte golpe de las quiebras bancarias 2008/2009 puede
repetirse.
El temor es que las débiles presiones en los precios podrían provocar
una peligrosa espiral deflacionaria, donde los consumidores y las
empresas aplazan el gasto ante las expectativas de que los precios
bajarán aún más.
Eurostat dijo que los precios de alimentos, bebidas
alcohólicas y tabaco subieron un 0,1% en mayo en comparación con el año
anterior, mientras que los precios de la energía se mantuvieron
estables, al igual que los precios de los bienes industriales no
energéticos. La debilidad de las actuales presiones sobre los precios es
una seña de que la recuperación no está afianzada en la zona euro.
La economía de la zona euro apenas creció en el primer trimestre y la
caída de la inflación confirma que la región vive una masiva
destrucción de la demanda. Si la espiral deflacionaria cobra fuerza no
solo se verá amenazada aún más la demanda sino también las débiles
concesiones de crédito. Esta secuencia de hechos puede descarrilar la
incipiente recuperación y aumentar el peso de la deuda en los países de
la periferia del bloque europeo.
El BCE tendrá que salir mañana con toda su artillería pesada y no
solo para anunciar los nuevos y esperados descensos en la tasa de
interés, sino también para anunciar la compra de activos en gran escala
junto a todas las herramientas no convencionales que le permitan atacar
al nuevo engendro de la crisis llamado deflación.
Este engendro fue
provocado por las políticas de austeridad y de recortes públicos y ha
terminado siendo mucho más dañino que los engendros de la deuda y la
inflación combinados. Ahora a nadie le importa la deuda y todos quieren
un poco de inflación." (Marco Antonio Moreno, El blog salmón, 04/06/2014)
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