29.5.15

Sin PODEMOS no podrá realizarse el cambio político, pero solo conPODEMOS tampoco

"(...) el relativo éxito en aquellas ciudades donde se consiguió conformar una plataforma ciudadana, que aglutinaba a varias organizaciones políticas y sociales así como a personas independientes, demuestra, a mi juicio, la necesidad de concentrar todavía más el voto de cara a las próximas elecciones generales. Creo que sin PODEMOS no podrá realizarse el tan necesario cambio político, pero con solo PODEMOS tampoco.
 
La estrategia debe adaptarse a los resultados prácticos. Y éstos son claros: la ciudadanía demanda más convergencia de las fuerzas políticas transformadoras. El voto todavía se está dividiendo demasiado entre opciones muy parecidas. Se necesita una amplia unidad popular. 

Todas las fuerzas políticas favorables a un cambio radical de rumbo en las políticas económicas y a una regeneración democrática profunda deben presentarse unidas en las próximas elecciones generales para tener verdaderas posibilidades de ganarlas con una gran mayoría. 

PODEMOS debe ser generoso y responsable, debe tomar la iniciativa (pues ahora es el principal sujeto político del cambio) y encauzar dicha unidad popular tendiendo puentes con el resto de fuerzas progresistas que coincidan en esos dos ejes alrededor de los cuales gira su programa: rescate ciudadano y proceso constituyente. Hay que dejar de lado personalismos, orgullos, sectarismos. El momento histórico así lo exige. La unidad popular es necesaria y posible. Los casos emblemáticos de Madrid y Barcelona así lo atestiguan.(...)

 PODEMOS ha creado una dinámica de cambio. Pero esta dinámica puede acelerarse, ralentizarse, o incluso revertirse. Como demuestra la historia, nada es irreversible. Todo dependerá de quién lleve la iniciativa. La casta procurará por todos los medios posibles, usando distintas estrategias, que el cambio sea insuficiente, limitado, e incluso revertirlo en cuanto pueda. (...)

 Creo que el planteamiento mostrado por PODEMOS es el correcto: estar dispuesto a hablar con todo el mundo pero en base a programas concretos y exigiendo a los demás que den un giro de 180 grados. PODEMOS debe seguir en la centralidad, debe forzar a que otros partidos (muy especialmente el PSOE) se acerquen a sus postulados, y no al revés. Si PODEMOS se modera acabará siendo subsumido por el PSOE y podríamos volver a la situación que hemos logrado en parte superar. (...)

El actual programa de PODEMOS no es muy ambicioso para quienes pretendemos superar el capitalismo, transformar radicalmente la sociedad, como el mismo Iglesias reconoce. Así pues, no es pedirle mucho a un partido supuestamente socialdemócrata asumir un programa económico socialdemócrata. 

La política económica de PODEMOS es perfectamente asumible por un PSOE virado a la izquierda, que decida abandonar las políticas neoliberales que ha practicado. ¿O no? Si el PSOE no es capaz de asumir dicho programa económico (aunque no lo desearía), o si apoya al PP (o es apoyado por él), se pone en evidencia ante la ciudadanía, ante sus votantes. Y esto le pasaría factura electoral. Le podría condenar. Véase lo ocurrido al Pasok en Grecia. (...)

El programa económico de PODEMOS es lo suficientemente moderado como para que el PSOE pueda acercarse algo a él, pero también lo suficientemente radical como para que PODEMOS deje su firma y pueda mostrar a la ciudadanía la utilidad y necesidad de votar a PODEMOS, bien sea para asumir el protagonismo de la izquierda (lo más deseable), bien sea para que el PSOE se radicalice, se izquierdice (algo poco probable) si no quiere perder el tren de la historia. 

Es PODEMOS quien debe “jugar” con el PSOE y no al revés. El PSOE está entre la espada y la pared, debe seguir aparentando ser de izquierdas, pero está atado a la oligarquía. Es PODEMOS quien tiene más margen de maniobra, más libertad de movimiento, al no depender del poder económico.(...)

 Por consiguiente, yo creo que está bien que PODEMOS se abra al diálogo con otras formaciones políticas para llegar a acuerdos de gobierno, pero siempre que no se renuncie a lo esencial del programa: rescate ciudadano y desarrollo máximo (y no mínimo) de la democracia. (...)

En el caso de no gobernar, PODEMOS podría apoyar ciertas medidas concretas y al mismo tiempo oponerse a otras. En cualquier caso (ya sea desde el gobierno o desde la oposición), deberá llevar la iniciativa también en las instituciones y plantear soluciones que pongan en evidencia ante la opinión pública a los falsos profetas. 

 PODEMOS ha demostrado que con poco más de un millón de votos (¡qué útiles fueron esos votos en las elecciones europeas, qué orgullo haber sido uno de ellos!) es posible la centralidad. El protagonismo en el mundo de las ideas debe traducirse en votos, hay que conseguir la hegemonía también en las urnas. 

Ahora deberá conseguir dicha centralidad en las instituciones, para que dentro de poco sea el pez chico el que se coma al grande, y no al revés, como ha ocurrido tantas veces en el pasado. Es tan básico y esencial, de sentido común, el programa de PODEMOS que los demás partidos que se dicen progresistas se irán delatando si no lo asumen en la práctica. La clave está en que PODEMOS, o el frente de unidad popular que se constituya, lleve en todo momento la iniciativa y tenga una estrategia acertada a corto, medio y largo plazo.  (...)

El objetivo primordial es ganar las elecciones generales, y con una amplia mayoría. Pero no sólo por ganar, obviamente, sino para empezar a cambiar las cosas de verdad.  (...)"            (José López , Rebelión, 27/05/2015)

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