" Los Votantes de Podemos, un concienzudo estudio de sociología electoral del politólogo José Fernández Albertos. (...)
Fernández Albertos ofrece una acertada descripción del descontento con
el funcionamiento con el sistema político que precedió a la irrupción
de Podemos y caracteriza la ventana de oportunidad que se abre a al
partido de Iglesias, estudia concienzudamente los determinantes del
voto a Podemos el 25-M, sus perfiles sociológicos y políticos, y
proporciona un trabajado análisis “ecológico” del voto a la formación
podemita. (...)
Los resultados de este
análisis acreditan que la incidencia local de la crisis influyó
positivamente en el apoyo a Podemos. Este apoyo fue más pronunciado en
municipios con más votantes de izquierdas.
Fernández Albertos es
cauteloso, y advierte apropiadamente de los riesgos de falacia
ecológica. El hecho de que en los municipios con más aumento de
desempleo el voto cosechado por Podemos es mayor no significa
necesariamente que los desempleados tengan más inclinación a votar
Podemos.
Sería posible, por ejemplo, que Podemos concitará el apoyo de
personas que no sufren directamente las consecuencias de la crisis,
pero están preocupados por la deriva social de sus municipios, el
deterioro de sus entornos, o la suerte de sus conciudadanos más
afectados.
Pero no todo lo
que escribe Fernández Alberto merece mi aplauso entusiasta. El libro
adolece, a mi juicio, de importantes debilidades para justificar su
subtítulo: Del partido de los indignados al partido de los excluidos.
Fernández Albertos sostiene varias veces en su libro (y especialmente en
el capítulo 4) que, a medida que creció el apoyo a Podemos, atrajo cada
vez votos de las capas más vulnerables de la población, lo que terminó
transformando las bases sociales del apoyo al partido. En la página
108, Fernández Albertos llega a especular sobre la posibilidad de que
lleguemos a ver “voto de clase” a Podemos.
Lo cierto es que su análisis evidencia fundamentalmente que Podemos
atrajo el voto de los ciudadanos descontentos con su situación
económica, lo que no es exactamente lo mismo que los votantes excluidos,
los más vulnerables, ni siquiera los votantes más castigados por la
crisis.
Fernández Albertos acredita que, en los sondeos recientes, la
percepción sobre la situación económica personal cobra importancia como
determinante del voto a Podemos.
Sin embargo, Podemos no se convierte, de ningún modo, en el partido de los excluidos.(...)
¿Sufren los votantes de Podemos exclusión social en mayor medida que los
de otros partidos? En particular, ¿atrae Podemos un porcentaje mayor de
voto “excluido” que su principal rival en el espacio progresista por
el que compite, el PSOE? La respuesta es inequívoca: no.
Aunque en los
últimos sondeos disponibles de abril, Podemos y PSOE andan bastante a la
par en intención de voto, lo que podríamos considerar votantes
excluidos (a partir de los indicadores disponibles en los barómetros
electorales, que son limitados) se decantan mayoritariamente por el
partido socialista. (...)
El único grupo “vulnerable”
donde Podemos presenta claras ventajas sobre el PSOE, su verdadero
núcleo irradiador, son los jóvenes y jóvenes adultos (fundamentalmente
los jóvenes de clase media, estudiantes y titulados recientes). Sabemos
además que los votantes de Podemos son, por término medio, votantes con
un mayor grado de información y compromiso con actividades políticas. Su
voz encuentra más fácilmente cauces por los que expresarse.
Podemos no es el partido de los excluidos. No sería difícil alegar
que, en cambio, es el partido favorito de los privilegiados en el
espacio progresista. Es el partido que prefieren mayoritariamente los
individuos que el CIS clasifica como clase alta/media alta (14,7% tiene
intención de votar a Podemos, 7,3%% al PSOE). Es también el partido de
los individuos con ingresos más elevados. (...)
Como podemos observar en el siguiente gráfico, entre el 25-M de 2014 y
enero de 2015, Podemos mejora sus expectativas de voto entre personas el
intervalo de ingreso más bajo, aunque moderadamente y nunca llega a ser
el partido más apoyado en este segmento.
Apoyo a Podemos en las encuestas del Centro de
Investigaciones Sociológicas en el tramo bajo de ingresos (ingresos del
hogar inferiores a 900 euros mensuales)
Fuente: Estudios 3028, 3033, 3041, 3050, Centro de Investigaciones Sociológicas
En realidad, si abriéramos el foco, las expectativas de Podemos mejoran
en todos los tramos de ingreso, en otros incluso más que en este tramo
más bajo. (...)
En el otro extremo de la escala económica, las cosas son distintas. Con
el paso del tiempo, Podemos se afianza como el voto de las personas
progresistas que viven en los hogares más acomodados (más de 1800 euros
al mes).
Salvo en mayo, su intención de voto en este tramo adinerado
está claramente por encima de la intención media de voto en todos los
tramos. En este segmento, la intención de voto al PSOE se sitúa por
debajo de Podemos a partir de julio de 2015.
Apoyo a Podemos en las encuestas del Centro de
Investigaciones Sociológicas en el tramo alto de ingresos (ingresos
superiores a 1800 euros)
Fuente: Estudios 3028, 3033, 3041, 3050, Centro de Investigaciones Sociológicas
Dicho de otro modo, descontento con la situación económica personal no
equivale a vulnerabilidad o exclusión. Podemos atrajo fundamentalmente
un votante de clase media, soliviantado por su situación económica, y no
tanto a los grupos más desfavorecidos.
Es difícil saber si las razones
de esa irritación de las clases medias son estrictamente económicas, o
han sido construidas como tales, conformando la percepción de individuos
que sienten que su situación es mala a pesar de que, objetivamente, es
mucho mejor que la de otros. (...)" (Pau Marí-Klose
, eldiario.es, 21/06/2015)
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