25.6.15

Los votantes de Podemos, infelices pero no excluidos, salen de la clase media-alta progresista

" Los Votantes de Podemos, un concienzudo estudio de sociología electoral del politólogo José Fernández Albertos. (...)

Fernández Albertos ofrece una acertada descripción del descontento con el funcionamiento con el sistema político que precedió a  la irrupción de Podemos y caracteriza la ventana de oportunidad que se abre a al partido de Iglesias,  estudia concienzudamente los determinantes del voto a Podemos el 25-M, sus perfiles sociológicos y políticos, y proporciona un trabajado análisis “ecológico” del voto a la formación podemita. (...)

Los resultados de este análisis acreditan que la incidencia local de la crisis influyó positivamente en el apoyo a Podemos.  Este apoyo fue más pronunciado en municipios con más votantes de izquierdas. 

Fernández Albertos es cauteloso, y advierte apropiadamente de los riesgos de falacia ecológica. El hecho de que en los municipios con más aumento de desempleo el voto cosechado por Podemos es mayor no significa necesariamente que los desempleados tengan más inclinación a votar Podemos. 

Sería posible, por ejemplo, que Podemos concitará el apoyo de  personas que no sufren directamente las consecuencias de la crisis, pero están preocupados por la deriva social de sus municipios, el deterioro de sus entornos, o la suerte de sus conciudadanos más afectados.

Pero no todo lo que escribe Fernández Alberto merece mi aplauso entusiasta. El libro adolece, a mi juicio, de importantes debilidades para justificar su subtítulo: Del partido de los indignados al partido de los excluidos. Fernández Albertos sostiene varias veces en su libro (y especialmente en el capítulo 4) que, a medida que creció el apoyo a Podemos, atrajo cada vez votos de las capas más vulnerables de la población, lo que terminó transformando las bases sociales del apoyo al partido.  En la página 108, Fernández Albertos llega a especular sobre la posibilidad de que lleguemos a ver “voto de clase” a Podemos.

Lo cierto es que su análisis evidencia fundamentalmente que Podemos atrajo el voto de los ciudadanos descontentos con su situación económica, lo que no es exactamente lo mismo que los votantes excluidos, los más vulnerables, ni siquiera los votantes más castigados por la crisis. 

Fernández Albertos acredita que, en los sondeos recientes, la percepción sobre la situación económica personal cobra importancia como determinante del voto a Podemos.
Sin embargo, Podemos no se convierte, de ningún modo, en el partido de los excluidos.(...)

 ¿Sufren los votantes de Podemos exclusión social en mayor medida que los de otros partidos? En particular, ¿atrae Podemos un porcentaje mayor de voto “excluido” que su principal rival en el  espacio progresista por el que compite, el PSOE? La respuesta es inequívoca: no. 

Aunque en los últimos sondeos disponibles de abril, Podemos y PSOE andan bastante a la par en intención de voto, lo que podríamos considerar votantes excluidos (a partir de los indicadores disponibles en los barómetros electorales, que son limitados) se decantan mayoritariamente por el partido socialista.  (...)

 El único grupo “vulnerable” donde Podemos presenta claras ventajas sobre el PSOE, su verdadero núcleo irradiador,  son los jóvenes y jóvenes adultos (fundamentalmente los jóvenes de clase media, estudiantes y titulados recientes). Sabemos además que los votantes de Podemos son, por término medio, votantes con un mayor grado de información y compromiso con actividades políticas. Su voz encuentra más fácilmente cauces por los que expresarse.

Podemos  no es el partido de los excluidos. No sería difícil alegar que, en cambio, es el partido favorito de los privilegiados en el espacio progresista. Es el partido que prefieren mayoritariamente los individuos que el CIS clasifica como clase alta/media alta (14,7% tiene intención de votar a Podemos, 7,3%% al PSOE). Es también el partido de los individuos con ingresos más elevados. (...)

Como podemos observar en el siguiente gráfico, entre el 25-M de 2014 y enero de 2015, Podemos mejora sus expectativas de voto entre personas el intervalo de ingreso más bajo, aunque moderadamente y nunca llega a ser el partido más apoyado en este segmento.

 Apoyo a Podemos en las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas en el tramo bajo de ingresos (ingresos del hogar inferiores a 900 euros mensuales)

 Fuente: Estudios 3028, 3033, 3041, 3050, Centro de Investigaciones Sociológicas

 En realidad, si abriéramos el foco, las expectativas de Podemos mejoran en todos los tramos de ingreso, en otros incluso más que en este tramo más bajo. (...)

En el otro extremo de la escala económica,  las cosas son distintas. Con el paso del tiempo, Podemos se afianza como el voto de las personas progresistas que viven en los hogares más acomodados (más de 1800 euros al mes).

 Salvo en mayo, su intención de voto en este tramo adinerado está claramente por encima de la intención media de voto en todos los tramos. En este segmento, la intención de voto al PSOE se sitúa por debajo de Podemos a partir de julio de 2015.

 Apoyo a Podemos en las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas en el tramo alto de ingresos (ingresos superiores a 1800 euros)

 Fuente: Estudios 3028, 3033, 3041, 3050, Centro de Investigaciones Sociológicas

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