"(...) Alexis Tsipras, en la entrevista en la TV griega de ayer martes 14 de
julio, declaraba que se le puede acusar de iluso pero no de traidor, y
que ha tenido que aceptar esta propuesta porque no tenía ningún plan
preparado para enfrentar la posibilidad de que la amenaza de retirada
total de la liquidez bancaria y la consecuente expulsión de la eurozona
se materializaran.
El mismo Tsipras nos da la respuesta. El problema es
que fue a jugar una partida de cartas, con una apuesta muy arriesgada, y
sin tener ninguna jugada buena que quisiera jugar realmente. El único
sentido de esta negociación era confiar en que las amenazas y los
chantajes de los acreedores fueran mentira, o sea que no hubiera ninguna
intención de aplicarlos.
Tristemente, Alemania sí que tenía un plan
creíble para expulsar a Grecia de la Eurozona. Cuando Alexis Tsipras se
dio cuenta ya era demasiado tarde para tomar el control de la situación y
poder gestionar él mismo, desde el gobierno, la salida de la Eurozona.
En una entrevista reciente, el exministro de finanzas griego Yanis
Varoufakis declaraba que sabían desde hacía meses que el ministro de
finanzas alemán planeaba expulsarles de la Eurozona. Tsipras estaba
enterado de ello, pero como afirma Krugman, su error fue haberse dejado
convencer de que esta amenaza no era verdad, y no haber preparado NADA,
para enfrentarse a esta posibilidad.
El mismo Varoufakis tuvo que
dimitir cuando propuso a Tsipras, la noche del referéndum victorioso,
que debían actuar rápido y aplicar tres medidas: tomar el control del
Banco de Grecia, emitir una moneda electrónica alternativa y aplicar una
quita a los bonos de deuda pública en manos del BCE.
La idea de
Varoufakis era hacer creíble la amenaza del Grexit, a la vez que empezar
a prepararse de forma real para esta posibilidad. Esta propuesta le
hizo perder la confianza de Tsipras, que después de debatirlo con su
entorno, le destituyó.
El resultado es el actual desastre, que sólo se
puede entender por la obsesión injustificable de permanecer en el euro a
cualquier precio. El euro va pareciéndose cada vez más a una casa en
ruinas, de la que sus habitantes no quieren salir hasta que ésta se
derrumbe sobre ellos.
Tsipras, por tanto, tuvo numerosas oportunidades de realizar
preparaciones para una situación en la que las alternativas dentro de la
Eurozona desaparecieran, y también tuvo ocasiones para llevarlas a cabo
antes de que se llegara a una situación en la que su margen de maniobra
se esfumara por el cierre bancario impuesto por el BCE que ya dura más
de dos semanas, y que, junto con las anteriores fugas de depósitos han
arruinado el sistema bancario y deteriorado enormemente la economía.
El
economistas y diputado de Syriza, Costas Lapavitsas, ya avisaba antes de
llegar al gobierno de la imposibilidad de obtener un buen resultado en
unas negociaciones con las instituciones a la vez que manteniéndose
dentro de la Eurozona.
Lapavitsas abogaba por una negociación con la UE
para realizar una reducción de la deuda y un Grexit ordenado, en el que
el mismo BCE pudiera proteger el nuevo dracma en esta transición.
Lapavitsas era consciente de que ésta era la postura de Schäuble y de
otros ‘sabios’ cercanos a Merkel, como el presidente del influyente
Instituto IFO, el Dr. Hans-Werner Sinn, que nunca permitirían políticas
contrarias a la austeridad dentro de la Eurozona.
Esta oferta del
ministro alemán se materializó pocas semanas después de iniciar la
legislatura, como afirmó hace pocos días el mismo Varoufakis. Los dos
economistas griegos han realizado en los últimos meses estudios
preliminares sobre cómo llevar a cabo la transición monetaria griega
para tener así una mínima hoja de ruta en caso de emergencia, estudios
de los que el primer ministro nunca ha dispuesto.
El mismo informe del
Comité de la Verdad de la Deuda Pública de Grecia mencionado
anteriormente recomendaba también el impago de la deuda ilegítima,
ilegal, odiosa e insostenible evaluada, especificando los argumentos y
competencias por las cuales este impago podría aplicarse bajo estrictos
criterios de legalidad internacional, como el del ‘estado de necesidad’.
Tsipras tampoco ha dispuesto de este informe como soporte en sus
negociaciones, ni ha querido aplicar las recomendaciones que en él se
detallaban. (...)" (Sergi Cutillas, PACD, 16/07/2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario