17.8.15

Al enemigo hay que darle a probar de su propia medicina: primetro, liquidación de activos, suspensión de pagos, emisión de europesetas electrónicas... y sólo entonces se empieza a negociar con los alemanes

"(...) Al enemigo hay que darle a probar de su propia medicina. En el febril mundo de las finanzas existe una cosa llamada liquidación de activos, que cuando se aplica a escala de manera fulminante y sigilosa, se convierte en una poderosa arma de destrucción, donde todos pierden, pero quien dispara primero queda en una mejor posición relativa.

Una operación de este tipo a nivel Estado exige que los servicios financieros se encuentren en sus puestos y los canales con los broker despejados. La hipótesis de trabajo es la liquidación fulminante de activos financieros emitidos en Euros y en propiedad de cualquier institución del Estado -fundamentalmente reservas de dinero pero también valores no líquidos, futuros-.

Estos activos deberán ser convertidos a valores en otras divisas siguiendo un esquema de cesta de monedas con dólar, rublo, yuan, real... además de otros activos refugio como oro y activos no puramente financieros con buenas expectativas en un entorno de crash, como por ejemplo ciertas materias primas.

Este primer paso dura no más de un jornada, lo que tardan los mercados en percatarse de lo que realmente está sucediendo. Con las alarmas sonado, el Estado se declara en quiebra por deuda impagable y aplica restricciones bancarias. Se activa una moneda nacional de transición, una moneda ad-hoc para esta operación.

En un entorno de emergencia internacional, se comienza la expropiación de los bancos que recibieran ayudas del Estado. A continuación, si las partes lo desean, entonces se sientan a negociar. El paquete de negociación puede incluir acuerdos de divisa a efectos comerciales y canje de la deuda a una nueva moneda.

El Euro de amiguetes club puede quedar para transacciones comerciales internacionales, pero no sirve al poder popular y nunca lo hará. Aquí no hay plan B porque no se espera nada de la otra parte.

Queda en el tintero el diseño del nuevo sistema financiero que a mi entender pasa por el desmantelamiento del monopolio del Banco Central como emisor de moneda, de poco sirve un BC al servicio de otro club más pequeño. La función más importante del BC sería la reserva de divisa y activos para transacciones import-export. Liberalizar la emisión de moneda significa ir a un esquema de banca popular, en la que cada banco emite moneda en función de sus activos líquidos por abajo en vez de en función de la deuda de un BC por arriba.

Las nuevas tecnologías al servicio de un diseño racional, permiten transacciones interbancarias y multimoneda; también articular los mecanismos de regulación, transparencia y garantías, así como otras necesidades operativas, todo ello en tiempo real, si me apuran desde el teléfono móvil." (Victor Méndez, ICEA)

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