2.9.15

Santiago Niño Becerra: «La clase media ya no es necesaria»

"(...) Una tendencia común en las economías avanzadas que, a juicio de Santiago Niño Becerra, catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull, señala que «vamos hacia un mundo que va a ser mucho más eficiente y productivo, pero menos amable» para sus habitantes.

 Asegura el economista, que ayer participó en una jornada sobre financiación organizada por la Cámara de Comercio de A Coruña, que la nuestra es quizás «la primera generación de la historia que va a vivir el fin de un modelo económico, la transición y el nacimiento de uno nuevo». 

De momento, explica, todavía estamos en la fase transición. Durará al menos hasta el 2020 aunque, según los cálculos del instituto IFO alemán, para él el más fiable, la salida de la crisis podría demorarse hasta el 2025.

Pero ya nada será igual. «Estamos en un escenario de escasez: de empleo, de crédito...», a la que hay que unir otros factores de inestabilidad, como la inseguridad económica, una creciente regulación o la competencia feroz en un sistema con exceso de capacidad productiva. 

Solo en la industria del automóvil -recordó citando al consejero delegado de Fiat-Chrysler, Sergio Marchionne- las fábricas están preparadas para construir un 20 % más de coches que los que demanda el mercado, el equivalente a la producción de las 17 plantas españolas.

¿Y cómo será la economía que viene? Niño Becerra pinta un futuro con escasez de recursos, desde financieros hasta conocimientos; una capacidad de endeudamiento prácticamente nula -«sobra dinero en el mundo, pero dinero de bits, por cada dólar que se mueve en la economía real se mueven 300 en la economía financiera»- y expectativas decrecientes de renta. 

En ese sentido, el economista asegura que si el consumo está repuntando no es por la subida de los sueldos, sino porque «se ha desahorrado», una práctica peligrosa para estimular la economía.

En este escenario, asegura sin inmutarse, «la clase media ya no es necesaria». Recuerda que ese estrato social se estimuló a mediados del siglo pasado «para proteger la producción y el consumo, pero ahora los tiros van por otro lado». Ahora la producción la aseguran las máquinas, que permiten adaptar el ritmo de fabricación a las necesidades del mercado, incluso con plantillas cada vez menores, y el consumo se ha polarizado. Para el común de los mortales, se limitará a lo «necesario, útil y barato», mientras que, para los más afortunados, quedará el mercado de lo lujoso y lo exclusivo. La gama media, como en la sociedad, parece que pintará cada vez menos.

Esa economía del futuro, que ya se está esbozando en el mercado laboral -aunque Niño advierte que la temporalidad no será solo cosa de los asalariados, sino que también los directivos deben acostumbrarse a que los contraten por proyectos-, tendrá su impacto también en la financiación de las empresas, que «es difícil y cada vez va a serlo más», por lo que apostó por modelos colaborativos entre empresas y particulares. (...)"            (Santiago Niño Becerra, / La Voz, 24 de junio de 2015)

No hay comentarios: