"Tras la firma del nefasto memorándum por parte del gobierno de Syriza
bajo explícita amenaza de expulsión del euro ha cobrado importancia el
–ya antiguo– debate sobre la forma en la que una economía como la griega
podría abandonar unilateralmente la moneda de la forma menos dolorosa
posible.
(...) el debate suela girar en torno a unos
elementos que se repiten siempre, que son: cuánto se devaluaría la nueva
moneda y qué se debería hacer, cómo se tratarían las deudas externas
expresadas en euros, qué ocurriría con los depósitos bancarios de los
ahorradores, qué pasaría con las exportaciones, importaciones y flujos
financieros, y si supondría o no también la salida de la Unión Europea.
Comenzaré abordando una de mis propuestas preferidas:
la de Warren Mosler (economista estadounidense, bróker y fundador de la
Teoría Monetaria Moderna) y Philip Pilkington (periodista y asistente
de investigación en la Universidad de Kingston).
La propuesta es, en realidad, sencilla, y consta de 8 puntos:
1) Una vez que el gobierno del país
correspondiente anunciase que va a dejar la Eurozona, debería anunciar
que todos los pagos del sector público (sueldos de empleados, pensiones,
prestaciones de desempleo, etc) serán efectuados exclusivamente en la
nueva moneda. Por lo tanto, el sector público dejaría de usar el euro
como medio de pago, y podría cumplir todas sus obligaciones.
2) El gobierno anunciaría también que
todos los pagos de impuestos (IRPF, IVA, IS, etc) se deberán pagar
exclusivamente con la nueva moneda. Esto implicaría que la nueva moneda
sería demandada en tanto en cuanto sería necesaria para cumplir con las
obligaciones tributarias. De esta forma, el gasto del sector público
sería el canal mediante el cual se inyecta progresivamente la nueva
moneda en la economía, mientras que los impuestos conformarían el canal
mediante el cual se drena moneda de la economía.
3) El gobierno debería anunciar que no
convertirá a la nueva moneda los euros de los depósitos bancarios.
Hacerlo, según los autores, sería un tremendo error, puesto que tras el
anuncio de la conversión todos los ahorradores correrían raudos a
retirar sus depósitos en forma de euros puesto que presumiblemente
tendrían más valor que la nueva moneda. (...)
4) El gobierno no debería fijar ningún tipo de cambio, sino que debería
dejar fluctuar libremente la cotización de la nueva moneda. Según los
autores, establecer un tipo de cambio fijo (con la idea de que la nueva
moneda tenga el mismo valor que el euro y así evitar que se deprecie)
tiene un coste muy elevado, puesto que para ello sería necesario que el
gobierno defendiese su nueva moneda en los mercados de divisas
comprándola en cantidades importantes, y para ello necesitaría disponer
de muchos euros (u otra moneda extranjera), (...)
5) La deuda en euros del gobierno
debería ser ignorada o, si fuese absolutamente necesario, renegociada a
la nueva moneda. Evidentemente ello sería considerado un default, pero
puesto que la salida del euro es en sí mismo un default, los autores no
entienden por qué ello debería ser problemático. Todos los contratos del
gobierno frente a proveedores deberían ser expresados en la nueva
moneda.
6) Con respecto a las deudas en euros de
las familias y empresas, buena parte de las mismas podrían ser
saldadas, puesto que los ahorros siguen conservándose en euros. La parte
que seguramente no pueda ser saldada desgraciadamente conduciría a
bancarrotas de muchas empresas. Éste es uno de los coste importantes que
identifican los autores. No obstante, también aclaran que ello no
impediría conseguir objetivos ambiciosos de empleo y producción. Muchos
bancos no podrían seguramente saldar sus deudas y tendrían que quebrar y
recibir apoyo público. Pero la recapitalización no tendría muchas
complicaciones al ser el Estado soberano de la moneda y poder emitir
tanto dinero como desee.
7) Puesto que la moneda se depreciará,
las empresas que compran productos fuera sufrirán el golpe. Pero al
mismo tiempo las empresas exportadoras se verán muy beneficiadas. Ello
mejorará el saldo comercial, compensando así la depreciación de la
moneda y evitando que el daño sea elevado.
8) Por último, de nada servirá la salida del euro si se continúan
aplicando políticas de austeridad. Los autores proponen que la inversión
pública se incremente notablemente, sin importar que llegue al 8% de
déficit público (nivel que consideran adecuado para impulsar la
actividad económica).
Particularmente mencionan que debería aplicarse un
programa de Trabajo Garantizado, para crear empleo directamente,
combatir la precariedad y mejorar la capacidad adquisitiva de la
población. Puesto que el Estado sería soberano de su moneda, no habría
ningún riesgo de default, la prima de riesgo sería controlable, y la
deuda pública se iría reduciendo a medida que el PIB creciese gracias al
estímulo fiscal." (Eduardo Garzón Espinosa, 26/09/2015)
Más información sobre monedas alternativas:
Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción,
sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno
impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra
económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país.
El objetivo se conseguiría rápidamente. Los únicos perjudicados, los especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: ‘Europa, 2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467 )
Los artículos de Juan José R. Calaza (Juan José Santamaría y Juan Güell) muestran con
gran claridad las ventajas de una europeseta electrónica para salir de la crisis:
- Para entender la europeseta electrónica. Qué es y, sobre todo, qué no es. Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2012/12/02/entender-europeseta-electronica/720458.html
- ·Para salir de la crisis sin salir del euro: España debe emitir europesetas (electrónicas). Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2011/11/27/salir-crisis-salir-euro-espana-debe-emitir-europesetas-electronicas/601154.html
- Las europesetas electrónicas, complementarias al euro, estimularán el crédito sin efectos colaterales perversos. Enlace: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165815
Juan Torres insiste en que es necesario emitir una moneda complementaria al euro. Sus
artículos:
- Marear la perdiz. Enlace: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/02/08/andalucia/1360327224_588117.html
- Hay alternativas, incluso dentro del euro. Enlace: http://juantorreslopez.com/publicaciones/hay-alternativas-incluso-dentro-del-euro/
Más información en: 'Si Grecia, España, o
Andalucía emitiesen una moneda digital, respaldada por la energía solar
instalada en sus tejados, alcanzarían la soberanía financiera. La de dar
créditos a familias y empresas': http://comentariosdebombero.blogspot.com.es/2014/06/si-una-autonomia-o-una-gran-ciudad.html
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