23.2.16

Más del 50% de los bonos basura de empresas petrolíferas y casi el 72% de la minería están al borde del impago... de ahí el miedo inversor

"Los sesudos gestores de las principales instituciones de ahorro mundiales siguen alentando la ingeniería financiera para que sus clientes no saquen su enorme bolsa de liquidez ociosa que viaja por el mundo a la velocidad del sonido. 

Estos prohombres de la búsqueda de rentabilidad en un entorno de inflación cero y tipos de interés negativos siguen sorprendiendo con nuevas revelaciones en forma de bonos basura (high yield en la terminología políticamente correcta) (...)

Esta franja de inversores, que acapara como se ha publicado recientemente más riqueza que la gran mayoría de población, se mida donde se mida, decidió que, ante la pésima política monetaria para sus intereses por parte de Bancos Centrales, tenía que desarrollar inversiones alternativas para poder rentabilizar toda esa bolsa ingente de liquidez, cuyo destino nunca debería ser la inversión productiva, sino eminentemente especulativa, como así ha sido siempre.  (...)

 Cada vez más, la ingeniería financiera se ha puesto al servicio de la retribución exclusivamente del capital de esta elite que no tiene necesidad de invertir en activos reales, como en la economía tradicional, sino que busca únicamente el retorno personalizado e individualizado, como es, sin duda, la moda de la creación de valor para el accionista.  (...)

El señuelo es siempre el mismo, como ya escribía Galbraith hace tiempo, Ud. compre, genere plusvalía y salga, si puede a tiempo, y si no, ya le rescatarán los contribuyentes. 

Parte de esta máxima se ha cumplido con el sistema financiero quebrado por la avaricia de esta elite, que invertía en derivados financieros, gracias al endeudamiento de la clase de abajo que se compraban el subyacente físico, atraídos por la revalorización continua del zulo que les vendía un comercial sin escrúpulos y sin formación de la Caja de Ahorros del barrio. (...)

Así, en el año 2016, más del 50% de los bonos basura emitidos por empresas petrolíferas y casi el 72% de aquellos emitidos por empresas de metales y minería están al borde del impago, lo cual puede ser otra señal más del crash financiero al que parece nos tiene abocados este año bisiesto recientemente iniciado.

 Por eso el pánico que ha aparecido en los mercados tras el hundimiento de los precios del crudo, ya que grandes fortunas apostaron por este tipo de arriesgados productos durante la crisis, sin que nadie lo impidiera o lo regulase.  (...)

El foco de tensión se concentra en EEUU, país emisor del 80% de este tipo de activos, siendo Europa un mercado más reducido, todavía. Pero el desplome del precio del crudo, acompañado por el de los precios de las materias primas en general, hacen previsibles estas previsiones, que junto a las tensiones de liquidez, son un buen termómetro de lo que puede acontecer en 2016. 

Ello va a sacudir los mercados bursátiles en general, y con ello la retribución de los CEO, verdaderos talibanes de las decisiones de inversión y retribución de los accionistas.   (...)

En resumen, si nada lo remedia, la tasa de inversión a nivel global seguirá declinando, el desempleo subiendo, pero a pesar de todo, la desigualdad crecerá y las rentas más bajas solo podrán seguir endeudándose para poder pagar las hipotecas, que ahora seguirán rumbo a generar retornos a ese 1% del capital mundial que vive de la especulación.

 La desfachatez de que el ahorro es positivo, dada la estructura actual, únicamente sirve para enervar más los ánimos a quién no sólo no puede ahorrar, sino que acumula deudas para que otros puedan batir al mercado en su búsqueda del 10% -15% de rentabilidad que merece su bolsa de capital. Y luego se extrañan que la gente vote como vota."         (Alejandro Inurrieta, 24/01/16)

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