"(...) -Se ha dicho que Israel apoya a Al Qaeda en Siria…
Es
totalmente cierto, y además no lo niegan. Hay fotografías en Internet
sobre la visita de Netanyahu en un hospital militar de los Altos del
Golán a los heridos del frente Al-Nusra (organización asociada a Al
Qaeda en Siria). Además, han dicho que apoyarán a todo aquel que luche
contra Bashar-al-Ássad. (...)
-¿Ha perdido Estados Unidos el control sobre Irak?
La
guerra de Estados Unidos contra Irak fue realmente una agresión exigida
por Israel. Estados Unidos no tenía ningún problema con Sadam Husein, de
hecho, tanto él como su petróleo estaban del lado estadounidense.
Y
también era un contrapeso a Irán. Por las exigencias de Israel, que
quería desmontar todos los estados árabes y musulmanes potentes, Estados
Unidos se metió en la guerra y destruyó a Irak y a Sadam Husein.
Pero
ahora Irán ha aumentado su influencia en la zona, y Estados Unidos no ha
ganado nada. Es cierto que las empresas norteamericanas tienen las
licencias de los pozos petrolíferos de Irak, pero por la inseguridad de
los caminos y los pozos no están extrayendo el crudo: lo están haciendo
países como China o Malasia. Actualmente no hay manera de que el país
remonte. (...)
-De tus palabras se infiere que los medios de comunicación
exageran la importancia del Estado Islámico, que vendría a ser un peón
de los Estados Unidos que mueven a conveniencia…
El Estado
Islámico nace en Afganistán con el apoyo directo de la CIA y el
Pentágono, Arabia Saudí y Pakistán. Se crea contra la Unión Soviética y
las fuerzas progresistas de la zona, sean comunistas, nacionalistas
árabes u otras fuerzas. De Afganistán, donde consiguieron derrocar al
gobierno marxista, se fueron desplazando a otros países, como
Yugoslavia, Irak, Yemen, Libia o Siria.
El objetivo es destruir estados
vertebrados y convertirlos en “fallidos”. En cada escenario donde
entran, adoptan un nombre nuevo. Lo que ocurre es que se trata de
confundir a la gente, como si la realidad fuera muy compleja, pero en
definitiva es un grupo de mercenarios, de unas 2.000 personas, que pasan
de una zona en guerra a otra y se ofrecen a quien más pague. En su
mayoría están bajo el control de Arabia Saudí, Qatar y Estados Unidos.
-¿Se
trata de los mismos grupos yihadistas? Los analistas suelen decir que
hay diferentes bandas financiadas por distintos países, cada una con su
denominación y su cometido.
Son físicamente los mismos, y sus
líderes también. La idea es confundir a la gente. Obama anunció que la
guerra contra el Estado Islámico podría durar 30 años. ¿Cómo es posible
que hayan podido derrotar a la Unión Soviética, con guerras económicas,
políticas, militares y religiosas, y no puedan vencer a 2.000 personas
que no tienen helicópteros, tanques ni misiles? Más aún, cuando Estados
Unidos y la OTAN tienen un millón de soldados en Oriente Medio. Es una
broma.
De lo que se trata, en muchas ocasiones, es de tener entretenidos
a los periodistas occidentales con la enumeración de pequeños grupos.
Pero Al-Nusra está formado tres personas, y tal vez ni eso, quizá una
página Web. Lo que sí sabemos es que hay unos 2.000 mercenarios operando
bajo el nombre del integrismo islámico, y que están absolutamente
controlados por Estados Unidos.
-¿Dónde encuentra el ISIS las complicidades?
Turquía
es un país miembro de la OTAN, y todo el mundo sabe que el Estado
Islámico tiene cuartel general en la frontera turca. Turquía les ofrece
ayuda, hospitales y comida. Y que nadie piense que el ejército turco
actúa de manera independiente de la OTAN. No pueden, como decimos en
persa, beber un vaso de agua sin el permiso del Pentágono. De hecho, la
misma alianza militar de la OTAN implica que los países miembros actúen
de manera coordinada.
-Afirmas que Estados Unidos y sus aliados
tienen un control absoluto de la situación, pero se han citado casos de
lanzamiento de alimentos o armas desde el aire, que no han llegado a
los destinatarios sino a sus enemigos; o el apoyo a determinados
sectores sobre los que después se pierde el control e incluso se
convierten en adversarios.
Eso es absolutamente falso. Lo que
hay en la zona es una estrategia de “caos controlado”. Es decir, se
provoca el caos en un punto y después se controla, de manera que uno
decide cuando termina este caos. Por ejemplo Estados Unidos puede
controlar las sanciones económicas que ha impuesto a Rusia, que es un
país poderosísimo.
Y basta que una empresa rusa venda algún producto al
margen de las sanciones o que una sociedad de otro país haga esto mismo,
para que Estados Unidos de inmediato lo observe y castigue a los
infractores. Estamos hablando de estados con capacidad de camuflar sus
estrategias.
¿Cómo es posible que a un Estado Islámico formado por
cuatro integristas, a veces chalados, no los puedan controlar y acabar
con ellos? Si han terminado con Gadafi y con el ejército sirio, que
había sido equipado y entrenado para luchar contra Israel.
-¿No hay, por tanto, errores? ¿Forma parte todo de un plan deliberado?
Los
kurdos de Siria se extrañaron, ingenuamente, de que las bombas de
Estados Unidos cayeran encima de su territorio, mientras que la ayuda
esperada llegaba a la zona controlada por ISIS. Pero esto no es un
error, sino el plan: que se maten los unos a los otros. Cuanta más
guerra haya en Oriente Medio, más empresas estadounidenses y de otros
países vivirán de ello. Nada se escapa de las manos…
No se quiere que
nadie gane. Hicieron lo mismo en la guerra entre Irán e Irak durante una
década, armaban a los dos bandos para que hubiera un “equilibrio del
terror”. El objetivo es que se maten entre ellos los países musulmanes
poderosos y productores del petróleo. E Israel, tan feliz.
Acabaron con
Irak y dejaron el país en escombros. También lo han hecho con Yemen, con
Libia… Turquía, por ejemplo, está metida hasta el fondo en la actual
guerra. Olvídate de aquella Turquía que mandaba una flotilla de apoyo a
Gaza. De manera indirecta Israel ha contenido el poder de Turquía.
-Por último, ¿ha tenido éxito esta estrategia de “caos controlado”?
Ha
sido una estrategia genial. Han metido a Oriente Medio en muchas
guerras pequeñas. En 2012 escribí un artículo en el que decía “Siria es
una trampa”. Me preguntaba cómo es posible que no pudieran matar a
Bashar-al-Ássad. La respuesta es que quieren que Irán, Irak, Turquía e
incluso Rusia se desgasten en Siria. No quieren cerrar el conflicto.
Cuanto más larga sea la guerra, mejor… (...)" ( Entrevista a la politóloga Nazanin Armanian, Enric Llopis , Rebelión, 02/08/16)
No hay comentarios:
Publicar un comentario