"Según The Economist, sin duda el periódico más influyente del
mundo y portavoz de la élite económica, los beneficios de los grandes
negocios hoy son “anormalmente altos”, incluso “demasiado elevados para
ser buenos”. v
En una economía sana la mayor parte de los beneficios van a nuevas
inversiones, competencia obliga. Pero los actuales “megabeneficios” son
tan importantes que las empresas no saben qué hacer con ellos.
En 2015
el conjunto de las empresas estadounidenses obtuvieron unos beneficios
récord de más de 1.600.000 millones de dólares, mientras que solo
invirtieron 500.000 millones de dólares. vi
Por consiguiente, el año pasado solo en Estados Unidos había un
“excedente” de capital de más de 1.000.000 millones de dólares. A escala
mundial se calcula que este excedente de capital es de 7.000.000
millones de dólares. vii
Para
que se hagan una idea, esta cantidad equivale a los ingresos anuales
totales de América del Sur y de África. También equivale a cincuenta
veces la ayuda mundial al desarrollo. Este capital durmiente, junto con
el dinero negro, es el que se oculta en Panamá y en otros paraísos
fiscales.
Esta cantidad descomunal nos permitiría crear decenas de
millones de empleos, introducir la semana de 30 horas manteniendo el
salario, aumentar los subsidios por encima del nivel de pobreza, etc. (...)
Por una parte cada vez se exprime más a las personas corrientes,
mientras que en el otro extremo la oligarquía acumula unas fortunas a
las que no da ningún uso, ¡es surrealista! ¿No hay dinero para las
pensiones, la seguridad social, la enseñanza o la sanidad? La verdad es
lo contrario, hay dinero a punta pala, pero se le quita a la población
trabajadora y lo acapara la capa de los ultrarricos.
Las causas
Grosso modo
, hay tres razones para este fenómeno de los megabeneficios.
En primer
lugar, la tasa impositiva de las empresas se revisa sistemáticamente a
la baja, a lo que hay que añadir unos regímenes fiscales preferenciales
para las empresas más grandes. En 1990 la tasa impositiva en Estados
Unidos se elevaba al 35 %, hoy es solo del 20 % . viii En Europa y Japón el descenso es aún más importante. (...)
Junto a esto tenemos la evasión y fraude fiscal que ahora conocemos
vía los Offshore Leaks, Luxleaks, Swissleaks y otros Panama Papers. x
Segunda razón: la moderación salarial. En los últimos quince años los
ingresos medios de los hogares estadounidenses ha bajado un 7 %. xi En Europa la parte de los salarios en el PNB pasaba en ese mismo periodo del 62 % al 58 %. xii
Salarios y beneficios son vasos comunicantes: cuanto más bajos son los
salarios, más elevados son los beneficios y a la inversa.
La tercera causa es la formación de monopolios. Actualmente 147
superempresas controlan el 40 % de la economía mundial y 737
“integradores sistema” controlan hasta el 80 % de ella. xiv
Los integradores sistema son megaempresas que controlan el conjunto de
la cadena de producción. Tienen una marca dominante, controlan la
investigación y desarrollo, imponen los precios a las demás.
Entorno a
ellas organizan a una serie de empresas de subcontratación completamente
subordinadas a sus intereses. xv
Muchas ramas sectoriales evolucionan cada vez más hacia un mercado tipo
“winner-takes-all” (el ganador se lo lleva todo), que permite a las
empresas en cuestión cosechar megabeneficios.
(...) en este momento la cultura de la depredación ha ido tan lejos, según el
semanario, que la oligarquía económica y política corre peligro de
perder su legitimidad. Se deduce, por ejemplo, de los buenos resultados
obtenidos por Donald Trump y Bernie Sanders en las primarias
presidenciales de Estados Unidos.
Pero también en varios países europeos
la cantidad de los votos de protesta llega a un nivel alarmante.
Además, estos megabeneficios pueden llevarnos a una larga recesión. Unos
capitales durmientes son poco beneficiosos para el crecimiento
económico. (...)
Algunas personas proponen simplemente hacer trabajar más la máquina
de imprimir billetes y dar a cada ciudadano varios millones de euros o
de dólares. Así se acabaría con la espiral descendente de la deflación y
la demanda económica se relanzaría con fuerza. xviii
Esto va totalmente en contra de la actual política de austeridad que
nos imponen todas las elites políticas. El problema que plantea este
tipo de remedio es que es desfavorable a los mercados financieros y que
debe ser administrado por el Banco Central, que trabaja precisamente
para las elites financieras.
Para atacar la enfermedad de frente se necesitan al menos cuatro elementos:
1.
Para reanimar el inmenso capital durmiente hoy en día hay que gravar a
los millonarios. Los ingresos de esta tasa permitirán lanzar un Plan
Marshall económico y social que dinamizará la economía y aliviará
problemas sociales.
2. Para evitar que en el futuro se creen
megabeneficios se deben aumentar las tasas impositivas del capital y de
forma draconiana. Según los cálculos, la tasa impositiva ideal para los
ingresos muy grandes es de aproximadamente el 80 %. xix Hay que prohibir inmediatamente regímenes de favor como los “rulings” xx o los intereses nocionales xxi . Habría que luchar seriamente contra la evasión y fraude fiscales. Para ello es indispensable un catastro de las fortunas.
3. Otra manera de prevenir los beneficios excesivos es aumentar la masa
salarial. Para poder volver a unos beneficios “normales” xxii
, la masa salarial actual debe aumentar al menos un 5 %. En el futuro
la masa salarial deberá crecer proporcionalmente tanto a la duración de
la vida como al aumento de la productividad.
4. Finalmente,
solo acabando con la omnipotencia de estas megaempresas e “integradores
sistema” es posible una solución estructural y duradera. Se quiera o
no, con ello se toca el corazón mismo de nuestro sistema de acumulación. (...)" (Marc Vandepitte , Investigaction, en Rebelión, 30/04/16)
No hay comentarios:
Publicar un comentario