15.1.19

El mayor desastre no es la separación entre la Italia del norte y la del sur, lo más grave es que Italia no ha estado nunca tan absolutamente a la derecha... sobre todo, se ha producido una auténtica y verdadera destrucción de una de las izquierdas europeas más importantes... hay que hacer lo que impidió Stalin... el leninismo al final de la vida de Lenin, la tentativas teóricas del conciliarismo

"(...) entrevista con Rossana Rossanda [tras las últimas elecciones italianas, realizada por Tommaso Di Francesco para il manifesto:del 5 de abril pasado].

El resultado electoral ve la afirmación de dos fuerzas políticas «antisistema», el M5 Estrellas «populista justicialista» en el Sur y en la coalición de derechas, la Liga, populista-racista, en el Norte. ¿Qué riesgos ve?

No creo que el mayor desastre sea la separación entre la Italia del norte y la del sur, algo que, por otro lado no es nuevo. Lo más grave es que Italia no ha estado nunca tan absolutamente a la derecha como tras estas elecciones. Sobre todo, se ha producido una auténtica y verdadera destrucción de una de las izquierdas europeas más importantes. 

En 1989, Achille Occhetto aceptó prácticamente la propuesta de Craxi de la total culpabilización del Partido Comunista Italiano, cuya identidad se podía, por el contrario, defender seriamente, si bien gracias a una especificidad que nunca se vió desmentida y que volvía difícil su relación con otros partidos comunistas, como el francés.

No sirve ahora desde luego la insistencia en torno al tema «no queda más que un montón de ruinas», algo sobre lo cual hasta il manifesto se ha mostrado bastante indulgente.

¿Ha faltado una lectura de la «sociedad rencorosa», como decía el último informe CENSIS [Centro de Estudios e Inversiones Sociales italiano]? ¿Es consecuencia de la visión de una Europa subordinada a la lógica monetaria y a la obligación de equilibrio presupuestario añadida a la Constitución?

Mantengo la tesis de que precisamente los mismos dirigentes del Partido Comunista mandaron al diablo la temática teórica y política, sobre la base de la cual habría podido hacerse, y se podría hacer todavía, un anális eficaz de los procesos que ha sufrido Italia desde hace casi un siglo. (...)

¿Cómo cree que podemos volver a poner en el centro la lucha por y sobre el trabajo, frente a una fragmentación tan extendida del trabajo mismo (formas  profesionales deformadas, geográficamente desparramadas, pero también culturalmente y  productivamente aisladas); con la extensión del precariado a todos los niveles? El proletariado, tal como lo conocimos, ya no existe, sin embargo su difusión por el mundo nunca ha sido tan grande. ¿Còmo leer esta disparidad entre expansión numérica y puesta a cero de la consciencia política? 

No creo que la lucha en defensa del trabajo la ponga en peligro una especial fragmentación. Exta existe, pero es poco más que fisiológica: se podría partir de nuevo, si hubiera ganas, de la crisis del fordismo y del análisis de Gramsci de su naturaleza y fin.

Tenemos asimismo los análisis más recientes de Luciano Gallino, que serían de gran utilidad (y explicarían algunas razones de fondo de los flujos electorales).  (...)

Los gravámenes de la Unión Europea «real» han reducido los poderes y procesos democráticos, cancelando de hecho espacios fundadores de democracia y objetivos de transformación social. La Unión Europea reducida solamente a la moneda única ¿sigue siendo terreno para una democracia avanzada y progresiva?

Creo que haría falta reflexionar sobre el hecho de que, más que atacar a un comunismo que en Europa Occidental nunca hubo, lo que se ha atacado tras la caída del muro de Berlín ha sido una cierta interpretación keynesiana que ha caracterizado las constituciones europeas de postguerra. (...)

En Italia se discute ahora de la cuestión política, después de la humillación electoral y el magro resultado de las listas de izquierda, LeU y Potere al popolo. También a la luz de la deriva del 89, del fin del PCI, de la reducción de la política a tecnicismos – para los cuales la afirmación del centrista Macron en Francia representa quizás el último y triunfante episodio – hasta el protagonismo triturador [adjetivo con el que llegó a apodarse a Renzi] de la era renziana, también ella triturada. ¿Qué piensa de la discusión en curso? 

La discusión me parece inadecuada. Haría falta partir del hecho de que el resultado electoral no ha sido inesperado, sino una lógica consecuencia de las posiciones liquidacionistas del Partido Democrático y de las consecuencias de la total desaparición de los partidos socialistas.

La afirmación de Macron en Francia consiste en una simple adecuación a la opción mayoritaria de la Unión Europea, y en particular de la CDU alemana.

Donde hay explotación y sufrimiento, debería haber «revuelta» o, al menos, construcción de una alternativa.

No veo señales consistentes de ello en Italia: las posiciones más interesantes son las de una parte del sindicato de la FIOM (Federación de Metalúrgicos), pero el cometido de un partido es distinto y políticamente mucho más radical.

En cuanto a listas como LeU y Potere al Popolo, me parece bastante poco generoso valorar su resultado, después de una campaña electoral breve y bajo el diluvio de los populismos o la extrema derecha de la Liga: para iniciar una reconstrucción, habría que tener una actitud mucho más seriamente analítica y unitaria.

Y probablemente esto exigiría un examen que no se ha hecho sobre el curso de los llamados «socialismos reales».

Se trataría de hacer lo que impidió Stalin, y, por tanto, un balance serio del leninismo al final de la vida de Lenin, en la tentativas teóricas del conciliarismo, que en Italia tuvieron continuación sólo después de 1972. En resumen, no es posible ahorrarse un trabajo muy de base, que en Italia no se ha hecho en el último medio siglo.

En esta tarea habría que examinar también fuera de toda facilidad «la línea togliattiana». Recuerdo que con alguna exhortación a ir en esta dirección no he tenido suerte ni siquiera yo en nuestro periódico."                     (Entrevista a Rossana Rossanda  , Sin Permiso, 08/01/2019)

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