"ATTAC propone establecer un Impuesto a las Transacciones Financieras
(ITF), una de esas medidas necesarias y muy beneficiosas para la
mayoría social, que no termina de abrirse paso, tal vez, porque la
economía se «complejiza» para que resulte ininteligible.
Para comprender qué es el ITF lo primero que tenemos que tener en
cuenta es que el sistema financiero, la economía «especulativa» (la que
se mueve en las Bolsas, en los mercados financieros, la que especula y
mueve el dinero de una manera cada vez más rápida), ha ido imponiéndose a
la economía productiva (la industria, la agricultura, la economía que
genera empleo, que produce bienes y servicios).
Y lo ha hecho hasta tal
punto que se calcula que en la actualidad el volumen de
operaciones financieras representa casi 70 veces el PIB mundial, y que
la economía especulativa significa 125 veces el dinero en metálico en
circulación.
A esto hay que añadir la falta de regulación y de control, y la
opacidad con la que se mueven las operaciones financieras. Se prima la
«ingeniería financiera» y se exaltan a aquellas personas que han amasado
grandes fortunas sin otro esfuerzo que el de especular en los mercados
financieros.
Estas operaciones financieras afectan a todo tipo de bienes,
también a las materias primas, con las que se especula en los mercados
de futuros provocando hambrunas y graves crisis económicas.
Y la riqueza
se ha concentrado cada vez más en menos manos y, de esta forma, un
reducidísimo grupo de personas, grandes bancos y entidades financieras
poseen la mayoría de la riqueza del mundo, estimándose que el 82% de la
riqueza mundial está en manos del 1% más rico.
Lo han conseguido porque desde la década de 1970 se ha permitido que
los capitales se muevan con total opacidad, sin ningún tipo de control
ni de regulación y porque los grandes grupos financieros gozan de total
libertad de acción, eludiendo impuestos en las guaridas (llamadas
paraísos) fiscales y porque las políticas fiscales recaen especialmente
sobre la ciudadanía, pero no sobre las finanzas ni sus grandes fortunas.
Así, se paga el IVA cada vez que se compra un bien o servicio, mientras
que en la especulación financiera esas compras y ventas de productos
financieros no se gravan con ningún impuesto. (...)
Cada día se realizan en el mundo billones de transacciones
financieras, tráfico que vive un vertiginoso incremento gracias a las
nuevas tecnologías, a nuevos algoritmos y a las plataformas de alta
velocidad (High Frequency Trading o HFT). Si a cada operación se le
aplicara un impuesto, por pequeño que sea, se conseguirían dos cosas muy
importantes:
1) poner un freno y un mayor control a la especulación financiera, y
2) recaudar fondos para invertir en lo que necesita la población.
Esto es el ITF
Es un impuesto, por lo que tiene que ser implementado por los poderes públicos; y grava las operaciones (transacciones) financieras. No es un impuesto directo a las entidades financieras ni a los inversores, sino a las operaciones realizadas, al igual que el IVA grava las operaciones de compra y venta de bienes y servicios. (...)
Más adelante, en septiembre de 2011, el ITF tuvo la oportunidad de
ser implantado en Europa tras las graves consecuencias que había dejado
la crisis financiera, aunque no llegó a establecerse. En 2016, 125 millones de ciudadanos europeos
exigieron a sus líderes que cumplieran su promesa de establecer el ITF,
pero lo cierto es que hasta la fecha solo ha habido tímidas
implantaciones en algunos, muy pocos, países.
Quienes más se oponen a
esta medida son los bancos y las grandes entidades financieras.
También sus portavoces en los medios de comunicación y en las
instituciones políticas. Y quienes la defienden son movimientos sociales
como ATTAC, los gobiernos progresistas y los movimientos, sindicatos
y organizaciones ciudadanas.
Las cantidades que se podrían recaudar varían si se aplican en un
solo país o en varios y del tipo impositivo que se establezca. También
es difícil hacer este cálculo debido a la opacidad que existe en el
mundo del sistema financiero.
Los porcentajes van desde el 0,01% para
los derivados propuesto en su día por el Consejo de Europa hasta el 0,5%
de la propuesta inicial de ATTAC. En cualquier caso, serían cantidades
nada desdeñables de miles de millones de euros.
Recientemente, el
Gobierno de España y Unidos Podemos han llegado a un acuerdo para
implantar un impuesto a la compra de acciones españolas con un
gravamen del 0,2%. Esto es un ITF demasiado restringido. Pero desde
ATTAC se ha valorado como un paso muy pequeño aunque positivo. Hay
que saludarlo, pero sin perder la ambición de ir más allá." (Attac Madrid, 09/12/18)
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