21.1.19

Rusia y China son países que, aunque internamente no nos sean atractivos, en su papel internacional son mucho más democráticos que las democracias occidentales -Estados Unidos en primer lugar. Esta paradoja es fundamental para entender cómo debemos valorar y observar estos países... frente a la hegemonía americana, es decir, la de administrar con bombas y mediante la guerra...

"(...) En tu último libro sobre Rusia, planteas una potencia dual, con una gran fuerza de cara al exterior pero, al mismo tiempo, con debilidades internas muy fuertes. ¿Por qué Rusia es importante en el mundo?

Porque es parte de la configuración de un nuevo mundo multipolar, un mundo que desarma y erosiona la hegemonía de una sola potencia [los Estados Unidos]. Es una situación internacional muy peligrosa que, el comienzo del siglo a esta parte, ha producido cuatro millones de muertos en el arco que va de Afganistán a Siria, con intervenciones desastrosas que no sólo han destruido regímenes, sino también estados y sociedades.
 Rusia y China son países que, aunque internamente no nos sean atractivos, en su papel internacional son mucho más democráticos que las democracias occidentales -Estados Unidos en primer lugar. Esta paradoja es fundamental para entender cómo debemos valorar y observar estos países, aunque, como te decía, estén liderados por regímenes que no son simpáticos en absoluto.

¿Cómo interpretas el actual proyecto chino de la Nueva Ruta de la Seda?

Hoy en día tenemos dos propuestas mundiales: una es la hegemonía americana, es decir, la de administrar con bombas y mediante la guerra, utilizando la presión y la fuerza militar. Esta postura, teniendo en cuenta la capacidad de destrucción masiva que tenemos, es sumamente peligrosa. Al problema nuclear se suman el de desigualdad territorial y social, así como el calentamiento global. Tenemos por delante un siglo muy complicado, en el que la humanidad se juega su futuro. 
Puede sonar grandilocuente, pero las cosas son así. La otra propuesta que tenemos en el mundo es la de los chinos: tejer este tipo de vías de integración global, que incrementarán la interdependencia sin recurrir a lo militar, basándose en el reconocimiento de que somos diferentes, y que tenemos que convivir dentro de esta diversidad.
 Si tenemos que elegir entre uno proyecto y el otro, la elección es clara. Esto no quiere decir que el modelo chino no tenga problemas; pero, desde un punto de vista de supervivencia, me parece más viable. Como mínimo, no es este juego de la ruleta rusa al que nos somete el militarismo exacerbado.

Has escrito que la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China es un intento de frenar el ascenso chino.

Creo que no hay una guerra comercial entre Estados Unidos y China, pero se tantea una guerra de verdad. Es un escenario muy plausible. Trump está diciendo en China que debe detener su ascenso y desarrollo. Esto es 'casus belli': desde la Revolución China, la gran causa china ha sido el desarrollo del país.
 A ello debes sumar el cerco militar al que está sometida la China, de una manera cada vez más angustiosa: recordemos que la mayoría de la capacidad aeronaval militar de Estados Unidos está desplegada a su alrededor, de forma inequívoca. La situación es inquietante.

¿Cómo acabará esto?

Puede haber algún tipo de incidente o conflicto militar -de hecho, ya tenemos situaciones peligrosas en el mar de China Meridional. Los chinos se están preparando para esta situación; por eso Xi Jinping ha renovado sus poderes, y no por la tontería que se dice que se parece a Mao. Los chinos están poniendo el cinturón de seguridad ante la evidencia de que vienen tiempos muy difíciles que incluirán tensiones militares. 
Deben demostrar a los americanos que Washington no puede ganar en un choque regional. China no está en condiciones de soportar un enfrentamiento global, pero sí un tira y afloja regional. El aumento del poder militar chino va en esta dirección, no en la de competir globalmente con Estados Unidos.

No es seguro que aliados de Estados Unidos como Japón o la India se sumaran a este choque ...

Es interesante constatar que, a finales de octubre, hubo las primeras maniobras militares conjuntas de China con la ASEAN [Asociación de Naciones del Sudeste Asiático]. Pues bien: todos estos países, que tienen conflictos territoriales con Pekín en el mar de China Meridional, decidieron hacer maniobras militares conjuntas con China.
 El mensaje fue: "A nosotros no nos interesa la tensión militar; queremos resolver nuestros problemas, pero por vías no militares ". Estas maniobras conjuntas, además, coincidieron con la visita del primer ministro japonés, Shinzo Abe, a Pekín, en un clima de cordialidad insólita. Por lo tanto, incluso Japón -que tiene una política exterior autista- está en la ola de fomentar esta perspectiva. 
Es lógico: la economía china ya pesa mucho más en la región que la de Estados Unidos. Pero el elemento clave es el sentido común de los asiáticos, que es mucho más sabio que el de los occidentales. Lo estamos demostrando en Europa, donde estamos siendo arrastrados a una estúpida guerra fría contra Rusia, que no nos interesa para nada."                                 (Entrevista a Rafael Poch,  Javier Borrás, Crític, 08/01/19)

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