18.11.19

Las políticas reaccionarias de Vox: privatización de las pensiones siguiendo el modelo chileno... una de las razones de que esté habiendo una revuelta popular (y de esto no se habló en la campaña electoral)

"(...) Es extraordinario que en la mayoría de entrevistas a los dirigentes de Vox apenas han aparecido sus propuestas económicas y sociales. Sus dirigentes reproducen meras generalidades –como también hace Trump- sin especificar sus medidas, que sí que pueden verse, sin embargo, en sus programas, aun cuando estas estén en un nivel muy rudimentario.

 Estas están en la línea liberal de las derechas que se autodefinen como centroderecha: PP; o de centro, C’s. Representan el neoliberalismo radical de la economía y el desmantelamiento del Estado del bienestar. En cuanto al gasto público, proponen anular completamente el déficit y la deuda pública (medida extrema de la que, por otro lado, piden también los otros partidos en intensidades más moderadas).  

Quieren, con ello, impulsar un cambio radical dentro de un proyecto que los otros partidos de derecha comparten. Tal objetivo se conseguiría a través de unos recortes del gasto público muy notables que reducirían todavía más los insuficientes recursos del Estado del bienestar, y que dañarían enormemente a las clases populares.

Esta medida iría acompañada de una reducción de impuestos, que se justifica subrayando que la escasa capacidad adquisitiva de los trabajadores se debe primordialmente a la supuestamente excesiva carga fiscal. Bajarían los impuestos a todas las personas de todos los niveles de renta.  

Los más beneficiados serían los que ingresan más de 60.000 euros anuales, que pasarían de pagar el 45% actual a un 30%, así como las rentas empresariales con una reducción muy notable del impuesto de sociedades, que pasaría del 25% al 22%, eliminando a la vez los impuestos de sucesiones y de propiedad.

Son favorables también a la privatización de los servicios públicos, así como una desregulación masiva de aquellas normas que interfieren con la libertad del mercado. También están a favor de la privatización y dualización por clase social de los servicios públicos del Estado del bienestar, tales como la sanidad y la educación. 

Un tanto igual en cuanto a las transferencias públicas, como las pensiones, proponiendo la privatización de buena parte de tales transferencias, como ya propuso la escuela ultraliberal de Chicago en Chile, siendo aplicadas por el General Pinochet, al cual asesoraron. 

Tales políticas han sido también propuestas, por cierto, por el economista ultraliberal, el independentista Sala i Martín, economista promovido por los medios de comunicación del gobierno independentista catalán, TV3 y Catalunya Ràdio. 

Crearían así un sistema dual de pensiones, favorecedor de las pensiones privadas (con bonificaciones fiscales), incluyendo toda la vida laboral para calcular la pensión de jubilación (en lugar de los últimos años trabajados). Tales medidas se han aplicado en Chile y fueron una de las razones de que esté habiendo una revuelta popular. 

Vox también propone la recentralización de numerosas competencias autonómicas, tales como la sanidad, la educación y la justicia, eliminado gran número de competencias locales.


No es solo racista y sexista. Es también clasista ¿Quién se beneficiaría de la subida de Vox?

La evidencia es abrumadora en el sentido de que la aplicación de tales políticas beneficiaría muy marcadamente a las rentas de capital y del mundo empresarial, así como a las rentas superiores a costa de un gran descenso de las rentas de la clase trabajadora y de las clases populares. Es la máxima expresión del poder de clase en la lucha de clases que define en gran medida la realidad existente (y ocultada) en España.

En este aspecto, su visión no es solo racista y sexista, sino también clasista (punto que parece olvidado por los portavoces progresistas que priorizan sistemáticamente la denuncia a la discriminación de género y raza, olvidándose de la discriminación por clase social). Vox es la máxima expresión del poder de la clase dominante. 

Su nacionalismo extremo, basado en una concepción de superioridad nacional, su autoritarismo antidemocrático y chauvinista, y su anti-progresismo tienen un marcado componente clasista, a favor –por supuesto- de la clase dominante. Esto es lo que representaba el fascismo español y esto es lo que representan ahora sus herederos. (...)"                         (Viçenc Navarro, Público, 14/11/19)

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