22.9.20

POLITICO: La desigual respuesta al coronavirus de Madrid recibe un coro de desaprobación en la ópera. Público enfurecido por la falta de medidas de distanciamiento social en los asientos baratos.

 "El primer ministro español, Pedro Sánchez, y el líder regional de Madrid mantuvieron conversaciones de crisis el lunes, horas después de que la ira por la respuesta a la pandemia de coronavirus se extendiera al normalmente tranquilo Teatro Real.

El teatro de la ópera se vio obligado a suspender una actuación el domingo por la noche después de que el público reaccionó furiosamente ante la distribución desigual de la distancia social entre los asientos. (...)

(...) en las redes sociales, los aficionados a la ópera y los escritores culturales acusaron al teatro de someter a su público a una "discriminación clasista", con condiciones de seguridad que solo se ofrecen a quienes estén dispuestos a pagar varios cientos de euros por sus asientos. (...)

El incidente tuvo lugar en medio de un creciente descontento por el impacto desigual del coronavirus en Madrid, donde las tasas de infección están aumentando en los barrios de clase trabajadora de la ciudad, y en vísperas de la imposición de un bloqueo parcial para seis de los distritos más pobres de la capital.

 En un intento por controlar el virus en Madrid, que representa casi un tercio de todos los casos confirmados en España, la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso decretó que quienes vivan en las áreas afectadas pueden salir de sus zonas designadas solo para ir y volver del trabajo. (...)

El lunes, se envió a la policía municipal de Madrid para controlar el acceso a las áreas afectadas, muchas de las cuales tienen vías divididas, lo que significa que los residentes a menudo no pueden ver a sus familiares o acceder a los servicios ubicados al otro lado de la calle.

Antes de una reunión con Sánchez el lunes, el personal de Ayuso dijo que pediría que se desplegara el ejército para hacer cumplir el cierre. Sin embargo, una declaración conjunta emitida después de la reunión no mencionó ese plan y solo prometió una mayor cooperación para abordar la crisis.

Durante el fin de semana, Ayuso justificó la imposición de cierres parciales en zonas donde las autoridades han confirmado más de 1.000 nuevos casos de coronavirus por cada 100.000 habitantes, pero su sugerencia de que las altas tasas de contagio en ciertos barrios se debían a la irresponsabilidad de los lugareños y al “estilo de vida de los inmigrantes”. provocó una ofensa generalizada entre los residentes que culpan al gobierno regional por la falta de personal en los centros de salud pública y el transporte público abarrotado.

"No nos enfermamos porque salgamos de fiesta, nos enfermamos porque no tenemos forma de escondernos de este virus", dijo un residente de 27 años del barrio cerrado de Carabanchel que pidió permanecer en el anonimato.

"La gente aquí no puede permitirse el lujo de vivir por su cuenta y no hay distancia social en un piso compartido. Tenemos trabajos que no puedes hacer desde casa, o jefes que no nos dejan hacerlos desde allí, así que no tenemos más remedio que utilizar el sistema de metro abarrotado.

"Estas medidas no harán ninguna diferencia", agregó. "Simplemente estamos siendo castigados por ser pobres".                   (Aitor Hernández-Morales, POLITICO, 21/09/20)

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