6.10.22

El euro es en realidad un sustituto del marco alemán... el euro obtiene su valor de la producción alemana, y en cierta medida de la agricultura holandesa y de algunas otras industrias de gran éxito... Las economías más fuertes se han vuelto arrogantes. Utilizaron su riqueza para intentar "volverse verdes" más rápido que los demás y se hicieron dependientes del gas ruso. Con el ahumado Nord Stream, ese gas desapareció... Esto convierte a los países fuertes en débiles. La tasa de inflación de Alemania fue del 10% en septiembre, mientras que la de los Países Bajos fue del 17,1%. Por su parte, Italia y España tuvieron un 8,9% y un 9% respectivamente. Hay muchas razones para creer que este diferencial se mantendrá a medida que los países antes más ricos, con sus economías construidas en torno a una infraestructura energética destartalada, disminuyan más que los demás... Entonces, ¿qué sentido tiene atarse a la marca en este escenario? A menos que algo cambie drásticamente, la lógica dicta que el euro se desmoronará

 "Son muchas las razones que se aducen para justificar el euro, pero cuando se eliminan todos los elementos periféricos, se llega al argumento central: el euro es en realidad un sustituto del marco alemán y todas las partes se perciben como beneficiarias de una organización permanente del marco.

Por "marco alemán" quiero decir que el euro obtiene su valor de la producción alemana, y en cierta medida de la agricultura holandesa y de algunas otras industrias de gran éxito. ¿Cómo se beneficia cada parte, al menos a sus propios ojos? Para las economías más fuertes -las que tienen excedentes comerciales en Europa- el euro les permite inundar con sus productos a las economías más débiles. Sin el euro, el marco/florín se apreciaría y los excedentes desaparecerían.

Los países más débiles tienen desde hace tiempo problemas de inflación y depreciación de la moneda. La adopción del euro/marco alemán les permite experimentar los niveles alemanes de estabilidad financiera. Pero la cuestión es que esto ya no es así.

¿Cómo es eso? Las economías más fuertes se han vuelto arrogantes. Utilizaron su riqueza para intentar "volverse verdes" más rápido que los demás y se hicieron dependientes del gas ruso.

Con el ahumado Nord Stream, ese gas desapareció, durante mucho tiempo. Esto convierte a los países fuertes en débiles. La tasa de inflación de Alemania fue del 10% en septiembre, mientras que la de los Países Bajos fue del 17,1%. Por su parte, Italia y España tuvieron un 8,9% y un 9% respectivamente.

Hay muchas razones para creer que este diferencial se mantendrá a medida que los países antes más ricos, con sus economías construidas en torno a una infraestructura energética destartalada, disminuyan más que los demás. Entonces, ¿qué sentido tiene atarse a la marca en este escenario? Sería como si un país financieramente estable como Chile atara su moneda a una cesta financiera como la de Argentina. Y así, a menos que algo cambie drásticamente, la lógica dicta que el euro se desmoronará.

Y así se desmoronará. Lo que debe ocurrir, ocurrirá". La ley de hierro de la economía."             (Antonio Di Siena, L'Antidiplomatico, 01/10/22; traducción DEEPL)

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