14.4.24

Ayer llegó la esperada respuesta iraní al bombardeo israelí del consulado iraní en Damasco... los objetivos fueron elegidos intencionadamente entre las bases militares israelíes, dejando fuera a los civiles, para que con esta respuesta se pueda dar por cerrado el incidente abierto con el ataque a Damasco, en nombre de la proporcionalidad. Los misiles alcanzaron dos bases militares israelíes (Monte Hermón y Novatim)... EEUU, bajo elecciones, no tiene intención de involucrarse en un conflicto directo con Irán, lo que le expondría a otro frente simultáneo en términos de apoyo militar cada vez más complicado (Ucrania, Taiwán, Siria, etc.). Biden ya ha hecho saber que, aunque apoya a Israel como siempre, no desea una mayor escalada... la pelota está ahora en manos del gobierno israelí, que puede decidir o bien restar importancia al incidente, alegando que los daños recibidos son irrelevantes y que no son necesarias represalias, o bien, por el contrario, agitando el fantasma del primer ataque directo en su propio territorio, puede preparar un contraataque... Un nuevo ataque israelí obligaría a Irán a responder como prometió, desencadenando la temida escalada que sólo puede desembocar en una devastadora guerra regional... Por desgracia, todo apunta a que Israel seguirá precisamente este camino, tanto porque la intención de desencadenar una escalada parece haber sido transparente desde el principio, como porque la fortuna interna de Nethanyahu depende de cuánto pueda prolongar el conflicto... una guerra regional, además de abrir escenarios potencialmente apocalípticos en el plano estrictamente militar, provocaría una nueva crisis en el tráfico por el Canal de Suez y en los canales de intercambio de materias primas entre Europa y Asia, de la que EEUU podría alegrarse... Europa prepara un futuro de penurias para sus pueblos (Andrea Zhok)

 "Ayer llegó la esperada respuesta iraní al bombardeo israelí del consulado iraní en Damasco, en el que murió, entre otros, el general Haj Zahedi.

Irán llevó a cabo un ataque simultáneo con drones y misiles para saturar la poderosa defensa antiaérea israelí. Los misiles alcanzaron dos bases militares israelíes (Monte Hermón y Novatim). Hoy en día, la autoridad iraní reivindica esos dos objetivos como objetivos principales, pero es bastante obvio cómo esta reivindicación pretende simplemente hacer coincidir los objetivos alcanzados de facto con las intenciones reales (que desconocemos), para poder decir que el éxito fue completo.

Más allá de estas escaramuzas, los objetivos fueron elegidos intencionadamente entre las bases militares israelíes, dejando fuera a los civiles, para que con esta respuesta se pueda dar por cerrado el incidente abierto con el ataque a Damasco, en nombre de la proporcionalidad.

EEUU, bajo elecciones, no tiene intención de involucrarse en un conflicto directo con Irán, lo que le expondría a otro frente simultáneo en términos de apoyo militar cada vez más complicado (Ucrania, Taiwán, Siria, etc.). Biden ya ha hecho saber que, aunque apoya a Israel como siempre, no desea una mayor escalada.

La dirección iraní, por boca del general Mohammad Bagheri, ha declarado, por su parte, que con esta respuesta da por cerrado el incidente, pero que se reserva el derecho a tomar represalias ampliadas en caso de un nuevo ataque israelí.

Por tanto, la pelota está ahora en manos del gobierno israelí, que puede decidir o bien restar importancia al incidente, alegando que los daños recibidos son irrelevantes y que no son necesarias represalias, o bien, por el contrario, agitando el fantasma del primer ataque directo en su propio territorio, puede preparar un contraataque.

Un nuevo ataque israelí obligaría a Irán a responder como prometió, desencadenando la temida escalada que sólo puede desembocar en una devastadora guerra regional (en una región que ya está al borde de un ataque de nervios debido a la masacre de civiles palestinos que se está produciendo en los últimos meses).

Por desgracia, todo apunta a que Israel seguirá precisamente este camino, tanto porque la intención de desencadenar una escalada parece haber sido transparente desde el principio (el ataque al consulado iraní no tenía ninguna función militar estratégica, sino sólo el sentido de una violación tan manifiesta como para obligar a una respuesta), como porque la fortuna interna de Nethanyahu depende de cuánto pueda prolongar el conflicto y de cuánto pueda aglutinar el frente interno en torno a las exigencias de la defensa. 

La perspectiva de una guerra regional, además de abrir escenarios potencialmente apocalípticos en el plano estrictamente militar, provocaría una nueva crisis en el tráfico por el Canal de Suez y en los canales de intercambio de materias primas entre Europa y Asia (de la que EEUU podría alegrarse).

Europa, cada vez más genuflexa ante EEUU, pasiva y reducida al papel de intérprete de los velos atlánticos, prepara un futuro de penurias para sus pueblos."

( Andrea Zhok, L'Antidiplomatico, 14/04/24, traducción DEEPl)

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