10.4.24

POLITICO: La protección del clima es ahora un derecho humano... El fallo judicial del martes que cambia la definición significa que casi 50 gobiernos ahora deben enfrentar una nueva era de litigios climáticos... Deben proteger a sus ciudadanos del cambio climático: es su derecho humano"... ¿La conclusión del tribunal? Los seres humanos tienen un derecho a la seguridad frente a las catástrofes climáticas que está enraizado en su derecho a la vida, la intimidad y la familia... Aunque la sentencia en sí no incluye ninguna sanción -el caso se refería a varias mujeres que acusaban a Suiza de no protegerlas de los peligros climáticos-, sienta un poderoso precedente que los ciudadanos pueden utilizar para demandar a los gobiernos ante los tribunales nacionales... las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, órgano judicial del Consejo de Europa, organización internacional de derechos humanos, son vinculantes para los 46 miembros del Consejo, que abarcan toda Europa y numerosos países fronterizos... la sentencia del martes contribuirá a que los litigios climáticos pasen de ser una batalla país por país a una batalla que se extiende por todos los continentes... La sentencia incluye incluso medidas concretas que los gobiernos deben adoptar para cumplir sus nuevas obligaciones en materia de derechos humanos relacionados con el clima. La lista incluye cosas como un plazo concreto para alcanzar la neutralidad climática, un camino para llegar a ella y pruebas de que el país está realmente en ese camino. "La sentencia de hoy contra Suiza sienta un precedente histórico que se aplica a todos los países europeos"... Se espera que en los próximos meses otros organismos internacionales emitan sus propias sentencias sobre las mismas espinosas cuestiones jurídicas, lo que podría consolidar aún más la tendencia evolutiva. La Corte Internacional de Justicia, el Tribunal Internacional del Derecho del Mar y la Corte Interamericana de Derechos Humanos tienen casos similares en trámite

 "Los gobiernos están avisados: Deben proteger a sus ciudadanos del cambio climático: es su derecho humano".

Este clarividente mensaje aparece en una densa sentencia dictada el martes por el máximo tribunal europeo de derechos humanos. ¿La conclusión del tribunal? Los seres humanos tienen un derecho a la seguridad frente a las catástrofes climáticas que está enraizado en su derecho a la vida, la intimidad y la familia.

La decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que cambia las definiciones, significa que casi 50 gobiernos que representan a casi 700 millones de personas tendrán que hacer frente a una nueva era de litigios de comunidades afectadas por el clima que alegan inacción.

Aunque la sentencia en sí no incluye ninguna sanción -el caso se refería a varias mujeres que acusaban a Suiza de no protegerlas de los peligros climáticos-, sienta un poderoso precedente que los ciudadanos pueden utilizar para demandar a los gobiernos ante los tribunales nacionales.

Según Ruth Delbaere, especialista jurídica de Avaaz, una organización sin ánimo de lucro con sede en Estados Unidos que promueve el activismo climático, el veredicto servirá "como modelo para demandar con éxito a tu propio gobierno por los fracasos climáticos".

 Ni siquiera la desestimación simultánea, el martes, de otros dos casos relacionados con el clima, incluido uno de gran repercusión presentado por activistas portugueses que se enfrentaban a más de 30 países a la vez, calmó el ánimo de los defensores del clima. Según los expertos jurídicos, estos casos fueron desestimados en su mayoría por motivos técnicos; los jueces incluso dijeron a los activistas portugueses que juzgaran su caso en Portugal antes de volver al Tribunal de Derechos Humanos con sede en Estrasburgo.

"El Tribunal está diciendo básicamente a los demandantes cuyas acciones fueron desestimadas cómo proceder la próxima vez", afirmó Alberto Alemanno, profesor y especialista en Derecho de la UE.

Cortejar a los tribunales sobre el clima

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos se creó en la década posterior a la Segunda Guerra Mundial, pero su importancia ha crecido en la última generación. Como órgano judicial del Consejo de Europa, organización internacional de derechos humanos, las sentencias del Tribunal son vinculantes para los 46 miembros del Consejo, que abarcan toda Europa y numerosos países fronterizos.

En consecuencia, la sentencia del martes contribuirá a que los litigios climáticos pasen de ser una batalla país por país a una batalla que se extiende por todos los continentes.

Anteriormente, los activistas climáticos habían tenido éxito principalmente en demandar a países individuales para forzar la acción climática.

 En 2019, un veredicto del Tribunal Supremo neerlandés obligó a los Países Bajos a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 25%, mientras que en 2021 un tribunal francés dictaminó que el Gobierno era responsable de los daños medioambientales tras incumplir sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero. Ese mismo año, el Tribunal Constitucional alemán dictaminó que la ley sobre el clima de 2019 era en parte "inconstitucional" porque hacía recaer sobre las generaciones futuras una carga excesiva en la reducción de emisiones.

Incluso en Estados Unidos, jóvenes activistas medioambientales ganaron el año pasado un caso local contra organismos estatales tras argumentar que el uso continuado de combustibles fósiles violaba su derecho a un "medio ambiente limpio y saludable."

En 2021, un tribunal francés dictaminó que el gobierno era responsable de los daños medioambientales tras incumplir sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero. | Thomas Samson/AFP vía Getty Images

Pero 2024 se perfila como un punto de inflexión para los litigios climáticos, redefiniendo quién tiene derecho a demandar por cuestiones climáticas, qué argumentos pueden utilizar y a quién pueden dirigirse.

Para empezar, los expertos esperan que la sentencia del martes repercuta en futuros litigios, tanto en Europa como en el resto del mundo. La sentencia incluye incluso medidas concretas que los gobiernos deben adoptar para cumplir sus nuevas obligaciones en materia de derechos humanos relacionados con el clima. La lista incluye cosas como un plazo concreto para alcanzar la neutralidad climática, un camino para llegar a ella y pruebas de que el país está realmente en ese camino.

"La sentencia de hoy contra Suiza sienta un precedente histórico que se aplica a todos los países europeos", declaró Gerry Liston, asesor de la demanda portuguesa desestimada.

Liston argumentó que la decisión presionará a los países para que garanticen que sus políticas se ajustan al objetivo del Acuerdo de París de mantener el calentamiento global dentro de 1,5 grados centígrados.

En concreto, el veredicto también podría afectar a los resultados de otras seis demandas climáticas de alto perfil pendientes ante el tribunal de derechos humanos, incluida una demanda respaldada por Greenpeace que cuestiona si la decisión de Noruega de conceder nuevas licencias de petróleo y gas cumple con su estrategia de reducción de emisiones de carbono.

Una estrategia jurídica emergente

Luego está el cambio teórico enterrado en la redacción del tribunal.

Joie Chowdhury, abogado del Centro de Derecho Ambiental Internacional, afirmó que el resultado del caso suizo amplía el concepto jurídico de quién puede "considerarse víctima de daños climáticos" con "derecho a reclamar justicia climática", así como "quién puede ser considerado responsable de las contribuciones al cambio climático o de la inacción al respecto".

Greenpeace apoya una demanda que cuestiona si la decisión de Noruega de conceder nuevas licencias de petróleo y gas cumple su estrategia de reducción de emisiones de carbono. | Hakon Mosvold Larsen/EFE vía EPA

Y añadió: "No puede ser que, como el cambio climático afecta a todo el mundo, nadie pueda buscar remedio, o que, como tantos países son responsables del cambio climático, nadie pueda rendir cuentas".

 Y aunque sólo el caso suizo prosperó el martes, los observadores jurídicos sostienen que el trío de demandas ya ha reconfigurado la estrategia de los tribunales climáticos.

"Estos casos se basan unos en otros, y así deben entenderse", afirmó Corina Heri, investigadora de derechos humanos de la Universidad de Zúrich. El caso portugués, por ejemplo, "cambió lo que se creía jurídicamente posible", dijo, y "creó nuevos enfoques sobre cuánto saben los Estados y cuánto se puede esperar que hagan en relación con el cambio climático".

Se espera que en los próximos meses otros organismos internacionales emitan sus propias sentencias sobre las mismas espinosas cuestiones jurídicas, lo que podría consolidar aún más la tendencia evolutiva.

La Corte Internacional de Justicia, el Tribunal Internacional del Derecho del Mar y la Corte Interamericana de Derechos Humanos tienen casos similares en trámite.
"El conjunto de estos casos aclarará las obligaciones jurídicas de los Estados de proteger los derechos en el contexto del cambio climático y sentará las bases para las próximas décadas", afirmó Chowdhury, del Centro de Derecho Medioambiental."                     ( Federica Di Sario  , POLITICO, 09/04/24, traducción DEEPL)

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