"Sin embargo, en la vida cotidiana, todos nuestros pagos se hacen
contra presentación de una factura que da testimonio sobre las
mercaderías compradas o los servicios recibidos a cambio.
En el caso de
la deuda pública ¿dónde está la factura? Si existe la deuda, ésta
proviene de tres causas: el alza de los tipos de interés al comienzo de
los años ochenta; la contrarreforma fiscal que permitió reducir en forma
importante la fiscalidad sobre los individuos más ricos y los
beneficios de las sociedades; la crisis actual provocada por los bancos y
otras instituciones financieras privadas.
Los pueblos no son
responsables, no viven por encima de sus posibilidades puesto que, a
menudo, los derechos humanos fundamentales no están totalmente
garantizados, y la factura presentada no corresponde a bienes o
servicios de los que fueron beneficiarios. Son los acreedores los que
viven por encima de sus posibilidades, no los pueblos. ¿Debemos pagarles
sus deudas?
La única manera de dar una respuesta es cuestionando en detalle la
historia de esta deuda. La herramienta más adaptada es la auditoría
ciudadana: a nosotros nos corresponde entender de dónde viene esta deuda
y de señalar las responsabilidades.
La auditoría permitirá determinar
la parte de la deuda pública que es ilegítima, que el pueblo deba
rechazar su pago y que convenga anular. Fue en el verano de 2011 que un
grupo de asociaciones, sindicatos y partidos políticos crearon en
Francia el Colectivo por una auditoría ciudadana de la deuda pública.
(CAC, véase www.audit-citoyen.org).
Se redactó un manifiesto y se puso a la firma. Este llamamiento para
una auditoría ya está firmado por 58.000 personas, a los seis meses de
su aparición.
Lanzada en el ámbito nacional, esta reivindicación de una auditoría
fue rápidamente expandida por numerosos ciudadanos y ciudadanas por todo
el territorio francés. Decenas de comités locales se crearon
espontáneamente y no se trataba de una orden «venida de arriba».
La
voluntad de lanzar esta auditoría confluye con la inquietud de la
población de Francia y su necesidad de actuar en un momento en que la
Unión Europea sufre ráfagas de austeridad justificada por la deuda.
Si
se decide pagar, queremos saber por qué. Queremos decidir lo que
aceptaremos reembolsar y lo que no es aceptable pagar, La auditoría es
un camino obligado hacia ese objetivo." (Attac Madrid, 14/03/2012)
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