"La UE sospecha y se ha producido el sorpasso entre Italia y España,
de modo que nuestro país ha sustituido al primero en la vanguardia de
los problemas relacionados con la prima de riesgo y se ha puesto en la
zona roja de las preocupaciones de los inversores en la eurozona.
Además, durante los últimos días, la economía española ha sido objeto de
los ataques más duros por parte de las principales biblias de la prensa
económica mundial, de diversos informes de los bancos de inversión y,
lo más paradójico, del propio primer ministro italiano, Mario Monti
(“España está dando a toda Europa motivos de gran preocupación”).
Probablemente para evitar que los ojos de los mercados se fijen en las
dificultades italianas y en la fragilidad política de sus reformas,
Monti ha señalado con el dedo a España. Ese tipo de políticas de
perjuicio al vecino, de sálvese quien pueda, abundaron en la Gran
Depresión.
Las críticas coincidentes sobre la política económica española son de
tres tipos: el temor de que los topes de déficit no se cumplan este año
(dado que la tardanza en la aprobación de los Presupuestos va a hacer
que los esfuerzos en la reducción de gastos y en el incremento de
impuestos se tengan que concentrar en sólo ocho meses); que la reforma
financiera es mucho menos “extremadamente agresiva” que la laboral y va a
cámara lenta, ya que sigue aumentando la morosidad y reduciéndose el
crédito; y que en la acción del Gobierno no hay ni rastro de medidas de
reactivación del crecimiento." ('Evitar la agonía en forma de ‘L’, Joaquín Estefanía, El País, 26 MAR 2012)
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