"Desde que en 2007 estallara la crisis económica, y pese al auge del turismo y la marca Barcelona,
la pobreza se ha extendido con fuerza en la ciudad. Un efecto que está
provocando un aumento de la brecha social: pobres cada vez son más
pobres y ricos más ricos.
Una dinámica que no le ha sido ajena a la
clase media, parte de la cual ha pasado a engordar el grupo de los que
menos tienen. Según revela un estudio del Ayuntamiento, un 41,8% de los
barceloneses eran de clase baja en 2013, mientras que siete años antes,
cuando comenzó la crisis, este grupo representaba un 21,7%.
La clase
media, por su parte, ha pasado del 58% al 44% en este plazo de tiempo. Y
aunque la clase alta también ha bajado —del 20% al 14%—, aquellos que
forman la denominada “muy alta” han crecido notablemente al pasar del
7,5% al 10,7%.
El fenómeno se explica por la diferencia, cada vez mayor, en la
distribución de la riqueza. Mientras las rentas del trabajo y las ayudas
sociales se han desplomado por el crecimiento galopante del paro y la
dureza de los recortes, Barcelona ha visto como en 2013 se dispararon
las rentas de capital por la subida de los activos financieros,
beneficios empresariales y cotizaciones bursátiles.
Unos cambios que,
según las conclusiones del estudio, perjudican a las familias que viven
de las rentas del trabajo y a las que tienen como único sustento el
subsidio del desempleo, pero que han “beneficiado” a aquellos que tiene
rentas de capital.
A la caída de ingresos de las clases bajas hay que
sumar, según el Consistorio, un aumento en la presión fiscal que ha
provocado que los ciudadanos con menos ingresos sufran proporcionalmente
una caída mayor de la renta disponible. (...)
A pesar de que no todas las clases de la ciudad han visto reducir sus
ingresos, la renta media per cápita no ha parado de caer desde 2009,
último ejercicio en el que se registró un aumento. Hace cinco años la
renta familiar disponible per cápita era de 19.900 euros, mientras que
en 2013 fue de 18.800, un descenso del 5,5%.
Pero el peso de la caída de los ingresos la han soportado los
distritos más pobres de la ciudad, mientras los más ricos aguantaban los
efectos de la crisis. Las diferencias de renta disponible volvieron a
crecer el pasado año. Los vecinos de Sarrià-Sant Gervasi dispusieron
entonces de 3,3 veces más recursos que los de Nou Barris. El año pasado
esta diferencia era de 3,1 en 2012, y de 2,5 hace siete años. (...)" (
David García Vázquez
, El País, Barcelona
22 DIC 2014)
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