"(...) España es hoy uno de los países de la Unión Europea de los Quince
(UE-15, el grupo de países más ricos de la UE) que tiene menos banca
pública, y no es casualidad, también, que sea uno de los países de dicha
comunidad donde las familias, así como las pequeñas y medianas
empresas, tienen más dificultades para conseguir crédito, es decir, para
poder conseguir dinero prestado.
España es también uno de los países de
la UE-15 donde hemos visto un mayor número de burbujas (basadas, por
definición, en inversiones especulativas por parte de la banca privada) y
una mayor inestabilidad financiera.
Y España es también uno de los
países de la UE-15 donde la banca privada tiene mayor influencia sobre
los medios de comunicación y sobre las instituciones políticas llamadas
representativas. (...)
Banca pública es aquella que es propiedad de una autoridad pública, lo
cual no quiere decir que esta autoridad tenga el 100% de la propiedad de
la banca, sino que tenga aquel porcentaje que le permita el control de
tal institución.
La gran mayoría de países del mundo tienen sistemas
bancarios predominantemente públicos, siendo Alemania uno de los países
de la UE-15 que tiene un sistema bancario público más extenso. En este
país hay una red pública bancaria que consiste en 11 bancos regionales,
Landesbanken, cada uno de los cuales está conectado a miles de cajas de
ahorro de propiedad municipal.
Según consta en su reglamento, tienen
como objetivo servir a los intereses públicos en lugar de optimizar los
beneficios privados. Esta red juega un papel clave y central en el
desarrollo económico alemán.
Si a esta red le sumamos los bancos
hipotecarios públicos, resulta que la mayoría de los activos bancarios
en Alemania son públicos. Existen también las cooperativas de crédito,
que son públicas sin ser estatales (centrales, regionales o
municipales), las cuales desempeñan también una función social.(...)
El caso alemán no es único. Francia es otro país con un gran sector
público bancario. Y lo que también es interesante señalar es que cuando
en un país de la Unión Europea la situación financiera es inestable y
los ahorradores perciben el peligro de perder sus ahorros, los trasladan
a la banca pública, como ha ocurrido en la mayoría de países europeos
durante los momentos de crisis en los últimos años.
El caso más
estudiado es el ocurrido en el Reino Unido, analizando el flujo de
depósitos durante la crisis bancaria, cuando se vio un flujo intenso y
rápido de depósitos al Northern Rock, en aquel momento el mayor banco
público británico. Una situación semejante ha ocurrido en otros países
europeos. (...)
Es lógico que la banca pública sea mejor que la privada, pues esta
última tiene como objetivo (muy legítimo) optimizar los intereses de los
banqueros y de los accionistas de la banca. Ahora bien, no puede
asumirse que los intereses de los banqueros (entre los mejor retribuidos
en la UE-15 en el caso de España) y accionistas sean los mismos que los
de la mayoría de los ahorradores o del Estado.
En muchísimas ocasiones,
los intereses no solo no coinciden, sino que son contrapuestos. Por
ejemplo, las actividades especulativas de la banca privada pueden ser
más rentables que las inversiones en la economía productiva (donde los
bienes y servicios se producen).
Pero, por definición, tales actividades
se basan en la existencia de riesgo. De ahí que sean más inseguras. Y
pueden llevar a un desastre (como ha ocurrido en España), saliendo
perjudicados los ahorradores. (...)
Por cierto, en EEUU, uno de los poquísimos Estados que no ha tenido
problemas durante la Gran Recesión ha sido el Estado de North Dakota,
que es el único Estado de EEUU que tiene un banco público. El PIB del
Estado ha crecido, desde el año 2000, un 56%; la renta per cápita un
43%; sus salarios un 34%; y su presupuesto estatal ha tenido un
superávit de 1.300 millones de dólares. Una característica de ese banco
público es que todas las inversiones y préstamos los hace dentro del
Estado. (...)
Estas notas deberían ayudar a entender que España no puede continuar con
la situación anterior. Es necesario
1º) expandir el sector bancario
público, manteniendo en este sector aquellos bancos que han recibido
máxima ayuda pública;
2º) asegurarse de que todo el sistema bancario,
incluyendo el privado, sea considerado un servicio público, lo cual no
quiere decir que se nacionalice toda la banca, sino que la banca privada
tenga que funcionar dentro de unos parámetros y con unos objetivos que
sirvan al bien común.
Los taxis son privados, pero tienen una función
pública en el sistema de transporte de un país. La autorización para que
puedan ejercer su función está supeditada a que se comprometan a
realizar una función pública. Lo mismo debería ocurrir con los bancos
privados.
De ahí que el profesor Juan Torres y yo hayamos propuesto un
cambio en la Constitución Española que establezca la banca, incluyendo
la privada, como un servicio público, con la función de servicio a la
ciudadanía, incluyendo la oferta de crédito, propuesta que ha sido
también maliciosamente interpretada como una medida extrema encaminada a
nacionalizar toda la banca, lo cual no es lo que nosotros apoyamos.
Pero sí que creemos que debe haber un cambio muy profundo del sector
bancario, que debe estar al servicio de la población. (...)"
(Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 11 de diciembre de 2014, en www.vnavarro.org, 11/12/2014)
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