22.12.14

Los taxis son privados, pero la autorización para que puedan ejercer está supeditada a que se comprometan a realizar una función pública. Lo mismo debería ocurrir con los bancos

"(...) España es hoy uno de los países de la Unión Europea de los Quince (UE-15, el grupo de países más ricos de la UE) que tiene menos banca pública, y no es casualidad, también, que sea uno de los países de dicha comunidad donde las familias, así como las pequeñas y medianas empresas, tienen más dificultades para conseguir crédito, es decir, para poder conseguir dinero prestado. 

España es también uno de los países de la UE-15 donde hemos visto un mayor número de burbujas (basadas, por definición, en inversiones especulativas por parte de la banca privada) y una mayor inestabilidad financiera. 

Y España es también uno de los países de la UE-15 donde la banca privada tiene mayor influencia sobre los medios de comunicación y sobre las instituciones políticas llamadas representativas. (...)

Banca pública es aquella que es propiedad de una autoridad pública, lo cual no quiere decir que esta autoridad tenga el 100% de la propiedad de la banca, sino que tenga aquel porcentaje que le permita el control de tal institución.

 La gran mayoría de países del mundo tienen sistemas bancarios predominantemente públicos, siendo Alemania uno de los países de la UE-15 que tiene un sistema bancario público más extenso. En este país hay una red pública bancaria que consiste en 11 bancos regionales, Landesbanken, cada uno de los cuales está conectado a miles de cajas de ahorro de propiedad municipal.

 Según consta en su reglamento, tienen como objetivo servir a los intereses públicos en lugar de optimizar los beneficios privados. Esta red juega un papel clave y central en el desarrollo económico alemán. 

Si a esta red le sumamos los bancos hipotecarios públicos, resulta que la mayoría de los activos bancarios en Alemania son públicos. Existen también las cooperativas de crédito, que son públicas sin ser estatales (centrales, regionales o municipales), las cuales desempeñan también una función social.(...)

 El caso alemán no es único. Francia es otro país con un gran sector público bancario. Y lo que también es interesante señalar es que cuando en un país de la Unión Europea la situación financiera es inestable y los ahorradores perciben el peligro de perder sus ahorros, los trasladan a la banca pública, como ha ocurrido en la mayoría de países europeos durante los momentos de crisis en los últimos años.

 El caso más estudiado es el ocurrido en el Reino Unido, analizando el flujo de depósitos durante la crisis bancaria, cuando se vio un flujo intenso y rápido de depósitos al Northern Rock, en aquel momento el mayor banco público británico. Una situación semejante ha ocurrido en otros países europeos. (...)

Es lógico que la banca pública sea mejor que la privada, pues esta última tiene como objetivo (muy legítimo) optimizar los intereses de los banqueros y de los accionistas de la banca. Ahora bien, no puede asumirse que los intereses de los banqueros (entre los mejor retribuidos en la UE-15 en el caso de España) y accionistas sean los mismos que los de la mayoría de los ahorradores o del Estado.

 En muchísimas ocasiones, los intereses no solo no coinciden, sino que son contrapuestos. Por ejemplo, las actividades especulativas de la banca privada pueden ser más rentables que las inversiones en la economía productiva (donde los bienes y servicios se producen). 

Pero, por definición, tales actividades se basan en la existencia de riesgo. De ahí que sean más inseguras. Y pueden llevar a un desastre (como ha ocurrido en España), saliendo perjudicados los ahorradores. (...)

Por cierto, en EEUU, uno de los poquísimos Estados que no ha tenido problemas durante la Gran Recesión ha sido el Estado de North Dakota, que es el único Estado de EEUU que tiene un banco público. El PIB del Estado ha crecido, desde el año 2000, un 56%; la renta per cápita un 43%; sus salarios un 34%; y su presupuesto estatal ha tenido un superávit de 1.300 millones de dólares. Una característica de ese banco público es que todas las inversiones y préstamos los hace dentro del Estado.  (...)

Estas notas deberían ayudar a entender que España no puede continuar con la situación anterior. Es necesario 

1º) expandir el sector bancario público, manteniendo en este sector aquellos bancos que han recibido máxima ayuda pública; 

2º) asegurarse de que todo el sistema bancario, incluyendo el privado, sea considerado un servicio público, lo cual no quiere decir que se nacionalice toda la banca, sino que la banca privada tenga que funcionar dentro de unos parámetros y con unos objetivos que sirvan al bien común. 

Los taxis son privados, pero tienen una función pública en el sistema de transporte de un país. La autorización para que puedan ejercer su función está supeditada a que se comprometan a realizar una función pública. Lo mismo debería ocurrir con los bancos privados. 

De ahí que el profesor Juan Torres y yo hayamos propuesto un cambio en la Constitución Española que establezca la banca, incluyendo la privada, como un servicio público, con la función de servicio a la ciudadanía, incluyendo la oferta de crédito, propuesta que ha sido también maliciosamente interpretada como una medida extrema encaminada a nacionalizar toda la banca, lo cual no es lo que nosotros apoyamos. Pero sí que creemos que debe haber un cambio muy profundo del sector bancario, que debe estar al servicio de la población. (...)"           

(Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 11 de diciembre de 2014, en www.vnavarro.org, 11/12/2014)

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