12.4.15

La emisión de un eurosur por Grecia, España y Portugal no sería un camino de rosas pero daría un mayor respiro a los países del sur

"Grecia podría liderar un bloque euromediterráneo

El viaje de Tsipras a Moscú enviaría además otra señal a Bruselas: la de que el Gobierno griego podría encabezar un bloque de países del sur de Europa y replantear sus relaciones con la Unión Europea.

Según explicó Fernández Steinko a Sputnik Nóvosti, Grecia, España, Portugal e Italia "han atravesado procesos políticos similares y tenido que pagar un precio también comparable por su integración en la zona euro", por lo que cuentan con "algunas bazas que jugar que, puestas en común, podría crear una situación nueva en Europa como es la posibilidad de que se replanteen su inserción en el bloque atlántico".

"El problema es que sus dimensiones son muy desiguales, que sus opiniones públicas están aún muy influídas por los medios de comunicación comprometidos con el proyecto neoliberal y que Bruselas tiene muchos recursos para intentar evitar la conformación de un bloque en el sur, por ejemplo privilegiando a uno frente a los dos países restantes", agregó.

A esto se suma "el poder extraordinario que tiene la banca en España y que le permite influir políticamente sobre sus gobiernos más que en Grecia o Portugal".

 Para que la creación de este bloque geopolítico fuese posible "tendrían que formarse gobiernos progresistas en los tres países a la vez, una posibilidad que empezó a dislumbrarse con el fuerte ascenso de Podemos en España hacia principios de este año y con el el efecto dominó que podría acarrear el triunfo electoral de Syriza si Grecia saliese airosa de sus negociaciones con Bruselas".

Aunque, añade, esta "coyuntura puede toparse con escollos importantes con es el ascenso de Ciudadanos en España como partido bisagra con capacidad de apuntalar la gran coalición de facto que existe en cuestiones importantes entre el PP y el PSOE, la recuperación electoral del PSOE o la división de las izquierdas provocada por la dinámica nacionalista en Cataluña".

Este analista cree que en un escenario extremo "podría plantearse la creación de un espacio monetario común apoyado en un régimen de cambios tipo serpiente monetaria que se ajustara a los desiguales niveles de productividad de los tres países".

"El eurosur no sería un camino de rosas pero al menos le daría un mayor respiro a los países del sur para aguantar las tensiones provocadas por una salida del euro, facilitaría la domesticación del tigre financiero y daría tiempo para generar la base productiva que resulta imprescindibles para salvar la democracia política y social", explica.

Según Fernández Steinko esta divisa no tendría que ser definitiva, "pero la simple posibilidad de ponerlo en marcha generaría una tormenta política en el resto de la zona euro, pues muchos acreedores europeos verían peligrar sus créditos, lo cual les llevaría a presionar a las autoridades de Bruselas para que les dieran un respiro a los países del sur".
Solo la decisión de tomar este paso, concluye, "conduciría a una redefinición del poder entre el norte y el sur de Europa".      (Armando Fernández Steinko, Sputnik, 07/04/2015)

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