"Europa padece una crisis de deflación de deuda que ha provocado la
depresión y el riesgo de deflación de precios. Como ya explicó Irving
Fisher y más recientemente Richard Koo la parte más vulnerable es el
sistema bancario.
El boom de crédito y el posterior pinchazo de
diferentes burbujas afectan gravemente a la solvencia del sistema
bancario, al crédito y a la inversión. Por eso las economías entran en
largos periodos de estancamiento, como acaba de advertir el FMI a todas
las economías desarrolladas.
El Gobierno español en 2012, tras el rescate de la Troika, tuvo que
meter 60.000 millones para tapar el agujero de solvencia del sistema
bancario. Y además avaló unos 40.000 millones adicionales en créditos
fiscales de las entidades para cumplir la regulación de solvencia
europea. (...)
La comisaria de Competencia ha solicitado formalmente información
sobre el asunto encendiendo los focos. Esto puede derivar en un
procedimiento de ayudas de Estado, considerarlas ilegales y forzar a
nuestras entidades a ampliar capital por 40.000 millones de euros.
El
Gobierno y el Banco de España están demasiado relajados con este tema
pero podría provocar una nueva crisis bancaria, nuevas nacionalizaciones
o procesos de integración y provocar una nueva recesión como la de
2012.
De momento es un riesgo, pero sus implicaciones serían tan negativas
para nuestra economía que es obligado gestionarlo activamente. Italia,
Portugal y Grecia comparten el mismo problema. Grecia superó el test del
BCE, que de nuevo fue sin estrés, pero Syriza ha anunciado un programa
de recapitalización bancaria, con banco malo incluido, del 6% del PIB
con dinero del rescate. Sería equivalente al rescate bancario español de
2012.
Pero España, Italia y Portugal deberían presionar en Bruselas
para que haya una solución que sin ir en contra de las leyes de
competencia europeas no acabe provocando una nueva recesión que genere
más sufrimiento e infelicidad a la sociedad, especialmente a la más
vulnerable. Las lecciones de la historia de las crisis bancarias
recomiendan rellenar el agujero de capital con nuevo capital.
Se podría aprovechar para reestructurar deuda de familias y pymes
también insolventes y resolver el endeudamiento privado que es la
principal causa de esta crisis. E indirectamente mejorar la solvencia de
las entidades, normalizar el crédito y sacar a las economías de la
depresión y la deflación, con el complemento de la política monetaria y
fiscal. Y podría servir para acelerar la unión bancaria." (
José Carlos Díez , El País,
9 ABR 2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario