"Santiago Niño Becerra, catedrático de Estructura Económica en la
Universidad Ramón Llull, sólo ve tres escenarios posibles para la
economía de Grecia. El primero de todos es permanecer en el euro con las
condiciones actuales y convertirse en una miseria africana; el segundo,
Grecia también permanece en el euro pero con quitas de deuda y mayores
ingresos fiscales; por último, el tercero es un escenario de ruptura y
rechazo hacia Alemania y sus políticas.
Becerra explica en La Carta de la Bolsa que si Grecia permanece
en el euro con las condiciones actuales y aceptando lo que dice el
Eurogrupo, "la economía griega dejará de existir como tal y pasará a ser
teledirigida desde Frankfort, o desde cualquier plaza financiera
mundia.
Cualquier ingreso que el país realizase ya estaría asignado al
pago de los intereses de una deuda impagable pero que permanecerá ahí
generando réditos en cuyo pago la ciudadanía griega empeñará su futuro y
su presente... Grecia sería, en ese caso, una miseria africana",
asegura el economista catalán.
Otra opción es que la Eurozona sea un poco más flexible: "Grecia supone
un foco de tensión en una zona históricamente conflictiva, por lo que
son abordadas quitas en la deuda griega, alargamientos en los plazos,
fijadas unas cantidades máximas para el pago de intereses en función del
crecimiento del país, y atendidas las urgencias sociales.
Grecia
permanece en el euro y comienza a perseguir las actividades sumergidas y
el fraude fiscal, lo que redunda en una mayor recaudación pero también
en un estancamiento de su economía".
Por último, Becerra ve un tercer escenario que sería quizá el más
caótico: "El poder económico no modifica su posición exigiendo a Grecia,
a cambio de permanecer en el euro, una serie de cambios en su economía
que el país no acepta tras la realización de un referéndum. Grecia es
marginada y el Gobierno griego responde con la suspensión de pagos por
imposibilidad de pagar.
Las entidades financieras europeas y
estadounidenses interrumpen la financiación de Grecia, y el país pone en
marcha una campaña internacional para reclamar a Alemania 170.000
millones por los destrozos que la invasión nazi llevó a cabo en Grecia
durante la II Guerra Mundial, campaña que sería acompañada con
abundantes detalles de matanzas y atrocidades cometidas por el invasor,
lo que provocaría un sentimiento generalizado de rechazo en Europa hacia
Alemania", señala el catedrático.
Obviamente en este último escenario, Grecia volvería al dracma.
Además, comenzaría a estrechar lazos con economías como China y Rusia,
que se convertirían en su apoyo financiero y en sus principales socios
comerciales.
Aunque Becerra muestra tres escenarios muy claros, lo más normal es que
ninguno de los tres se cumpla al pie de la letra. Los más normal es que
el desenlace sea una mezcla de los tres: "En cualquier caso pienso que
estamos llegando a un final", culmina el economista catalán." (El Economista, 30/04/2015)
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