16.3.16

La euforia económica de Rajoy solo esconde humo... a este ritmo, necesitaremos casi 35 años para recuperar el nivel de 2008

"El gobierno en funciones anda paseándose por las instituciones comunitarias sacando pecho de las bondades del crecimiento en España y, sobre todo, echando en cara al resto que no crecen más porque no quieren. Es decir, el milagro económico, una vez más, viene imbuido por el halo misterioso que emana de la calle Génova. (...)

Para los neófitos, leer permanentemente en prensa, o escuchar a los grandes economistas del país, Inda o Marhuenda, que España es la que más crece de toda la UE y la que más empleo crea, debe ser muy gratificante.

No solo para la parroquia que sigue confiando en Rajoy, la gran mayoría jubilados que han visto empeorar significativamente su calidad de vida, y no digamos si tienen algún dependiente en su casa, sino que también hay un segmento de la población que asume que lo único que se puede hacer es seguir empobreciéndose hasta la muerte les separe del gran Presidente.

 Pero la realidad económica es mucho más cruel y menos alegre que la que nos quieren inculcar los vendedores de crecepelo que tanto abundan en nuestro país.  (...)

Lo que realmente hay que constatar, y que los Nobel de Economía encabezados por Inda y otros, es que España lidera el crecimiento de la UE porque es de los pocos que todavía le falta un 40% del PIB anterior a la crisis por recuperar, mientras que la media de la UE ya lo ha recuperado todo. 

Esta faceta, que se debería estudiar en primero de Tertuliano, explica en esencia el crecimiento diferencial entre España y el resto. Pero si nos vamos al campo del empleo, el resultado es aún más triste. Únicamente hemos recuperado un 24% del empleo, dato cuantitativo que no cualitativo, por lo que, a este ritmo, necesitaríamos casi 35 años para recuperar el nivel de 2008. 

Por tanto, lo único que está haciendo España es intentar coger al pelotón de cabeza para alcanzar el potencial de crecimiento que teníamos en 2008, objetivo bastante triste dada la mala calidad del crecimiento que tuvimos bajo el reinado de Zapatero.  (...)

Casi todos los indicadores de confianza y expectativas han sufrido un retroceso notable en los dos primeros meses de 2016, y no precisamente por la inexistencia de gobierno en España. El Índice de Sentimiento Económico, que elabora la Comisión Europea, se ha situado en febrero dos puntos por debajo de la media del 4trim 2015. Los componentes empeoran, salvo el de comercio interior, siendo el de la construcción el más perjudicado.  (...)

Otra señal preocupante es la brusca caída de precios al comienzo del año, fruto del descenso del precio del crudo y de los alimentos, lo que ahonda la sensación de que la demanda interna y la inversión volverán a empeorar, continuando la inercia de la última parte de 2015. Esta coyuntura, que contrasta con el dato del deflator del PIB, que creció un 0,6% en 2015, deja un dato también preocupante.

 El crecimiento nominal de la economía, si estuviese bien medido, fue del 3,8%, cifra similar a la de los intereses de la deuda pública, lo cual mantiene el riesgo elevado sobre la sostenibilidad del nivel de apalancamiento del Reino de España, solo sostenido, de momento, por la absurda y cara política monetaria del BCE, incapaz de generar crecimiento e inflación.  (...)

En resumen, España sigue lastrada por el deterioro acumulado en producción y empleo desde 2008 y su aparente mejoría no es más un ejercicio estadístico, muy alejado de la realidad de empresas y familias. La confianza, la inflación y las expectativas de beneficios, junto a las turbulencias financieras, solo auguran otro año para olvidar."            (Alejandro Inurrieta, Vox Populi, 28/02/16)

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