"(...) empieza a ser preciso realizar informes
de impacto demográfico de todas las decisiones y leyes que se aprueben.
Es esta una de las iniciativas que la Comisionada del Gobierno frente al reto demográfico, Isaura Leal, a quien tuve el placer de escuchar recientemente, pretende poner en marcha.
Si
queremos revertir esta situación no basta con medidas para fomentar la
natalidad, extendiendo los permisos de paternidad y maternidad o
aumentando las plazas en escuelas infantiles desde los cero años. Porque
tales medidas darán sus efectos a medio y largo plazo y la situación
actual en determinadas zonas que están sufriendo una dramática
despoblación requiere medidas urgentes que reviertan la situación.
La
baja natalidad y la afortunada prolongación de nuestra esperanza de
vida nos llevará a una población cada vez más envejecida en nuestro
país. (...)
El reto demográfico también atañe a las grandes ciudades y zona litoral,
cada vez más poblado, que han de ser capaces de garantizar buena
calidad de vida a una población envejecida. Actividades económicas
relacionadas con el cuidado de mayores dependientes tenderán a ser cada
vez más relevantes, y generarán nuevos empleos. En la actualidad buena
parte de esos empleos están siendo asumidos por población inmigrante. (...)
Un reto de país en el que deben
participar iniciativa pública y privada; y que, dentro de la pública,
requiere una coordinación leal de todos los niveles de la
Administración. Para incorporar medidas que por una parte revitalicen
las zonas rurales, garantizando a sus habitantes las mismas
oportunidades y servicios que en las ciudades, y por otra, incorporen
mejoras en la gestión de servicios y políticas para evitar tensiones en
las macropoblaciones.
Los poderes
públicos han de asegurar la calidad de vida del ciudadano viva donde
viva porque en la actualidad hay grandes diferencias de recursos entre
territorios. Eso hace, por ejemplo, que la distancia a un hospital deje
sin servicios paliativos a algunas zonas rurales y que unas 75.000
personas fallezcan al año sin asistencia especializada. Al propio
tiempo, los poderes públicos deben promocionar los pueblos como vía para
emprender un negocio o una vida.
En
este sentido, para favorecer el emprendimiento digital en la economía
4.0, es preciso mejorar las comunicaciones tecnológicas, asegurando la
banda ancha y una cobertura adecuada de telefonía móvil para todo el
territorio.
También desde la función
pública se puede incentivar el teletrabajo para muchos empleados
públicos cuya presencia física no siempre sea requerida, evitando su
desplazamiento a las ciudades y potenciando que vivan en zonas rurales.
Asimismo, algunas Administraciones públicas están incentivando que
empleados públicos destinados en zonas rurales (docentes, médicos,
guardias civiles, militares,…) vivan al menos durante cuatro años en sus
lugares de trabajo, tratando de esa manera de lograr el arraigo de
tales empleados en el territorio y mantener población. Ello mejora
además los resultados y la calidad de los servicios públicos prestados.
En
definitiva, sólo podremos afrontar el reto demográfico con la
cooperación de todos los agentes a través de un verdadero pacto de
Estado que consiga hacer atractivo vivir fuera de las macrociudades,
cambiando la percepción actual que desgraciadamente aún tienen los
pueblos, ya que no se corresponde con la España de hoy. Pensemos en el
futuro, y también en el presente." ( , Economistas frente a la crisis, diciembre 9, 2018)
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